Capítulo 29: Rudeza y fragilidad

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—¿Cómo sigues?

—Estoy mejor. El doctor dice que debería dejar de automedicarme de esa manera —rió. Su voz era carrasposa y cansada, pero no dejaba de ser la SoMin que conocía.

—¿Cómo sigue tu madre?

—Mejor que ayer, peor que mañana. Lo bueno es que me puedo quedar con ella. Mañana la envían a casa, así que será más fácil para ambas. Su doctor es muy amable, apuesto que te habrías enamorado de él de inmediato —bromeó—. Es muy guapo, no lo niego. Pero no es mi tipo.

—A ti te gusta puro tóxico que te trata mal y te cela.

—Eso no es cierto. SooBong es otro caso, pero igual era solo una aventura.

—Al parecer te gustaba esa aventura —rió. Se estaba dando su descanso antes de volver a clases. SoMin le había dicho que regresaría pronto a sus estudios, pero dependería de su progreso. Ya había pasado un mes desde lo sucedido con su padre, pero su madre seguía en recuperación—. ¿Y Matthew?

—¿Qué? ¿Matthew? Él… él no es mi tipo, qué dices.

—¿Qué dices tú? Solo te pregunto por él, si sabes algo de su vida. No he podido estar al tanto de mis amistades, la universidad me consume. 

—Ah, eso —rió, notoriamente nerviosa—. Creo que se fue de viaje con su padre, ya sabes, intentan amigarse y eso. Él es un cascarrabias, dudo que por su parte queden del todo bien.

JiWoo asintió. Solo le quedaba esperar por la cuenta para irse de vuelta a clases. Aunque le resultaba fatal dejar de hacer tantas cosas que le gustaba, estaba satisfecha. Por primera vez se sentía completa y con ganas de esforzarse en sus calificaciones, al final era algo que amaba y se destacaba por su talento. 

—No sé si sepas o te interese, pero Tae está en el hospital cuidando a su tía —mencionó. No le quedaba mucho tiempo para llegar y terminar su conversación. Si bien sabía que la relación de TaeHyung y SoMin era más competitiva que amistosa, sintió que debía saber de él. Al fin y al cabo, conviven y los hacen amigos, ¿no? Deben interesarse en ellos, ¿no? —. No te había preguntado, ¿cómo va todo con lo de tu padre?

—¿Qué? —La pregunta le pareció sacar de lugar—. Oh, disculpa, me tengo que ir. ¿Hablamos luego? 

No le dio tiempo ni de despedirse, pues ya le había colgado el celular antes de siquiera procesar sus palabras. Aunque de todas maneras no le iba a dar tiempo de seguir conversando con ella.

JiWoo seguía teniendo la imagen de chica mala, a algunos les molestaba y a otros les agradaba. Para ella, aquellos que la deseaban solo por dar esa imagen le parecía patéticos en todo sentido, mas no podía negarse y aprovechar esa popularidad. En sus inicios como universitaria todavía se negaba a dejar de salir con sus amigos —los nuevos—, jugar o estar en casa componiendo hasta tarde, por eso acudía a los de último año que más le pedía salir.

—Tengo que hacer esto —dijo. Tendió una pila de papeles. Vio el chico asustado y confundido, no sabía qué hacer. Pegó de vuelta los papeles a su pecho y cambió su expresión a cansancio—. ¿Sabes que si estoy ocupada el fin de semana no podré ir de cita contigo?

—¿En serio?

—Sí —canturreó con un puchero—. En casa tengo que cuidar de mi abuela porque mi padre casi nunca está, es una pesadilla hacerlo y tener deberes pendientes.

—¿Quieres que te ayude? Te hago la mitad para que tengas menos cosas que hacer y así puedas estar libre para nuestra cita el sábado, ¿te parece? 

JiWoo miró al chico de cabello castaños. Su altura era increíble a comparación suya, incluso su mano era grande. Le parecía atractivo, su cabello siempre alborotado, buen cuerpo con cabeza pequeña, cuello largo y espalda ancha. Estaba ejercitado, sin ser mucho o poco. No recordaba siquiera su nombre porque para ella siempre fue el jefe de último año, de paso inteligente y el mejor de todo.

4TOXIC ✧ KARD FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora