Los problemas del segundo jade [WangXian]

Parte 1

—¡Wei Ying! —se escuchó el grito de sorpresa al mismo tiempo que la hoja plateada atravesaba el cuerpo desprevenido del pelinegro.

Aquella mujer demonio no duró mucho tiempo más, Lan Zhan habiendo presenciado cómo herían a su amado, cegado por la ira, en tan solo un corte sin piedad, había acabado con la vida de aquel ser.

Lan Zhan inmediatamente corrió a revisar el estado de Wei Ying pero al verlo, la sorpresa invadió su imperturbable rostro unos segundos.

Allí donde había estado la espada, no había ninguna herida, no había señales de sangre ni de envenenamiento y Wei Ying se sentía particularmente bien incluso después de la feroz batalla que habían tenido con el demonio.

—Lan Zhan, Lan Zhan mírame ¡Estoy perfectamente! ¿No es eso genial?

—Hm —dijo el segundo jade mientras lo recorría con la mirada, su mente estaba algo confusa, con claridad había visto como la espada lo atravesaba y Wei Ying pronto le diría que era extraño porque él, quién había sido apuñalado dos veces, le confirmó que sí había sentido el ser atravesado por la espada. Sin embargo como estaba completamente sano, regresaron a los recesos de la nube, incluso tuvieron su sesión de "todos los días son todos los días" hasta quedarse profundamente dormidos en los brazos del otro.

Fue entrada la madrugada cuando Lan Zhan despertó, no eran las cinco de la mañana como era usual y su despertar se debió a un escandaloso llanto de un bebé. Frunció el ceño, seguro estaba soñando pero de repente sintió una humedad nada característica de su lecho y se incorporó de inmediato.

Grande fue su sorpresa cuando vio, en el lugar donde debía estar su amante, un niño pequeño de aproximadamente tres años de edad, llorando. Su aguda visión le permitió ver que el niño no tenía ropas, estaba cubierto con las ropas enormes de Wei Ying y más aún ciertas zonas estaban húmedas, con lo que supuso era orina... ese niño había mojado su cama y no dejaba de llorar.

Lan Zhan lo miró sin entender la situación en la que se encontraba, ¿esto era una broma de Wei Ying? Sabía cuánto le gustaban los niños pero, esto era ir muy lejos.

El niño lloraba tanto que comenzó a ahogarse al no poder respirar adecuadamente, Lan Zhan pronto lo tomó en brazos con algo de temor. Aquel pequeño al sentir el tacto sobre él, abrió sus ojos y lo miró.

—¿Wei Ying? —preguntó Lan Zhan... Ese pequeño no podía ser su amante.

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Como me volví fan de Mo Dao Zu Shi, escribo esto para entretenerme.