Compenetración,Celos

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Habían pasado más de tres semanas desde aquella noche en la casa Min. La clase de cálculo avanzaba desde hacía ya más de veinte minutos.Los ojos estrellados de Jungkook,veían a su profesor hacer golpear la tiza contra el pizarrón al estar anotando con perfectos números,la forma de resolución de un problema recientemente planteado.

Sentado tras su escritorio,con una libreta y un libro abiertos, experimentaba la tibia sensación de la resonala golpeándolo,calentándolo más que el hoodie negro que portaba, en ese día casi despejado del frío invierno.

Y mientras sus ojos se perdían al frente,él llevó una de sus manos a sujetar el colguije de estrellas que, como se venía haciendo costumbre, ese día también había usado.Sujetó la metálica estrella más grande y rozó uno de sus filos sobre sus rosados labios,sintiendo un cosquilleo producto del contacto,pero ignorandolo segundos después al perderse en sus pensamientos.

Aquella noche en la residencia Min, había sido tratado como un miembro más de la familia;una sensación de placer lo había embargado al pasar las horas entre charlas y distintas anécdotas contadas–unas con alegría, otras a regañadientes–por los tres Min presentes.La familia de Yoongi era genial,o al menos así lo sintió esa noche.En aquella ocasión no se había dado cuenta en qué momento se habían dado las tres de la madrugada sentados en aquella habitación, Sandara les había ofrecido quedarse, pero Yoongi se había negado,así que con una promesa de volver,ambos habían partido.

El colguije de estrellas que estaba rozando en sus labios,se detuvo sin que él se diera cuenta.El profesor seguía con su clase e interactuaba con un par de estudiantes y él no prestó atención.

"Aquella noche" pensó el castaño.

Aquella noche,de madrugada,había caído sobre el colchón de la cama del pelinegro,con Yoongi sobre él,luego de que de pie lo desnudara.La piel de Jungkook se erizó al recordar.Apenas pasaban de las cuatro de la madrugada cuando comenzaron a tocarse;esa noche Yoongi lo había besado tanto hasta enrojecerse los labios.Besó cada parte de su piel y lugares que ni siquiera sabía que lo podían hacer sentir tan bien.El alfa se había enterrado en su cuerpo lentamente y tan dentro,haciéndolo arder por la necesidad que le hizo sentir.Escuchar su voz ronca preguntándole si le gustaba,y sintiéndolo penetrarlo tan hondo para hacerlo responder que sí,era algo que aún,tres semanas después,no podía olvidar.

Aquella noche,fue como hacer el amor.

La sola sensación le quemó el pecho y se lo volvía a quemar con sólo volver a recordar.

La claridad de un nuevo día los encontró exhaustos,desnudos, sudados,con sus cuerpos pegados al otro y todavía haciendo algo parecido al amor.

Un rubor se plantó en sus mejillas en ese día frío,en medio de su clase.

Él se había despertado pasado al mediodía y había dejado a Min todavía durmiendo,aquella vez había logrado controlar el pudor un poco más y se fue sólo dejándole un emparedado preparado junto con una nota,explicándole que tenía cosas que hacer.

Un suspiro pesado escapó por sus labios y un par de sus compañeros lo voltearon a ver.

—Joven Jeon—el profesor lo llamó,él pestañeó un par de veces y enfocó su mirada en el docente—¿Todo bien?—añadió el profesor con medio tono de molestia.

Jungkook enrojeció y tras enderezarse,batalló para terminar asintiendo.

—Quiere explicarme por favor la metodología que acabo de plantear—pidió dejando la tiza en el borde de la pizarra y girando su cuerpo a él, viéndolo con una ceja encarnada.

El castaño se puso de pie al asentir,en un acto de mera inercia.Observó el problema,letras y números que en ese momento,con los ojos de todos los presentes pesando sobre él,no entendió qué demonios significaban.

Consecuencias «YK» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora