Capitulo 5

371 35 3
                                    

Elena toma su bolsa y se fue al parque, cuando llego vio que Juanito no estaba y se sentó a esperarlo. Elena no se percato que Aurorita la había visto salir, por lo que preocupada la siguió.



Elena espero un rato y al ver que Juanito no llegaba decidió llamarlo, pero su llamada fue al buzón. Aurorita miraba de lejos, no entendía que hacía Elena allí. Elena espero un rato más y decidió volver al ver que no llegaba, cuando estaba esperando para cruzar la calle, un auto negro paro enfrente de ella y se la llevo. 

Aurorita al ver lo que paso, fue corriendo a contarle a  Chelo lo que pasaba. Esta llamo a Adolfo y el a Juan Alberto. Cuando llegaron Juan Alberto pregunto:

- como ese eso de que secuestraron a Elena

Chelo no podía hablar, estaba muy nerviosa y lloraba sin parar. Le hizo una señal a Aurorita de que le contara ella, así que comenzó a contar:

- Pues yo estaba camino al baño cuando vi a Elenita salir muy nerviosa y por eso decidí seguirla, la seguí hasta el parque que está aquí a la vuelta, allí se sentó en un banco y parecía esperar a alguien, cuando paso un rato hizo una llamada, pero parece que no contestaron porque ya venia de regreso. Cuando estaba esperando para cruzar, un auto negro paro en frente de ella y dos tipos la metieron al auto y se la llevaron, yo estaba muy lejos y no pude hacer nada, vine corriendo a contarle a Chelito. – dijo esto último entre llanto.

Juan Alberto estaba desesperado, pero intento mantener la calma y dijo:

- Vamos a poner la denuncia, así la policía la buscará y dará con ella.

Todos se fueron a la delegación y pusieron la denuncia, cuando salieron Juan Alberto dijo:

- Adolfo ve con ellas y no las dejes solas, yo manejare por la ciudad a ver si por casualidad la veo.

Juan Alberto manejaba como loco, estaba desesperado, no quería perderla, le rogaba a Dios que estuviera bien. Manejo por horas y nada, decidió volver a casa de Chelo por si habían noticias.

Todos estaban desesperados y sin noticias.

Por otro lado, Elena no paraba de gritar que la ayudaran, los hombres la habían llevado a una casa abandonada donde esperaban instrucciones de su jefa. Elena grito tanto que después de un rato el cansancio la venció y se durmió.

Estaba durmiendo lo mejor que podía cuando escucho unos tacones entrar a la casa, el ruido la despertó un poco asustada, se quedo en silencio para escuchar lo que decía la mujer.

Cuando escucho su voz, enseguida la reconoció, en ese momento sintió miedo por su vida, sabia que si ella estaba ahí no era buena señal. La mujer le pago a los hombres y le dijo que se fueran.

En otro lado de la ciudad, gracia a la descripción de Aurorita, lograron capturar a los cómplices de Casandra antes de que abandonaran el país, ellos al verse con la soga al cuello, decidieron hablar y dijeron donde estaba Casandra con Elena. Juan Alberto iba con la policía en camino, le pedía a Dios que le permitiera llegar a tiempo para salvar a su amada.

En la casa abandonada, Casandra entro a la habitación donde estaba Elena, tenia un arma en la mano y le apuntaba. Elena estaba muerta de miedo, pero no se lo demostraría. La miro algo confusa y le dijo:

- porque me secuestraste, que te hice Casandra

- tu no me hiciste nada, solo te quiero sacar del camino para que Juan Alberto sea mío

- pero si se acostó contigo que más quieres

- no me hagas reír estúpida, el nunca se acostó conmigo, yo lo drogué para que tu creyeras que así fue y lo dejaras, pero me salió mal porque aun estando separado de ti me siguió rechazando, aun cuando le puse mi cuerpo desnudo frente a él, se atrevió a decirme que solo te deseaba a ti, que solo te amaba a ti.

Eleno no pudo evitar soltar una sonrisa de enamorada al escuchar eso, tomo fuerzas de su amor y le dijo:

- como te atreviste Casandra, como pudiste hacernos eso

- pues haciéndolo querida, pero no saldrás de aquí viva para poder contarlo, te voy a matar así sea lo ultimo que haga.

- pues hazlo si quieres, aun cuando me mates Juan Alberto jamás se fijará en ti, el jamás te amará como me ama a mi

- no te preocupes Elenita, que cuando un hombre esta triste es mal fácil de envolver, cuando se entere de tu muerte y yo lo consuele lograre que caiga en mis brazos y se olvide de ti para siempre

- jamás podrás lograr que me olvide, porque nuestro amor es de esos que son para toda la vida

- basta de tanta charla, ya llego tu hora Elenita, te deseo que te pudras en el infierno, - dijo esto apuntándole de nuevo con el arma.

Cuando iba a disparar se oyeron las sirenas de la policía acercándose, Elena soltó un suspiro de alivio y le dijo:

- porque mejor no te vas, intenta escapar, sabes que si te atrapan pasaras el resto de tu vida en la cárcel

- yo me voy, pero tu te vas conmigo, - toma a Elena por el brazo e intento huir con ella.

Cuando salió de la casa se vio rodeada, le apunto con el arma y dijo:

- si no quieren que la mate, déjenme pasar

- por favor, Casandra entrégate y para esto de una vez

- tu cállate maldita, no tientes a tu suerte que no la cuentas

Juan Alberto se acerco y le dijo:

- Casandra es a mi a quien siempre quisiste, deja a Elena y yo me voy contigo

- esta bien acepto el cambio, - dijo después de pensar unos segundos

- no Juan Alberto no lo hagas, - le grito Elena

Juan Alberto se acerco a Casandra, y esta comenzó a soltar a Elena, cuando lo tuvo a el de rehén, la termino de soltar par que se fuera, se acercó al oído de el y le dijo:

- tú te vas conmigo, pero ella aquí se queda, - acto seguido le apunto con el arma y disparo.

Vivo por Elena 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora