Capítulo 10

285 58 100
                                    

Luego de pensarlo mucho ¿Desde cuándo yo tengo moral? Quizás no estoy en el lugar equivocado, es el correcto para mí. Aunque de algo me encuentro segura, nadie pero nadie me dice qué hacer, ni siquiera un internado.

La chica a la que le quemé el pelo lo entendió a las malas, pues este lugar también lo va a comprender, solo necesitaba un incentivo.

Miro mi encendedor y veo fijamente el fuego de este. Sí, me lo metí a escondidas cuando me trajeron aquí. Bueno, solo necesito una salida y estará todo listo para el show. Porque obvio no me voy a quemar con todos adentro.

—Así que este conducto sale al bosque —le digo a Inder que me acompaña en la cocina del instituto.

Por suerte no hay nadie a esta hora.

—Así es. —Asiente.

—Ven conmigo —insisto para que no muera quemado vivo con los demás, aunque no lo sepa.

—De acuerdo.

No se lo pensó mucho, me parece raro, pero no le presto atención.

Preparo un camino de alcohol y armo un explosivo con objetos caseros. Sí, soy toda una experta en esto, pero Desh no lo sabe, por imbécil. Ahora sufrirá las consecuencias.

—¿Qué haces? —pregunta Inder.

—Nos doy tiempo para nuestra fuga —me invento.

En realidad para matarlos a todos.

Tiro mi encendedor, agarro su mano y salimos corriendo por el túnel. Cuando la cuerda quemada llega a donde debe, se escucha el estruendo, sin embargo para ese momento ya estamos en el bosque y vemos el humo del fuego generado por el ahora destruido Internado Crawford.

Puedo ir los gritos, y de algún modo me satisface. Sabía que no tenía en realidad conciencia de mis actos. Esto es mágico, soy realmente una mala persona.

—Nahira, me iré ahora —me aclara Inder y lo miro sorprendida.

—¿Es porque te mentí?

Sonríe.

—Claro que no, es que debo seguir mi camino.

—¿Y ese cuál es? —Alzo una ceja.

Se me acerca y toma mi barbilla.

—Adiós. —Siento el suave tacto de sus labios en los míos, su húmeda boca se aleja y lo veo marchar.

Es algo vacío, pero me parece bien, es solo que extrañaré esa mirada profunda.

Giro mi vista al fuego y olvido ese vacío, mantengo la fría sensación de malicia. Doy la vuelta entonces me voy caminando, dejando las llamas detrás de mí, haciéndome sentir triunfante.

Yo gané.

Al fin conozco qué es ser del alto rango. Matas o te matan. Esto es un purgatorio sin camino de ida al paraíso, solo al infierno. Es un matadero de delincuentes, el internado Crawford lo es y solo quién es capaz de asesinar sobrevive.

Pero ya no más, porque acabé con todo este infierno.

La cura fue peor que la enfermedad, y me encanta, ya no me quedaré sin sueño.

El fin.

Internado CrawfordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora