Ya pasaron varios días, todo parecía volver a la normalidad. Juan Alberto estaba en casa y se recuperaba cada día más. Todos se encontraban cenando en familia, celebraban la recuperación de Juan Alberto, rieron y recordaron todo lo hermoso que vivieron a lo largo de estos años.
Ya cuando todos se fueron, la pareja subió a su cuarto. Ya en el cuarto Juan Alberto comenzó a besar a Elena, al principio fue un beso tierno, pero con el tiempo se convirtió en un beso salvaje, lleno de toda la pasión que tenían guardada.
Elena paro el beso cuando sintió la mano de Juan Alberto apretar sus nalgas, se separo y le dijo:
- mi amor aun estas en recuperación, yo también me muero por amarte, pero hay que esperar, - dijo entre besos
- tranquila mi vida te prometo que ya estoy perfecto, ya extraño tu piel, tus besos, tus caricias, por fa déjame amarte si, - dijo esto mientras besaba su cuello
- esta bien mi vida, yo también te he extrañado mucho, mi piel reclama tus besos y tus caricias.
Juan Alberto comenzó a desabrochar la camisa de Elena, ella por su parte también iba eliminando su ropa, quería sentirlo piel con piel, al cabo de unos minutos estuvieron desnudos.
Se amaron esa noche hasta quedar extasiados, no dejaron rincón de su piel sin besar o acariciar, quedaron tan cansados que no supieron cuando se quedaron dormidos.
Al otro día Juan Alberto despertó primero, miro a su lado y dio gracias a Dios por poner a Elena en su camino, salió despacio de la cama y fue a buscarle el desayuno a Elena. Elena despertó unos minutos después y se asustó al no ver a Juan Alberto en la cama, iba a levantarse de la cama cuando entra el con bandeja en mano.
- Buenos días dormilona, te traje el desayuno, - le dijo mientras le daba un tierno besos
- Buenos días, mi amor, no te hubieras molestado
- No es molestia, solo quiero devolverte un poco de lo mucho que tú me has dado
- Mi amor que lindas cosas dices.
Desayunaron entre besos y caricias, cuando terminaron Juan Alberto apartó la bandeja y comenzó a besar a Elena para así comenzar una ronda de sexo matutino, después de amarse hasta cansarse, tomaron un baño entre caricias y besos.
Pasaron ese día juntos, ya que tenían que recuperar el tiempo que perdieron por culpa de Casandra. Ese día Juan Alberto la llevo a Xochimilco, pasearon en trajinera toda la mañana, después la llevo a almorzar a su restaurante favorito, cuando salieron de ahí la llevo al hotel que se había convertido en su nido de amor, le lleno la habitación de velas y pétalos de rosa, tenía un champagne enfriando y el jacuzzi lleno de espuma y pétalos de rosa.
Cuando Elena vio todo se emocionó tanto que derramo varias lágrimas, el le limpio las lagrimas y en su lugar le dio varios besitos. Empezaron por disfrutar un relajante baño de espuma en el jacuzzi, ahí abrieron el champagne y brindaron por ellos y por su amor, no faltaron las caricias y los besos.
Una vez que se enfrió el agua, salieron de el para seguir con los besos y las caricias en la cama, se amaron hasta quedar agotados, se habían extrañado demasiado y se deseaban como nunca. Ese día y esa noche quedaría en sus recuerdos por siempre. Al otro día, desayunaron juntos entre besos y arrumacos.
Después de amarse de nuevo, tomaron un baño y se fueron a la mansión, ahí se encontraron con sus hijos, entre besos y abrazos se dieron los buenos días. Desde ese día vivieron felices y muy unidos, todo lo que pasaron no los destruyo, sino que los hizo mas fuertes.
Ya había pasado un año desde que paso la tragedia, todos vivían felices y se reunían todos los domingos para cenar en familia. Ese domingo no fue la excepción, esta vez fue en casa de Chelo, por lo cual estaba loca preparándolo todo para recibirlos.
Llegaron a eso de las 6 de la tarde, se saludaron con abrazos y besos, después de una charle amena se sentaron todos a la mesa. Comieron entre risas y anécdotas de la familia. Después de comer siguieron hablando mientras tomaban un cafecito, de momento a Cesar le comienza a sangrar la nariz, le ayudaron entre todos y después de unos minutos el sagrado paro.
A pesar del mal rato, se la pasaron bien y regresaron a la mansión ya entrada la noche. Pasaron varios días, cada uno se dedicó a lo suyo y se reunían para cenar en familia, ese día estaban cenando cuando a Cesar le vuelve a sangrar la nariz, llevo varios minutos que le parara el sangrado. Después de ese día, Cesar comenzó a sentirse débil, perdió mucho peso sin darse cuenta, era fácil que se le hicieran hematomas, le dolían los huesos y en las noches sudaba mucho.
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Vivo por Elena 2
RomancePensé que pasaría si Vivo por Elena tendría segunda parte... Pues aquí lo tienen, espero les guste y lo disfruten tanto como yo...