Consecuencias «YK»

Almas Desnudas

—¿Te sientes mejor?—Wendy acarició el cabello de Jungkook, sonriéndole.

Éste correspondió el gesto aun con somnolencia luego de haber sido despertado de pronto. Le asintió—Gracias.

—Tengo una duda—preguntó en voz baja—¿por qué estás obedeciéndole?

Jungkook se sentó en un sofá sintiéndose nuevamente extraño, y aunque sus ojos escocieron se animó a formar una sonrisa.

—Porque no quiero enfrentarlo. Yugyeom cree que estoy perturbado y de verdad necesito que entienda que no es así—dijo—Lo que más deseo es su comprensión.

Jungkook prefirió no decir más, tenía el tiempo encima y estaba asimilándolo. El médico había solicitado estudios y era cuestión de tiempo para que Yugyeom supiera la verdad completa. Sus ojos volvieron a picar y buscó calmar su desasosiego... para que las cosas saliesen bien, necesitaba convencer a su primo.

La mirada de Wendy pareció compasiva.

—Me gustaría mucho ayudarte—dijo tomándolo de ambas manos.

—Puedes hacerlo—Jungkook no dejó de verla a los ojos suplicando que lo hiciera—Sabes cómo.

—Wendy—la voz de Yugyeom sonó luego que abrió la puerta de la habitación. A la chica Min se le formó un nudo en la garganta pese al sobresalto—vamos.

Jungkook le asintió despacio y la soltó.

—Sí—dijo ella, Jungkook no estuvo seguro a quién—Lo siento—añadió alejándose.

Antes de que Yugyeom cerrara la puerta para dejarlo solo, ambas miradas se encontraron de nuevo. Jungkook tuvo el impulso de decirle algo, pero el alfa habló primero:

—Volveré mañana, descanse—hizo una pausa—y, hablaremos.

Koo tragó saliva cuando se quedó solo en esa enorme habitación. Se recostó en ese sofá y ocultó su rostro entre sus manos, se sentía caliente, posiblemente con algo de fiebre y rogó porque Wendy pensara en él. Era su segunda mejor opción después de intentar tocar el corazón de su primo.

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—¿Has pensado que harás?—Wendy preguntó al salir del departamento, inquieta. Volteó a ver a la persona que cuidaba la puerta antes de fijar toda su atención en Yugyeom.

—Sí—dijo él y la vio insatisfecha, por lo que agregó—Pensaré en lo que dijiste sobre sus amigos, aunque francamente no confío en ellos.

Wendy se abrazó a sí misma—Le sentará bien.

Él asintió—Eso espero.

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La noche terminó de caer mientras Yoongi esperaba en su auto. Frustrado, golpeó el volante y bufó cuando su celular sonó. Era Seokjin.

—¿Qué quieres?—respondió harto al salir de su auto.

—¿Qué estas haciendo y cómo llegaste ahí?—su voz era seria.

—Qué hago, ya lo sabes. Cómo llegué, seguí a Yugyeom—respondió haciendo a Seokjin soltar el aliento. Yoongi pasó de largo el auto de Yugyeom y se adentró al edificio—Necesito asegurarme de algo.

—Te pedí mantenerte al margen.

El menor lo escuchó mientras localizaba el listado de los residentes en ese edificio.

—Yoongi no te precipites—pidió—Escúchame. Déjame hablar con Wendy, es lo mejor, si ella sabe algo es más probable que confíe en mí.

El alfa localizó el piso y letra del departamento del único nombre familiar que encontró.