Consecuencias «YK»

Más Que Una Lágrima

«El señor Jihoon llegó directo a sus obligaciones en la empresa,a decir verdad,dudo que estos días se presente en la universidad,aunque ya haya preguntado por usted, Jungkook-ssi»

Las palabras dichas por su primo se repitieron otra vez en su cabeza,y por un par de segundos dejó de escribir en su laptop.

Jungkook tragó débilmente al volver a experimentar la presión que la sola presencia de su padre en la ciudad,le generaba;porque de sus resultados académicos también dependía la estadía de su hermana en el internado,donde la mantenían casi con nulo contacto con él...él no podía permitir que Yuna siguiese pagando las consecuencias de su debilidad.

Su vista,que se había perdido,volvió a fijarse en el avance de su investigación reflejado en la pantalla de su laptop.Suspiró y volvió su atención al trabajo.Mordió su labio y una sonrisa quiso adornarlos;se había esforzado tanto en esas hojas guardadas,se había desvelado durante noches desde que el trabajo les fue asignado,debía esforzarse por él y por Hoseok,confiaba en él,pero sabía que el pelirrojo solía hacer las cosas justo en el tiempo final y a pesar de creer en el beta,Koo se tenía un poco menos de confianza,por eso había hecho gran parte del trabajo.

—Bien,esto debe bastar para que el sábado podamos concluir—se dijo buscando animarse.

Los ojos grandes y cansados de Jeon viajaron una vez más a un grueso libro del que momentos antes había estado obteniendo información,y que descansaba,junto a otros cinco,en la lisa y pulcra madera del escritorio en su habitación.Durante varios minutos revisó si alguna información podría serle de ayuda,y tras percatarse que ya no obtendría más,terminó por cerrar el libro,posteriormente haría lo mismo con su archivo.

Finalmente se levantó y luego de apagar la pequeña lámpara que lo acompañaba,se dirigió a su cama.Se frotó el cuello cansado y no supo por qué razón aquel rostro amable y de cálida mirada negra,llegó a otra vez a él.

El castaño se quitó el delgado suéter que se colocó después de su ducha en esa fría noche,y acomodó las mantas para colarse entre ellas.

—¿Sería mi imaginación?—se preguntó al momento de acostarse, una sensación de preocupación se había quedado en su pecho desde el momento que se percató de aquello.

Giró su cuerpo y se tocó, inconscientemente,el codo interno al recordar haber visto justo en esa parte del cuerpo de la madre de Min, ciertas marcas conocidas para él.Un vacío se formó en su estómago.

—Min Sandara—mencionó casi en un susurro,parpadeó un par de veces al intentar dejar pasar por alto la preocupación que lo inquietaba—Es una mujer muy hermosa—reconoció con una sonrisa,algo de ella le recordaba a su propia madre,eran casi iguales,ambas parecían desbordar ternura y amabilidad. Segundos después,el recuerdo que comenzaba a ser agradable fue desapareciendo.

Koo se removió incómodo bajo sus mantas y se abrazó ligeramente a su almohada.

«Me enferma tu ridícula forma de ser. Ódiame...porque quiero hacerme dueño de ti,Jungkook»

Recordar semejante afirmación le erizó la piel,incluso el frío caló más en él.

«He decidido que serás mío de verdad.Voy a meterme tanto en tu mente al grado que sólo pienses en mí»

Tras cerrar sus ojos,esa última frase soltada por Min antes de que lo besara,volvió a su mente.No sabía cómo había ocurrido,pero la verdad es que desde que sus vidas se cruzaron casi trágicamente aquella noche,no había momento en que ese ser de ojos gatunos no estuviera presente en su mente.

Tragó pesadamente al intentar ignorar la voz de su omega interior que le advertía que ya no lo pensaba como antes...ya no había pavor...hubo momentos en que recordó a ese que creía un demonio,con desconcierto, con agradecimiento puro e incluso, con pena.¿Pena?...sí,sintió pena por él y su madre.