Hazel no podía dormir, no es que el insomnio fuera algo particularmente malo o raro en ella, de hecho, era algo tan cotidiano como respirar. Cuando Frank y ella aún estaban juntos, ella solía escaparse algunas noches a la habitación del pretor para poder dormir, cuando dormía en el campamento mestizo y tenía problemas para dormir se pasaba a la cama de Nico o, en su defecto, se la pasaba en vela platicando con él sobre cosas de la vida y de la muerte.
El caso es que ahora, con su hermano desaparecido y con su relación hecha añicos, Hazel no podía recurrir a ninguno de sus métodos favoritos para combatir el insomnio, por lo que opto por salir a caminar para despejarse la mente.
Muchas cosas estaban pasando últimamente, y aún así era de las cosas más normales que había vivido. Demasiados cambios, tantos que hasta cierto punto llegaban a ser abrumadores. Primero, estaba su ya no tan reciente soltería, y aunque intentaba fingir que no le importaba, si que lo hacía, de hecho lo hacía mucho, y más cuando tenía que ver a la "feliz pareja" que formaban Andrea y Frank, le dolía aún cuando ya había pasado un mes y un par de semanas desde que terminaron, le dolía porque en alguna parte de su terco corazón había esperado que Frank luchara un poco más por ella, que por lo menos no se hubiera puesto de novio con la hija de Venus de manera oficial tan rápido... pero lo había hecho, a penas había pasado una semana cuando sus compañeros de campamento le dirigían miradas de compasión, al principio no entendía porque, pero en cuanto entró al comedor entendió todo. Frank y Andrea estaban sentados en una misma mesa, se veían tan acaramelados que incluso podía haber sido una escena sacada de una película de amor.
Clarisse había estado muy orgullosa de ella ese día, se lo había dicho y la había escuchado pensarlo, pues en lugar de largarse a llorar a la cabaña trece, avanzó con paso seguro y se sentó en la mesa de Ares, importándole poco las miradas extrañadas que los hijos de la guerra le dirigían o las de compasión que el resto del campamento le dedicaba. Comió con la frente en alto, e incluso bromeó un poco con Clarisse, viéndose mucho mejor de lo que en realidad se sentía.
La relación con la griega era otra cosa que había cambiado de manera significativa, y al menos ese cambio era agradable. Clarisse había pasado a ser una "conocida no muy agradable a menos de que se lo propusiera" a una amiga y confidente. Ayudó mucho el hecho que ahora compartieran un vínculo mental, pero la verdad era que la hija de Ares le había mostrado una cara que ni siquiera se había imaginado que tenía, y estaría eternamente agradecida con eso.
Un cambio más leve, en cambio, era el hecho de que ahora, por lo visto, pertenecían o pertenecerían en algún momento, al ejército de Caos. Y aunque sonaba como algo muy grande, era el cambio más leve porque, a excepción del hecho de que ahora podía escuchar veinticuatro siete los pensamientos de sus amigos, era el que menos repercusiones había tenido en su vida cotidiana, y la verdad, era el más intrigante de todos. No sabía a ciencia cierta que era lo que aquello implicaba, que tendrían que hacer o que consecuencias traería para ellos, por lo que ninguno pensaba mucho en ello. Tal vez lo más curioso de todo ese asunto de Caos era Percy, quien, por extraño que suene, parecía ser el que más sabía del asunto, pero se guardaba la información por alguna razón que le era desconocida a todos.
Y el cambio que más le había dolido, era el de su hermano, o mejor dicho, la ausencia de este.
Había pasado un mes, y cada vez Hazel estaba más preocupada por él. Sabía que no estaba muerto, sabía que ninguno de sus amigos lo estaba, pero no los podía sentir, era como si estuvieran, pero al mismo tiempo no. Era confuso. Era extraño. Era frustrante. Para todos, y el hecho de que Quirón hubiese caído en una especie de sueño no era de mucha ayuda.
"Pareciera que esta dormido" dijo Piper cuando vieron al centauro por primera vez postrado en la cama de la enfermería "Dormido no" había dicho Percy extrañando a todos "Pareciera que está en coma", sus palabras tenían un especial peso, pues se notaba que hablaba desde la experiencia, Hazel no pudo evitar preguntarse cuantas veces alrededor de ese año el hijo de Poseidón había visto con la misma mirada lastimera pero esperanzada a su madre, pero pensar en un Percy solo en un cuarto de hospital con la siempre cálida Sally Jackson inconsciente, le provocaron ganas de echarse a llorar.

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Traición?
FanfictionYa sabes de que va esto; Una conspiración, amigos de toda la vida que te dan la espalda, amores que no son lo que pensabas, el "héroe del Olimpo" traicionado y desterrado el cual jura venganza y se une al ejército enemigo. En Fin una típica historia...