2- El Príncipe del Pueblo: Siempre Tú『Yoonmin』

❝ Bailar con YoonGi ❞

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Los siguientes días fueron una locura, empezando cuando encontramos a Seok y a Tae.

YoonGi-hyung y yo hablamos con Seok, fue un poco difícil. Y con mucha razón, ¿a quién le gustaría que tu amigo sea tu padre? ¡¿y que vas a tener un hermanito?! O hermanita.

Sería traumático para mí. Al menos Seok prometió asimilar la situación, con eso nos bastaba.

Después regrese a la casa con Tae, papá y yo tratamos toda la semana intentar ayudarlo a que se sintiera mejor, pero no abría la puerta.

Papá y yo teníamos varias teorías.

Y el que Jungkook apareciera en su cuarto confirmó varias de esas teorías.

Escuchaba a mi hermano llorar y a JK igual, pero no queríamos interrumpir, fue horrible cuando Tae salió de la casa corriendo hacia Jungkook. Papá Nam trató de seguirlos, pero los dos se fueron por caminos distintos.

Al final nos quedamos en la entrada a esperarlo.

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Hace rato llegó hyung a ayudarme a mover mis cosas de mi cuarto a su casa, pero también nos arreglamos un poco pues JK tenía algo así como una sorpresa para Tae.

Creo que todos nos vimos sorprendidos cuando JK llegó con un carruaje para llevarnos al palacio, donde cenamos con el Rey y Tae aceptó casarse con Jungkook.

Fue un día extraño y emotivo.

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Si bien me sentía feliz por mi hermano, había algo que me hacía aún más feliz.

Bailar con YoonGi-hyung. Creo que eso está muy claro.

Pero hoy era el día de nuestra boda.

Asistieron mis padres, Tae y JK, Taemin, HoSeok y la madre de YoonGi-hyung. Y sin contar unas cuantas personas del pueblo, pues El Príncipe del Pueblo se casaba.

Hace unas horas habíamos dicho "acepto" y lo sentía como si hace unos segundos lo hubiera dicho. La dicha en mí era enorme.

YoonGi y yo bailábamos el vals de novios. Y era tan agradable estar entre sus brazos.

Siempre lo había sido.

Cuando llegamos al final todos aplauden haciéndome reír.

Me abrazo a YoonGi y pido por que lo nuestro no tenga final.

─Min JiMin, me alegra ser tu esposo.

─Y a mí me alegra ser el tuyo.

Nos sonreímos. Su sonrisa es tan hermosa, sus dientes y esos labios, ah.

Me permito besarlo, siendo correspondido, sonrío.