Capitulo 3

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Al otro día cuando Juan Alberto abre los ojos, siente un fuerte dolor de cabeza, y no recuerda nada de lo que paso el día anterior. Se levanto, se bañó y bajo en busca de Elena. Cuando llego a la sala, se encontró con Adolfo que lo miraba enojado. No entendía porque lo miraba así, por eso decidió preguntarle:

- Porque me miras así, yo no te hecho nada

-  Es que no entiendo como fuiste capaz de hacerle algo así a Elena

- Yo no le hecho nada, y hablando de ella donde esta

- Esta en mi casa con Chelo, después de lo que hiciste no quiere verte ni en pintura

- Pero si yo no hice nada, que esta pasando Adolfo, lo ultimo que recuerdo fue sentirme mal y subir a recostarme

- En serio no te acuerdas de nada

- No Adolfo y ya dime que pasa

- Juan Alberto, Elena te encontró en la cama con Casandra, el mismo día de su aniversario

- Que, no puede ser, Adolfo tu me conoces y sabes que soy incapaz de algo así

- Entonces Juan Alberto que explicación tienes, Elena esta convencida de que tú la engañaste

- No se que paso, ya te dije que no recuerdo nada

- Entonces te recomiendo que hagas algo y pronto sino perderás a Elena

- No yo no puedo perderla, ahora mismo voy a buscarla, - salió corriendo a su auto para ir a donde Elena.

Cuando llego fue corriendo a tocar la puerta como loco, desesperado tocaba a la puerta casi queriendo tirarla. Finalmente, la puerta se abrió, pero salió Chelo, cuando lo vio le dijo:

- Como te atreves a venir aquí, no te basta con todo el daño que has hecho.

- Chelo te juro que jamás engañaría a Elena, sabes bien cuanto la amo

- Si la amas mucho y si la amas porque te revolcaste con esa

- no sé, no recuerdo nada solo que me sentí mal y subí a mi cuarto, después de ahí todo es borroso

- que cómodo para ti es decir eso no, ahora vete Elena no quiere verte

- tengo que verla Chelo, no quiero perderla yo la amo

- lo siento, pero si ella no quiere verte no puedo hacer nada, ahora por favor vete

- no me muevo de aquí hasta verla

- como quieras, te morirás de frio

- no me importa todo con tal de verla

Chelo entro y cerro la puerta, fue al cuarto a ver a Elena y la encontró llorando, la abrazo y le dijo:

- Ya no llores, el no merece tus lagrimas

- Tienes razón, pero me duele porque a pesar de todo lo amo

- Elena yo se que no quieres verle, pero dijo que no se iba sin verte, está parado allá afuera

- por mi puede morirse allá afuera, que no saldré.

Pasaron varios días y Juan Alberto seguía parado ahí. Chelo miro por la ventana, le daba cosa verlo ahí, aunque lo odiaba por lo que hizo no quería que le pasara nada.

Se acerco a Elena y le dijo:

- En serio no lo vas a ver, lleva días ahí afuera Elena, le va a dar algo

- ya te dije que por mí se puede morir

- bueno entonces cuando se muera no andes llorando por ahí

Elena lo pensó un poco, aunque lo odiara no quería que se enfermara, entonces decidió enfrentarlo. Cuando salió, lo vio sentado y titiritando, cuando lo toco estaba ardiendo en calentura y comenzaba a delirar.

Elena lo entro a la casa, lo acostó en la cama y llamo a un doctor. Tenia tanta fiebre que comenzaba a delirar, decía en su delirio:

- Elena mi amor, yo jamás te traicionaría, no me dejes por favor, no puedo vivir sin ti. Elena si me dejas mi vida no tiene sentido, sin ti no quiero vivir.

Ella no se podía negar que verlo así y oír todo eso le sacudió el corazón. Seguía llamando a Elena en su delirio, y ella no sabia que hacer. Llego el doctor y lo reviso, le dijo que tenia un resfriado, que con cuidados y medicinas se pondría bien.

Elena despidió al doctor, y cuido de Juan Alberto toda la noche. En la mañana le cocino una sopa y se la llevo a la cama, Juan Alberto despertó justo cuando ella entro.

La miro y le quiso hablar, pero ella lo interrumpió diciéndole:

- Ahora no por favor, toma la sopa para que te sientas mejor, cuando estés recuperado hablamos con calma.

El hizo un gesto de aprobación, tomo la sopa, sus medicinas y se quedo dormido. Ella aprovecho para lavar los platos, y hacer otras cosas que necesitaba.

Juan Alberto despertó, pero no la vio en el cuarto, desesperado salió a buscarla y la encontró en la sala leyendo. Ella lo vio y le dijo:

- Estas bien, porque saliste así del cuarto

- Es que no te vi y me desesperé, será que ahora podemos hablar

- Si Juan Alberto tenemos que hablar, he tomado una decisión y quiero que la respetes

- Elena yo, - ella lo interrumpió

- No quiero saber nada, quiero que te vayas y me dejes en paz, y si no es obvio quiero el divorcio y voy a anular nuestro matrimonio por la iglesia

- No Elena yo jamás te dejare ir, peleare con todo por ti, te voy a demostrar que yo no te engañe

- yo te vi Juan Alberto, no me lo dijeron, yo lo vi con mis propios ojos

- no me importa, aunque todo me condene, jamás te daré el divorcio porque yo te amo, - se acerca y la besa

Elena responde por un momento al beso, pero después se separa y dice:

- por favor no lo hagas más difícil

- no soy yo quien lo hace mas difícil, eres tú con esa decisión absurda que tomaste, y óyelo bien jamás te daré el divorcio, jamás, - salió de ahí como alma que lleva el diablo.

Vivo por Elena 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora