Pues estuvo antes la actualización... Pero significa que habrá otra en unas horas...
No nos desanimemos con esta historia, recuerden que vamos muy atrás del final, tendremos como cuarenta capítulos más de está historia y aunque no todos sean locochones o sexuales tendremos cosas que afectan a los protagonistas.
Así que disfruten de la lectura...
Es un alivio enorme el saber que Nicolás me siguió e impidió que pasará un trauma enorme en mi vida. Jamás esperé que Ricardo fuera capaz de intentar violarme. Por eso agradezco que me siguiera pero de ahí me molesta que no confíe en que soy capaz de controlar las situaciones a las que vine a Manhattan.
Llegó al restaurante al qué me citaron, entro viendo a diversas personas que cenan en tranquilidad, camino al fondo del restaurante y finalmente me siento en una silla que me muestra el panorama completo del restaurante, un mesero se acerca para llenar mi copa con vino tinto y levantar mi pedido.
-Danos unos minutos antes de ordenar-interrumpe a quien espero.
El mesero asiente y se retira, me levanto para saludar como se debe a este hombre que huele de maravilla, mis labios imprime un beso en su mejilla. Tomo asiento en mi lugar y sonrío de manera coqueta, aprendí bien de Puma.
-Dime para que me necesitas, Sacha-le sonrío.
-Necesito tu ayuda para un asunto no tan limpio-le bebe a la copa que dejaron para mí.
-Como me gustan los trabajos-deja la copa de nuevo en su lugar y yo no dudo en tomarle del mismo lugar por dónde él tomó-. No se va a molestar el León conmigo por aceptar un trabajo para ti.
Dejo la copa en su lugar y niego, pero en eso el mesero se acerca y es donde pido el corte que siempre pido cuando vengo al restaurante, mi acompañante pide un corte igual al mío haciendo el trabajo del mesero más sencillo, se retirá pero antes de que lo haga totalmente mi acompañante pide un vino tinto, uno de los más caros que tiene el menú.
Regresamos a la conversación que teníamos, pero algo alejada al tema principal. Cuando terminamos de hablar el mesero deja la comida frente a nosotros.
-Hágame el favor de apartar su vista de los pechos a mi mujer-el mesero se sonroja y se va casi de inmediato.
-¿Cómo...?
-No soy nuevo, Sacha-arqueo una ceja-. Sé identificar lo que no notan los demás.
-Por eso quiero que estés de mi lado-corta la carne con suma delicadeza pero escuchando mis palabras-. Necesito que seas mi mano derecha en unos asuntos importantes que no incluyen a León.
-¿Y el Dragón?
-Menos a él.
-Bien... ¿Qué ganó yo con ser tu mano derecha?-pongo un par de documentos en la mesa.
Unos que aseguran que puedo confiar en él, los ve con cuidado y cuando termina levanta su vista a mí. Sé lo que vale hacer esto, el riesgo que pienso tomar, y no solo mi vida y la de Nicolás peligra, también la de mis hijos, además de las vidas que giran a mi alrededor como la de Axel, Elisa, Bastián... Y otros más que dependen de mi buen comportamiento.
Al contar con él, me estoy asegurando de tener varias cosas acomodadas antes de empezar a mover fichas para saber quién está tras la caída de Puma, que lo que pasó ayer en la noche fue planeado, alguien quería que me deshiciera de Ricardo. Y voy a descubrir quién.
Peor aún, tengo un espía entre mis hombres. Y la persona que me puede ayudar está cenando conmigo en estos momentos.
-Te ayudaré-no demuestro alivio-. Pero... Necesito que me des un mes para arreglar todo mi trabajo ilegal y de ahí voy a México para empezar a sacar desertores entre tus filas.
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Sacha (Detenida Indefinidamente Y +18)
AcakNo hay reglas. Todo o nada. El Dragón escupirá fuego y pobre del que se queme. El Halcón volará alto en las estrellas y cuidado con que te vea. El Lobo esperará para atacar y devorar al mundo. El León rugirá por todos lados, y el dolor de su hembra...