Capítulo 06: Querido..., te ayudo en lo que quieras

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El sábado de resaca había llegado. JiWoo, por su lado, se removía en su cama sin poder dormir. Eran las once de la mañana y no había podido caer en los brazos de Morfeo como deseaba. Después del beso que tuvo con Matthew se sintió desorientada, tanto que incluso sus amigos le preguntaban qué le pasaba para sólo obtener una respuesta indicando que estaba bien.

Después de ese beso que quiso hacerlo pasar por un sueño —pero no lo logró ya que no había dormido ni cinco minutos—. Luego de eso no volvió a ver a su amigo... ¿O sí? No lo recordaba porque su vista se había vuelto nublada, la luz de la discoteca pudo hasta producirle una epilepsia y la gran cantidad de alcohol que consumió después pudo haber hecho de la suya. Lo último que supo de ella fue cuando sus amigos la ayudaron a subirse al auto del padre de Ashley —que sin duda estaba preparando su castigo al ver su preciada obra en el cuerpo de su irresponsable hija— y asimismo cuando la entregaron a su padre somnoliento que luego la llevó a su habitación, todo a mediados de las cinco de la mañana.

Sin embargo, a pesar de haber pasado por todo aquello estando lo suficientemente fuera del mundo, el sueño nunca se le presentó.
Alguien tocó la puerta de su habitación, y al entrar JiWoo vio a su abuela con una bandeja en manos.

—Me contaron que llegaste borracha —dijo con voz dulce, pero dura—. Aquí tienes una sopa para la resaca. La preparé yo misma —sonrió la viejita quien se había sentado a un lado de la cama junto con la joven.

JiWoo mostró una sonrisa, medio falsa, medio melancólica; se dispuso a comer de la sopa que le había preparado su abuela. Ésta última se percató de la mirada de la chica que, más allá de mostrarse cansada, vio algo extraño. Acarició la mejilla de JiWoo, cariñosamente.

—¿Qué ocurre, pequeña? —preguntó la anciana.

JiWoo negó con la cabeza, sin levantar su vista.

La señora se levantó, arregló su larga falda hasta alisarla. Tras eso se acercó a la salida, se giró y pronunció:

—Los corazones rotos y destrozados no se reparan con alcohol. —enunció, dulce. Suponiendo la razón de sus acciones, no tan lejana a la realidad—. Si necesitas de mí, llámame. Procura no quedarte como una vaca preñada en la cama.

JiWoo entrecerró los ojos y vio a la señora irse. Terminó de tomarse lo que quedaba de la sopa, se dio un baño frío y a medida que lo hacía reflexionaba, cosa que evitó que cantara una de sus tantas creaciones o de su padre, o que se le ocurriera piezas nuevas. A la vez, se preguntó si sería buena idea ir con sus amigos —que dudó encontrarse con los chicos en plena luz del día— o quedarse en su casa con la excusa de la resaca.

Al salir del baño con la toalla alrededor de su cuerpo y otra sobre su cabeza, revisó su celular que tenía múltiples mensajes en el chat nombrado KARD. En parte quería saber por qué tantos mensajes, pero a la vez no.

Tiró el celular de vuelta a la cama tras apagarlo para buscar una ropa cómoda y así andar todo el sábado en su casa.

Sentía que sería lo mejor, porque si veía a sus amigos como el último mensaje indicaba, de seguro la cara se le caería por la vergüenza interna.

***

—Es extraño que JiWoo no haya decidido venir aquí con ustedes —pronunció SoMin desde la cocina.

J.Seph y Matthew estaban recostados en los sillones color bermellón combinados con los otros tonos oscuros del lugar; con aquel estilo gótico y oscuro iluminado por el gran ventanal de la sala que da a la calle. Un salón lleno de historias, el principal cómplice de los jóvenes. Por primera vez las paredes desearon no tener oídos para no escuchar los maliciosos planes de aquel cuarteto.

4TOXIC ✧ KARD FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora