TaeHyung no disfrutaba para nada el maltrato físico que su padre le hacía recibir, pero lo prefería por encima del psicológico que de pronto comenzó aplicar obligándolo a ir a misa. El simple hecho de ser una persona tan tradicional lo hacía notar cuán falso y fanático era frente a la prensa incluso después de estar en sus últimos momentos de vida, con canas por doquier y una tercera pata que lo ayudara a mantenerse en pie. TaeHyung amaba hacerlo enojar, aunque a veces ni lo planeaba y le salía tan espontáneo como sus chistes de mala calidad, si bien su parte favorita nunca fue la de los golpes desde el primero que le dio teniendo apenas unos ocho años, no le importaba tanto.
Por más que intentaba no hacer nada malo con su nueva vida universitaria, no podía siquiera lograrlo ya que era algo suyo, de su personalidad. Así que el mínimo detalle aceleraba la furia de su padre que lo conllevaba a cometer tal abuso de autoridad hogareña. Por más que le había permitido volver hacer sus cosas, lo había hecho con la condición de estar con él el mayor tiempo posible y acompañarlo a misa siempre que tocase, respetando las costumbres familiares y honrando a los fallecidos.
Con su llegada a la universidad veterinaria para evitar a toda costa la política y no seguir los pasos de su padre, logró mantener su racha en todo aspecto. Siendo uno de los mejores estudiantes y el más alabado por su belleza de dioses y su personalidad fresca, derritiendo los corazones desde las más jóvenes hasta las más arrugadas, como las profesoras a la que, de no ser por su notoria inteligencia, no desaprovecharía la oportunidad de obtener tantas cosas.
Hubo un punto en el que extrañó a su amigo, Matthew. Con la llegada de la primera fase de las finales no lo había visto mucho tiempo desde aquella vez que se reunieron para el plan contra SooBong; a las chicas las veía de vez en cuando cada que salían en grupo de estudio para comer luego de un arduo trabajo. No era mucho, pero a comparación con Matthew era suficiente. Sin embargo, de la nada no contestaba sus llamadas ni mensajes. En varias ocasiones habían logrado hacerse lugar para hacer pequeñas reuniones, pero siquiera el recepcionista del edificio donde estaba La Guarida lo había visto desde hacía un tiempo.
—¿No parece extraño que haya desaparecido así?
—¿Y si se fue a Estados Unidos? —inquirió SoMin acariciando la taza de café entre sus manos.
—¿Es posible? No creo que tenga el dinero suficiente para eso.
TaeHyung salió corriendo de ese lugar apenas terminó su descanso para cumplir con su padre el cual le pagaba todas sus hazañas e incluso su matrícula universitaria, por ello seguía estando en ese lugar y soportaba tantos abusos. No lo odiaba ni mucho menos lo quería, pero para él eso era lo que necesitaba mientras estuviera con vida ambos a la vez. Luego de su pronta muerte, tendría parte de su riqueza, y le dejaría a los mayores la parte de las posibles deudas que de seguro nadie le confiaría de por sí.
En ningún momento parecía extrañar a su madre, la cual una noche cualquiera de su infancia se fue por donde entró y jamás volvió. No era tonto, sabía muy bien incluso para ese momento lo que pasaba con ella y desde entonces la admiró un poco por haber sido tan valiente y escapar de ese infierno al que a duras pena llamaba hogar. Aunque su tía, HyoJoo, era partícipe en la formación de su personalidad, lo que más influyó en él fue la valentía de su madre y poder ir en contra de las reglas ejercidas dentro del hogar y el mundo.
Entendía que puso su propio bien por encima de los demás por los abusos constantes y el menosprecio de las otras mujeres antes de ella; TaeHyung nunca dudó el amor que ella sentía por él y todo el bien que le deseaba. Ella se lo había dicho antes de marcharse, pensando que estaba dormido.
Nunca le prometió volver y lo agradeció, porque sin duda no habría podido esperar a alguien que sabía que nunca iba a llegar. No la odiaba, tampoco la quería, solo deseaba que le haya ido bien con todo y su vida fuese mejor que la suya misma para que el sacrificio y todo su aguante no haya sido en vano. Pero jamás lo sabría, ni recordaba su nombre.
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4TOXIC ✧ KARD Fanfic
Fanfic[BORRADOR COMPLETO] JiWoo, SoMin, BM y J.Seph son hijos de mami y papi, cuatro jóvenes amigos muy cercanos que se aman y sobrepasan la amistad, se cuidan pero también se engañan, se manipulan, se celan. Este cuarteto ama hacer travesuras, son...