23:17. Estoy acostada en mi cuarto, acomodando mis cuadernos y el uniforme para mañana. Creo que antes de dormir llamaré a Miranda, o tal vez a Gabriel; son mis mejores amigos, bueno, los único que tengo. Pero está bien así, siempre han dicho que al referirse a la amistad es mejor la calidad que la cantidad, y ellos son amigos increíbles. Cuándo estoy con ellos puedo ser yo misma sin ningún problema, puedo hablarles de mis sueños, de lo que quiero hacer, de mis estúpidos pensamientos... Es maravilloso tenerlos en mi vida.
Tocan la puerta, y al voltear veo que entra mi mamá.
—Hola Amaris, vengo a darte las buenas noches ¿Está todo bien, cariño?
—Hola mami, si está todo bien...—Se acerca a mí, me da un beso en la frente, y se queda viendo una foto que tengo puesta en la pared de mi cuarto...
—Es hermosa ésta foto, me trae tantos recuerdos, fue tomada el día que pudimos salir del hospital después de tu nacimiento... Tenías 2 semanas.
Me quedo viendo la foto, estamos en un mueble color café, mis padres sentados con una hermosa sonrisa, eran mucho más jóvenes, mi papá tenía en sus brazos a Ofra, tenía casi 2 años, y yo estaba en los brazos de mí mamá, era tan pequeña, blanca y con mucho cabello...
— ¿Algún día te conté el significado de tu nombre?—Dijo mi mamá mientras seguíamos viendo la foto.
— No mamá, nunca me lo has contado...
Nunca me gustó mi nombre, cuando era niña le decía a mis padres que cuando fuera grande lo cambiaría, y mi mamá me repetía que tenía un hermoso nombre y que era único, y era justo eso que me molestaba, quería tener un nombre más común.
— El día que naciste, el 11 de noviembre del 2002, me vi muy mal... Recuerdo que me había despertado esa noche con un fuerte dolor, y poco a poco fui al baño, al sentarme en el gabinete noté que estaba llena de sangre, y asustada llamé tu papá varias veces, hasta que al fin se despertó y vino a ver qué es lo que estaba pasando. Le dije que creía que te estaba dando a luz, él dijo que era imposible, que faltaba aún un mes, que no tenía nada listo... En pocas palabras entró en pánico, estaba más asustado él que yo.— Empezó a reír, y yo la observaba atentamente, es tan hermosa cuándo se ríe...—Bueno, en fín, salió corriendo y llamó a tu abuela para que se quedara con Ofra mientras íbamos al hospital, y nos fuimos... Recuerdo que tu papá estaba demasiado nervioso, eran las 1:24 de la mañana, y en el cielo había un hermosa luna llena, pero créeme cuando digo que era demasiado hermosa y brillaba demasiado; cerré los ojos y le suplique a la luna para que todo saliera bien, y que no pasara nada de malo... Después no recuerdo más nada. Desperté dos días después, me dijeron que había entrado en coma y tuvieron que hacerme un cesárea de emergencia, que tuve muchas complicaciones y me explicaron que no podría volver a tener hijos... No me importaba nada de lo que estaban diciéndome los doctores, yo solo quería saber cómo estábas; me aseguraron de que estabas en perfecta salud... — Se detuvo, y volteó para verme a los ojos, parecía que estuviera por llorar, pero sonrió y me siguió contando la historia de mi nacimiento...
— A los pocos minutos entró una enfermera, y te tenía entre sus brazos, eras demasiado hermosa, tenías la piel demasiado blanca y con mucho cabello negro, eras la niña más hermosa qué había visto en mi vida... En ése momento recordé que le había pedido a la luna por ti, y sin pensarlo dos veces le dije a tu padre que quería que te llamarás Amaris, que es un nombre de origen griego, que significa "hija de la luna"... Es por eso que desde niña siempre te he dicho que tenías un nombre hermoso...— Hola chicas, ¿Está todo bien?— Dijo mi papá interrumpiendo a mi mamá y entrando a mi habitación.
— Está todo perfecto, Santiago, le estaba dando las buenas noches a nuestra niña.
— Beatrice, no es una niña, dentro de poco cumplirá 18 años, y será toda una adulta.
— Lo sé... — Dijo mi mamá un poco melancólica.
—Bueno papá, mamá, no quiero interrumpir el hermoso momento, pero mañana tengo clases, y necesito dormir... — Los dos empezaron a reír, se despidieron y me dejaron sola en la habitación.
Mi mamá nunca me había comentado del día que nací, también porque nunca le pregunté... Pero creo que es una linda historia sobre la luna, hasta se debería escribir un libro... ¿A quién engaño? ¿Un libro sobre mí? ¿Quién coño leería algo sobre mí? No hay nada de particular, soy solo una chica normal, con una familia normal, y con una vida normal. Veo la hora, y dentro de poco serán las 12:30, necesito dormir, mañana tengo clases a las 8:00, y odio llegar tarde. Apago la luz y me acuesto en mi cama.
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Hija de la Luna
RomansEstoy convencida de que para vivir plenamente, hay que aprender a arriesgarse, y salir de las zonas de confort. Amaris Petit, tiene 17 años, en pocos meses cumplirá la mayoría de edad, vive en la ciudad junto a su familia, una família común integrad...