Dylan Anderson
“—¿¡Qué demonios tienes en el cuello!?
—Nada amor, no tengo nada—Dijo Madison tratando de ocultar con su cabello el moretón que tenía en el cuello.
—¡Maldita sea! ¡Ése imbécil te volvió a lastimar!— Estoy tan enojado, cómo es posible que ése hombre tan miserable sea el padre de éste ángel, no puedo aguantar las ganas de llorar y mis lágrimas empiezan a caer sobre mis mejillas.
—No llores amor, mírame, estoy bien, estoy aquí... Contigo.— Dijo mientras secaba mis lágrimas y me regalaba unas de sus hermosas sonrisas.
—Mad, me hace sentir tan mal... Cada vez que logramos vernos tienes un nuevo moretón en tu piel, y me hace sentir tan impotente porque no puedo protegerte, no puedo hacer nada por ti.
—Claro que puedes hacer algo, estás aquí...
—Sabes a lo que me refiero.— Ella solo se limitó a mirarme a los ojos con ternura, sus ojos color café tenían un brillo tan hermoso, se podía observar la pureza que tenía en el alma desde ellos.—Te quiero prometer algo...
—Claro, dime...
—Verás que todo estará bien, nos vamos a ir juntos, viviremos a nuestra manera, no te hará falta nada y nadie podrá lastimarte, en serio... Te lo prometo Mad.
Ella simplemente me miró, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, se lanzó hacia mí, me abrazó fuerte, y nos quedamos así por horas, solo ella y yo, junto a los latidos de nuestros corazones, nuestra respiración y nuestro amor.”
Desperté de golpe, otra vez volví a soñar con ella, después de todos estos años, aún la recuerdo, su carita, sus expresiones, su olor, todo de ella... Es como si el tiempo nunca hubiera pasado, aunque tengo que admitir que el día estuvo bien, me gusta estar en compañía de Amaris, se ve que es una buena chica, no tengo dudas de eso.
¿Qué estará haciendo?
<<Son las 3:25 am, está dormida... Eres el único imbécil que se despierta a esta hora.>>
Me levanto de la cama y me dirijo al baño, me quedo de pies delante del lavamanos, mirando fijamente mi reflejo en el espejo... Simplemente quiero descansar, poder dormir bien... En verdad creí que por lo menos hoy iba a dormir tranquilo, pero como siempre olvido que soy un imbécil, tengo que dejar de "creer", "pensar" o "esperar".
Es un excelente momento para disfrutar de un cigarrillo, voy a coger el paquete junto al encendedor y vuelvo a entrar al baño, tomo el espejo, lo coloco con cuidado en el piso, sin dejarlo caer, y me siento frente a él; es como una manera de tenerme frente a frente, estudiar mis movimientos y la persona que me he convertido, observo como llevo el cigarrillo a mi boca y luego exhalo el humo, repito los mismo movimiento hasta que éste se acaba, lo presiono contro el espejo para apagar la llama que lo consume y lo boto en el lavabo... Pero yo sigo aquí, mirándome fijamente, viendo un ser que he tenido que soportar y que ha soportado mucho en los últimos años de su
vida. Pero es verdad cuando dicen que cada persona que pisa el suelo de éste planeta tiene su propio peso en la espalda, que se siente "condenado" a llevar y soportar por su camino de vida.Amaris aún es una niña, yo la veo así... Entiendo que las cosas por las que ha pasado le afectan, es su dolor, y yo nunca lo podré entender... E igual ella nunca podrá entender el mío.
Espero que este descansando, que esté dormida y no tenga pesadillas, no quiero que esté despierta a estas horas pensando estupideces.
Por ahora ella está aquí, y yo no voy a permitir que nadie le haga daño, estoy consiente de que ella no quiere que la esté protegiendo, porque cree que puede defenderse sola, y es bueno que tenga esa confianza en sí misma... Pero el mundo es una mierda, está lleno de personas malas, que esperan sólo una pequeña oportunidad para volverte la vida una mierda; y mientras ella esté aquí, me siento responsable de su bienestar, por lo menos esto me dará algo en qué pensar.
Me levanto del suelo, tomó con cuidado el espejo y trato de colocarlo en su sitio, me lavó bien el rostro con un poco de agua fría y me dirijo a la cama. No tengo ni la mínima idea de qué haremos hoy, no he planificado nada. Por la mañana iré a dar una vuelta para saber qué se puede hacer aquí, aunque creo que no es mala idea volver a limpiar los parabrisas de los automóviles para recoger un poco más de dinero, ayer no nos fue para nada mal, y tal vez puedo comprar un paquete de dulces al supermercado y tratar de venderlos... Cuando vives éste estilo de vida, tienes que ingeniárselas de la mejor manera para recoger dinero, ya que no puedes trabajar en un lugar de manera fija.
Bueno, pondré el despertador para las 8:00 am, en cuatro horas sonará e iré a revisar al super, así compraré también algo para que Amaris pueda desayunar, no quiero que pase hambre, quiero que se alimente bien, aunque con este estilo de vida nada es seguro.
Trataré de volver a dormir, solo espero no tener ningún sueño o pesadilla, quiero que mi mente esté en blanco, que todos los recuerdos y pensamientos se almacenen en un lugar donde no pueden salir durante la noche.
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Hija de la Luna
RomanceEstoy convencida de que para vivir plenamente, hay que aprender a arriesgarse, y salir de las zonas de confort. Amaris Petit, tiene 17 años, en pocos meses cumplirá la mayoría de edad, vive en la ciudad junto a su familia, una família común integrad...