Sacha (Detenida Indefinidamente Y +18)

6 (Bastián)

Decidí adelantarselos... Pero creo que haré como otros escritores... Subiré cada que tenga listo un capítulo... Osea que tendremos unos cuantos esta semana.

Entro en mi habitación con una sonrisa en los labios, pero se borra al ver a Axel sentado en mi cama. Sé porque está aquí, el sermón que estoy recibir lo he escuchado antes y hoy no será la excepción para que me lo dé.

—Dime que por lo menos usaste condón—niego antes de sentarme a su lado—¡Con un demonio, Bastián!

La risa que brota de mis labios no la puedo evitar y eso lo hace negar y levantarse para decir muchas cosas negativas y no tan positivas.

—¿Sabes que estás arriesgando a Sara por ir?—si lo sé.

—Axel...

—Bastián... Sí el León los escucho la estás perjudicando.

—No... No pude contenerme—subo las manos a mi cabeza antes de dejarme caer en la tela que protege mi colchón—. No quiero a la Sacha fría mientras está conmigo. Yo...

—Le dijiste que te casarías—me reclama y no puedo evitar sentirme culpable por eso.

—Lo sé... Y active a una mujer fría e indiferente conmigo.

No me gustó que fuera fría y que me dijera que nadie le pelearía por llevarse a nuestros hijos con el León, en ese momento tuve ganas de tomarla y encerrarme con ella en una habitación, porque si me excitó discutir con ella pero me preocupo el estar peleando con una traficante que ya no teme a que la deje.

León le enseño independencia y le dio las alas para ser el Halcón, que sus hombres aprecian y que no dudarán en ponerse de su parte para protegerla incluso de él mismo.

—¿Harás lo que te dije?—niego antes de volverme a levantar.

—No. Seguiré jugando al papel del amante hasta que me cansé de ser buena persona con él.

—Sacha no lo permitirá.

—Esperemos que sí—suspira antes de torcer los labios—, y ahora vete que quiero dormir.

—Descansa papá.

Allá va de nuevo con esa burla estúpida que hace cada vez que quiere dejar claro su sermón que no sirve pero que él lo considera importante a seguir.

Sale de mi habitación y luego cierra la puerta, pero aunque odie admitirlo, tal vez tiene razón, es mejor que me aleje de Sacha hasta que las cosas... Se calmen o hasta que mate al León como es el plan inicial, pero tendré que apoyar en el homicidio de varias personas para proceder a su muerte.

Me acuesto en la cama sin poder cerrar los ojos, no me baño o hago algo que me quite la sensación del cuerpo de Sara abajo del mío. Adoré sus gemidos, sus expresiones al momento de entrar en ella y en el momento de empezar. Sara es la mujer más bella que jamás conocí, y la mujer que amo con todo el corazón.

En esos pensamientos me quedo dormido, y sin ninguna conciencia.

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Tomamos asiento en el comedor, me gusta, tiene los toques de que Sacha lo escogió y de que es posible que quepan más de diez personas en él.

—¿Cuándo puedo cocinar yo?—León sonríe antes de meterse un pedazo de kiwi a la boca.

—Cuando guste.

—Dile a tus empleadas que me encargo de la comida.

—Bien...

Axel y yo giramos la vista a lo que sea que haya hecho que se callara y lo que vemos es al Gato con algo en las manos.