Capítulo 22: Cambios inesperados

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—Cambio de planes.

Fue lo primero que SoMin pronunció apenas escuchó las pisadas y risas tras ella. Su voz era fría como un helado y dura como el pan viejo, sin una pizca de emoción al igual que su semblante y ojos mirando la nada. Sus manos rodeaban una taza de té caliente, aunque estuviera allí desde hacía un rato, sentada en el tapete con las piernas cruzadas, su cuerpo no terminaba de calentar.

Los tres alborotadores se pararon en seco al escuchar resonar la voz de la pelinegra, fuerte y clara, poderosa e intimidante.

—¿A qué te refieres? —Al rato, después de discutirlo con miradas y cejas bailarinas, JiWoo logró animarse a pronunciar con voz temblorosa. No querían esa respuesta porque ya suponían cuál era.

SoMin giró un poco para ver a sus amigos más cerca de ella con una sonrisa insinuante. Más relajada, dejó con delicadeza la taza en una mesita frente a ella para luego levantarse de un salto entusiasmado.

—Nosotros mismos nos haremos cargo de él. Ashley —arrugó el rostro—, bueno, ella no está haciendo nada.

—¿Cómo lo sabes? —TaeHyung enserió su rostro también.

—Contactos —respondió automática—. En realidad, no me da buena espina y es muy cliché. ¿Qué es mejor que vengarse uno mismo?

—¿Qué propones? —saltó JiWoo una vez más, impidiendo que Matthew dijera algo siquiera. Estaba dolida por esa desconfianza de SoMin sobre una de sus amigas más cercanas.

—No lo sé —Había puesto su caminar en marcha hacia el bar con brazos cruzados—. No puedo creer que sea la única capaz de hacer buenos planes en este lugar.

—Es porque no nos interesa, SoMin. Es algo tuyo, si te ayudamos es porque queremos. ¿Qué ganamos con esto? —Matthew se dirigió a ella, apoyando sus codos y espalda en el mostrador oscuro.

—Mi más sincero agradecimiento, claro.

—¡Ja! Entonces no cuentes conmigo.

—¿Por qué, Tae? ¿Tengo que recordarte todas las veces que te salvé el trasero? No seas mal agradecido.

De no ser por la mano de JiWoo sobre el pecho, el retado se hubiera acercado a ella para encararla. TaeHyung lo agradeció, más por el hecho de no tener algo que decirle y evitar otro bochorno. Abrió y cerró sus labios gruesos como un pez, dejó de hacerlo cuando SoMin sonrió.

—No tienes nada que decirme —acercó su rostro cuando solo los separaba un paso más. Desde su altura pudo notar la mandíbula apretada del chico, echando fuego con sus ojos desde lo más profundo. SoMin lo miraba desafiante y con los brazos cruzados—, ¿o sí? —No esperó que pasaran los segundos suficientes para recibir una respuesta y pronunció—: No, claro que no.

—SoMin, ¿qué te sucede? —Matthew la agarró por el brazo, no tan fuerte, pero tampoco suave. Pudo sentir su blanquecina piel hidratada y con una textura que le recordó al algodón, en otra situación se hubiera entretenido con ello.

La mencionada soltó el agarre de un tirón brusco que dejó aún más perplejos a los otros dos tras ella.

—¿Saben? No los necesito. Nunca los necesité. Puedo hacerlo sola, incluso conquistar el mundo.

Los tres la vieron marcharse sin más, farfullando y muy molesta.

—Volverá.

—¿Eso crees? —Lo miró, todavía tenía la expresión de asombro, confusión y preocupación pintada a la perfección en su rostro.

—Lo hará —respondió otra voz sin dejar de ver la puerta por donde SoMin fue vista por última vez.

Pero eso no había pasado. Una semana se convirtió en un mes sin saber de ella, lo cual lo habían presentido luego de caer en cuenta de lo sucedido. Orgullosa y terca, así la describían y le quedaba más que bien.

4TOXIC ✧ KARD FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora