🏮16🏮

2.8K 241 141
                                    

->>>>>>>>>>🔥<<<<<<<<<<-

Corrí tan rápido como mis largas piernas me lo permitieron, tan rápido como el temblor de estas me dejaban. No estaba seguro si temblaba porque sabía que esto no estaba bien por no tener su consentimiento realmente o si era porque no podía aguantar la emoción de pasar mi lengua por cada centímetro de su piel.

Mire por última vez hacia atrás cuando vi que por fin habíamos perdido a Azula, Sokka era mío. De manera rápida lo estampé contra la pared de una manera tan inesperada que soltó un jadeo el cual no me entere si era por el dolor del golpe o por estar tan cerca; aunque sinceramente no podía importarme menos. Deje que se apoyara en el suelo con ambas piernas, pero al igual que las mías sus piernas temblaban tanto que parecía que en cualquier momento su cuerpo se derrumbaría. Mire sus preciosos ojos, dos grandes zafiros que me miraban fijamente con un claro rastro de lujuria pero debajo de aquella fachada provocada por su notorio primer celo note miedo. Su cara estaba contorsionada por claro temor. Sonreí al notar aquel detalle y hundí mi rostro en su cuello para comenzar a aspirar profundamente su increíblemente dulce pero no empalagoso olor a frambuesas y canela. Comencé a dejar un rastro de saliva y algunos besos, pero cuando llegue a sus clavículas y le di una leve mordida pareció despertar de algún transe en el que se encontraba y me empujó levemente con ambas manos en el pecho. Yo no me moví ni un poco, estaba parado firmemente y no pensaba dejarlo ir al menos no ahora. Tomé sus dos muñecas con una sola de mis manos y las apreté con fuerza para proceder a levantarlas por encima de su cabeza mientras lo presionaba con todo mi cuerpo contra la pared. Puse una de mis rodillas entre sus piernas para que no siguiera intentando zafarse, luego, pase mi mano libre por su espalda para terminar en su trasero, le di un pequeño agarrón al cual él respondió con un sonoro jadeo para después impulsarlo hacia arriba y manteniéndolo a mi altura. Lo obligue a enroscar ambas de sus morenas piernas en mi cintura volviéndolo a empujar contra la pared para que sirviera de soporte y para mantenerlo en aquella postura.

—Zuko...

Escuche como soltó en voz baja y sonreí orgulloso por causar esa reacción en el menor.

->>>>>>>>>>❄️<<<<<<<<<<-

Me sentía tan mareado y confundido.

Habían tantas cosas rondando en mi cabeza. Estaba pasando bien el tiempo con Azula y de pronto apareció Zuko, no sabía que me estaba pasando, no sabía porque mi cuerpo se sentía arder, no entendía porque me sentía bajo los efectos de alguna droga y todo a mi alrededor pasaba demasiado rápido. Y ahora ni siquiera podía pensar realmente con claridad.

Sentí como en mi trasero una extraña humedad se hacía presente en el momento en el que me encontraba en el hombro de Zuko y escuchaba los gritos de Azula detrás de nosotros hasta que estos se hicieron cada vez más lejanos y el olor de café tostado más abrazador.

Me dejo un momento en el suelo y me miró fijamente me sentía desnudo frente a él. Por una parte una extraña sensación de calor estaba en todo mi cuerpo, aunque todo esto era demasiado nuevo para mi y no entendía porque todo pasaba tan rápido sin un momento para realmente respirar. Su rostro se posicionó en mi cuello y comenzó a dejar besos, lengüetazos y no fue hasta que una leve mordida en mis clavículas me hizo realmente notar lo que estaba sucediendo. No quería realmente esto.

Intente separarlo de mi pero él no se dio un mísero paso en retroceso, al contrario, tomó mis manos por las muñecas y las puso sobre mi cabeza. Todo iba demasiado rápido a mi alrededor. Hasta que note como una de sus rodillas estaba entre mis piernas, en ese momento me aterré cuando noté como no estaba tocando el suelo y más cuando me obligó a enroscar ambas piernas en su cintura, me sentía demasiado indefenso en esta posición. Estaba acorralado contra la pared, no podía mover mis manos y Zuko me tenía a su merced, nada de lo que hiciera importaría o me salvaría de lo que él estuviera ingeniando en su mente. Volvió a atacar mi cuello aunque en esta ocasión realmente comenzó a morderme dejando probablemente muy notorias marcas. Me alerté.

—Z-Zuko—Sentía que mi voz no salía de mi garganta y no alcanzaba a pensar bien para formular palabras— ¿Qué haces?

El pareció no escucharme, puso mayor fuerza y presión en la rodilla que se encontraba entre mis piernas y con la mano que no se encontraba en mis muñecas comenzó a meter su mano bajo mi camisa comenzando a acariciar mi vientre.

—¡Zuko, suéltame porfavor!

Él seguía concentrado en mi piel comenzando a pasar su cálida mano por mi espalda, tocando mi pecho y masajeando levemente mis hombros.

—Déjame, te lo pido por favor. Esto no está bien, esto no me gusta— sollozos comenzaron a salir de mi boca mientras prácticamente le rogaba que parara.

->>>>>>>>>>🔥<<<<<<<<<<-

—Déjame, te lo pido por favor. Esto no esta bien, esto no me gusta.

Escuche como sollozos comenzaban a salir de su boca y mire su rostro. Sus ojos comenzaban a ponerse colorados al igual que su nariz y sus mejillas se habían sonrojado mientras que su cara estaba bañada en finas lagrimas que no paraban de salir por más que intentaba limpiarlas o n mi mano. Aun así no paraba de jadear. Mire sus labios y me aproxime a ellos en un intento de callar todas sus quejas. Vi como sus ojos se cerraban con fuerza y parecido enfocado en no abrirlos. Por lo que comencé a levantar su camisa y momentos después sin que el menor se diera cuenta ya tenía el torso desnudo. Mire hacia el pantalón de pieles que solía llevar, cuando vi como había un pequeño bulto sonreí por lo bajo, el beso había terminado para poder tomar aire, pero los ojos claros del omega seguían cerrados con un empeño impresionante.

Aproveche para pasar mi mano por el borde de su pantalón con mi única mano libre, pues aunque sabía que el chico no era tan fuerte como yo no quería que hubiera algún problema y que en un momento de lucidez intentara escapar. Desamarre sin tanta fuerza la tira de tela que funcionaba como una especie de cinturón y comencé a bajar la prenda solo lo suficiente para meter mi mano y comenzar a acariciar todo aquello que uno no podía ver a simple vista. Sentía mi propio miembro excitado y deseoso de pasar a la siguiente fase, no solo tocarlo, si no enterrarme completamente en su cuerpo varías veces hasta quedar totalmente satisfecho; aunque a decir verdad dudaba poder quedarme satisfecho con aquel complaciente cuerpo moreno.

->>>>>>>>>>❄️<<<<<<<<<<-

Decidí pensar en algo más, despistarme pensando en estar en algún otro lugar e ignorar mi propia calentura.

O al menos eso intentaba hasta que sentía un duro bulto en mi trasero, podía ser algo ingenuo pero estaba bastante seguro que el era el pene de Zuko lo que se encontraba en mi son para genital. No quería esto, mi cuerpo lo quería, eso era obvio, pero yo no estaba preparado no me sentía listo para tener mi primera vez en mi primer celo; aun soy un niño de doce años.

Cerré mis ojos con fuerza cuando volvió a poner su mano en mi mejilla y no intente como mínimo defenderme, solo me deje hacer pues nada de lo que yo intentara lo iba a detener. Me beso y volví a cerrar mis ojos con fuerza, pase ambos brazos por su cuello en un intento de aferrarme a algo mientras lloraba en silencio. Él había soltado mis manos para comenzar a pasarlas por todo mi cuerpo cuando noto que no oponía mayor resistencia, aunque con cada momento que pasaba me sentir peor.

Hasta que sentí su lengua intentando entrar en mi cabidad bucal. Apreté los dientes y eso pareció molestarlo, pues tomó mis mejillas y las apachurro fuertemente hasta que deje de negarle lo que estaba intentándo. Sentía como aquel lubricante natural que mi cuerpo producía por el celo comenzaba a humedecer mi pantalón, no quería esto, solo queria huir a algún otro lugar lejos de lo que sucedía en este pasillo real.

—Suéltame....

Dije con la última fuerza de voluntad que me quedaba pero nuevamente me ignoró.

PactadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora