Mᴀ́s 18 ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs

𝑥𝑖𝑥. 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒́𝑠 𝑑𝑒 𝑐𝑙𝑎𝑠𝑒𝑠

—Peter, ¿qué se supone que estás haciendo? —Ned había preguntado a su mejor amigo.

Estaban en plena clase, los dos estaban en las sillas de atrás, donde el profesor no podía escucharlos, aunque sí mirarlos.

Peter tuvo la grandiosa idea de llamar la atención de su profesor. Profesor de física, Quentin Beck. No era algo secreto que a Peter le llamaba la atención su profesor, MJ y Ned habían visto cómo su había se derretía por él cada que su clase comenzaba, hasta hubo una ocasión en la que Peter hizo su magnífica entrada triunfal de llegar tarde y haber llamado la atención de su profesor.

Otras ocasiones, corregía a su profesor y simplemente adoraba cómo arqueaba una ceja y le dedicaba una media sonrisa y continuaba con su clase.

Como MJ decía, la tensión sexual de ustedes dos se nota a leguas, y no se equivocaba. En la ducha tenía esas inapropiadas imágenes de su profesor desnudo, imaginándose las manos de Quentin sobre su cuerpo mojado por el agua tibia de su ducha, tocando zonas prohibidas para cualquiera de su clase. Gemía su nombre y gotas de semen salpicaban la pared blanquecina de la ducha.

Siempre que intentaba llamar la atención de su profesor, quería que lo sancionara, que se quedara después de clases; con simpleza, quería un par de horas a solas con él. Así que tuvo la grandiosa idea de comenzar una pelea de bolitas de papel. Sí, algo inmaduro de su parte, pero ¡hey!, siempre hay una oportunidad para todo.

En salivó una bolita de papel y la aventó, no en dirección a un compañero, a MJ o Ned, no, quería llegar lejos. Decidió aventarla directamente a su profesor, y gracias a su buena puntería, dio en el clavo, mas no a su profesor, no, a la pizarra.

—Entonces es así como la gravedad se ve- —fue interrumpido cuando la bolita de papel de Peter se pegó en la pizarra. —¿Qué carajos? —murmuró. —¿Quién fue?

A Quentin Beck se le conocía como un profesor calmado, pero si alguien lo hacía enojar, o interrumpías sus clases, cuidado que el lobo aparece.

La clase se quedó callada, hasta Peter quedó callado. La mirada asesina de Beck veía a todos, su ceño fruncido, ¡oh, dios! Sí, a Peter le estaba creciendo algo, y no era miedo precisamente. Tragó saliva.

—Preguntaré una vez más —quitó la bolita de papel y la tiró al bote de basura. —¿Quién fue?

Era este momento o nunca. Soltó un suspiro y levantó el brazo.

—Parker, no me sorprende su comportamiento tan inmaduro —reclamó.

Caminó por entre las filas de bancas, las miradas de los alumnos se dirigían con lentitud a Peter, las mejillas se volvieron rojizas, no estaba acostumbrado a tanta atención y peor si se trataba de su profesor de física.

Al momento que Beck se detuvo enfrente del asiento de Peter, posó sus manos sobre la paleta y se inclinó un poco para observar de cerca a Peter.

—Creo que estas semanas has estado comportándote muy indebidamente, por lo que tendré que sancionarte por esta tarde, y quiero que resuelvas por mí algunos ejercicios —se enderezó, pero su mirada se dirigió a su regazo que, en estos momentos, Peter lo tenía tapado con sus manos. —Espero que se quede, señor Parker.

Las clases pasaron, faltaban dos horas para que se quedara al fin solo con su profesor de física. MJ y Ned simplemente se estaban riendo de él, recriminando un ¿cómo te puedes excitar por eso?

—MJ, él es un sueño. No me pude controlar, soy un adolescente que está pasando por... eso —cruzó de brazos y volteó a otro lado.

—Hubieras visto el rostro de Peter cuando comenzó a gritar el profesor, creo que se iba a desmayar —Ned corroboró.