Sacha (Detenida Indefinidamente Y +18)

13 (Sacha y Nicolás)

Es la canción que le queda a Nicolás y perdón jaja.

Espero que les guste este capítulo, no se enojen conmigo. Por favor.

Me duele la entrepierna al caminar, Nicolás se encargó de darme la mejor noche de mi vida y fue... La mejor que he tenido, aún siendo sumisa no disfrutaba de lo que disfruté con Nicolás, besos, caricias, gemidos, gruñidos, placer infinito, ni cuando hice el trio con Axel y Bastián me sentí tan llena, y satisfecha.

Ahora, estamos cabalgando con mis pequeños y con Bastián, quién no deja de sonreír por estar con nuestros hijos y conmigo de nuevo, aunque yo voy en Negro con Nicolás, él es quien lleva las riendas mientras yo voy recargada en su pecho, Plomo, es el caballo de Bastián, él es quien lleva a Ares, Félix va en un caballo tranquilo que no es Nube. El hijo de Nube. Un caballo marrón muy bonito.

-Deberíamos hacer un día de campo-le digo a Nicolás.

-Me parece una buena idea.

-Pero sólo de dos-murmuro para que no nos escuchen.

-¿O de cuatro?-lo miro y él mira a mis hijos.

-Así es como quieres empezar.

-Es la mejor forma.

Puede que tenga razón, pero para mí la mejor forma es esta, sin embargo, tengo que tener en mente que para él no es fácil acercarse a mis pequeños cuando ellos están tan cerca de Bastián, suspira antes de recargar su cabeza en la mía.

Negro alenta el paso y eso me hace sonreír, el lugar por dónde montamos está cubierto por árboles y los animales más pequeños como los pájaros hacen ruido y crean un ambiente espectacular. Cierro los ojos para tener esto presente, respiró hondo al sentir una paz enorme en mi cuerpo, es como si los años en mi vida pasarán y viera todo lo que he hecho a través de los años.

-No te duermas-escucho la voz de Nicolás.

-No lo hago.

-Sí lo haces.

Rio un poco, luego veo a Félix en Monte y me dan ganas de cargarlo y decirle cuánto lo quiero.

-¿Puedes cambiarle a Félix?-le pregunto y asiente.

Detenemos a Monte para que él se cambie a Monte y yo pueda poner a Félix en mis piernas, Ares me ve y no duda en decir que quiere subirse también, a Negro le cuesta dejarse agarrar por los niños pero como estoy yo, no le hará nada a mis pequeños ángeles. Vamos hablando de cosas sin sentido mientras vamos disfrutando de nuestra convivencia.

-Mami, ¿Quién te enseño a montar?-pregunta Ares mientras avanzamos por el camino.

-Nicolás.

-Nicolás, ¿es nuestro nuevo papá?-los caballos de Bastián y Nicolás van lejos así que puedo contestar a lo que mis bebés preguntan.

¿Cómo decirle a mi pequeño que tiene razón?

-Nicolás y yo... Estamos juntos.

-¿Ya no amas a papá?-sé que no es mala intención de Ares, pero...

Ponerme en duda es algo que no me gusta, sé que... Ya no sé que es lo que quiero. Los caballos llegan a casa, pero no dejo que me quiten del mío.

-Necesito pensar.

-No vuelvas tan noche.

Le doy el golpecito a Negro para que corra sin detenerse, no puedo seguir fingiendo que Bastián no está o que no siento nada por él cuando es mi mundo. Pero tampoco puedo lastimar a Nicolás diciendo que lo amo... Pero es la verdad, amo a Nicolás por lo que es y fue para mí. Tal vez hago esto para escapar de mí realidad... Y tal vez, sólo tal vez lo hago para decirme a mí misma que ésto está bien, pero me engaño diciendo que no amo a Montecarlo.