Sacha (Detenida Indefinidamente Y +18)

19 (Sacha)

Creí que no podría, pero si pude. Les dejo el regalito de este día.

Jaja.

Feliz lectura mis Amorcitos...

Bastián come en silencio junto a Axel y Elisa, le conviene, que después de lo que sucedió anoche es lo menos que puede hacer. Puma come en tranquilidad, ya se ve más repuesta de lo que es su situación actual y ella misma a movido contactos para saber dónde está Ricardo y con quién se alió para bajarla del trono.

Por mi parte procuro no mandar grandes pedidos a las costas rusas por la entrada del este del país, no quiero que mis pedidos vayan más allá de lo que se debe y cierto idiota me los hunda.

-Bueno, tengo que atender a cuatro niños con los que Sacha no puede-dice Axel poniéndose de pie.

-¿Quieres que te ayude?-sonríe.

Pero no entiendo porque, se acerca a mí antes de darme un beso en la sien.

-Anda, vamos a trabajar señorita Jackson-es dónde río, ya le entiendí-. Sin decirme señor que...

-Se siente viejo.

Se ríe de mí antes de decirme que vaya con él, para la reunión que tendremos en unos momentos. Ambos nos vamos al estudio para poder hacer esa reunión y en la que voy a avisar que Dorian se encargará de la empresa y ellos ya no tendrán que batallar con nada. Yo puedo con la de Axel y más si está ayudándome.

Llegamos al estudio y conecto todo, cuando da la hora la aplicación muestra todo, las caras de cuatro idiotas aparecen en pantalla pero hacen caras raras al ver a Axel de traje y frente a la computadora y no a mí.

-Buenos días, señores... Lamento la hora... ¿Ninguno está en Europa?

-No Evans.

-Bueno, pues nos quedemos con el buenos días.

-¿Dónde está Sara?-me pongo al lado de Axel y saludo a la cámara-¿Por qué no das la junta?

-Axel quiere darles sus puntos de vista y yo les tengo un aviso-¿Cómo decirlo?-. Dorian estará a cargo de la empresa de telas, y yo seguiré con la de relojería.

Los cuatro asienten anotando en una hoja, después regresan su atención a mí y a Axel. Entre los dos damos la junta y las medidas de exportación reales, nadie nos dice nada más que sea para opinar al respecto de nuestra decisión. Cuando terminamos la junta los cuatro nos desean suerte con la vida que llevamos hasta este momento. Asiento antes de colgar la llamada.

-Eso salió bien.

-Axel... Quiero pedirte un favor-ya es tiempo de hacerlo.

-Adelante.

-Cuando llegué un momento difícil de escoger... Si se trata de salvar mi vida o la de Bastián... Eligelo a él.

-No.

-Axel, elige a Bastián que no podrás salvarnos a los dos-se levanta y se pone frente a mí negando demasiadas veces para contarlas.

-Te elegiré a ti... No decidas por mí-toma mi mentón y niega-. Jamás me hagas elegir entre Bastián y tú... Que siempre te elegiré a ti... Y aunque me duela, también te elegiré sobre Elisa. Estás por arriba de todo.

-No me pongas en un pedestal que pides arrepentirte como Bastián-niega antes de darme un beso en los labios.

No lo niego. Así como tampoco lo apartó, creo que a pesar de los años esto... No ha muerto para él.

-Jamás te bajaré de dónde estás en mi vida-me abraza y no dudo en derramar un par de horas saladas sobre su camisa-. Te adoro Sacha. Y no importa el nombre que tengas-se separa de mí para verme a los ojos-, siempre serás la dulce mujer que fue mi sumisa por un par de semanas. La Sara que lloró de alegría al saber que esperaba un bebé, la que de alguna forma eligió al idiota de Bastián sobre mí. La dulce Sara que fue a Manhattan buscando más. La Sara que demostró que lo dulce puede ser agrio también. Eres mía preciosa. Mi Gata.