Fragmentos Dispersos

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«Prométeme que no te irás» Recordar esa frase en la voz abatida de Yoongi le hacía sentir un nudo en la garganta. A pesar de asegurarle que se quedaría,podía sentir la mirada gatuna observarlo con insistencia,a través del retrovisor,al conducir detrás de él de vuelta al hotel.

Los ojos estrellados de Jungkook seguían pendientes de Yoongi delante de él.Sonrió y suspiró.Aún no se deshacía del ligero estremecimiento que la expectativa del qué tendrían en frente le provocaba,pero sabía que pasara lo que pasara,se quedaría con él.

Las nubes en el cielo ocultaban el brillo de la luna y esto hacía la carretera más oscura de lo normal.Al llegar al hotel,se estacionó justo al lado del auto de Yoongi;éste bajó de inmediato y el menor lo hizo tras él.

Yoongi se revolvió el cabello al recargarse en el capó de su auto—Debiste hacerme caso cuando insistí en dormir en otro lado—su voz sonó ronca.

Jungkook se acercó con media sonrisa a él y le tomó la mano,arrancándola de su bolsillo.

—Te dije que,si vamos a afrontar esto, lo haremos de verdad.No fingiremos que no pasa nada—apretó suavemente su mano—Estar aquí, servirá para recordarnos dónde y en qué situación estamos.

Koo quiso jalarlo para hacerlo seguirlo al interior,dejando así vacío el pequeño estacionamiento,pero Yoongi lo detuvo.

Jungkook volvió a sentir que sus ojos escocían cuando él lo apretó contra su pecho.Yoongi no dijo nada,pero la forma como estaba apretándolo y el latir fuerte de su corazón audible bajo su pecho duro,generaron en Jungkook el deseo de quedarse ahí por mucho tiempo.

Yoongi pegó su nariz en el castaño cabello mientras Jungkook le acariciaba la espalda.Llevó una de sus manos a alzarle el rostro.Cuando encontró esa mirada triste y noble puesta en él,tragó pesadamente. Analizó el bonito rostro y la forma en que Kook respiraba despacio,sin dejar de verlo un segundo.Las palabras se le atoraron en la garganta,negándose a salir.

Kook merecía mucho más que él,lo sabía,pero no quería dejarlo;se lo reconoció al acercar sus labios a los entreabiertos de él.Quería intentarlo, hacer que todo funcionara.Lo necesitaba.Quería decírselo y que le quedara claro,pero no encontró la forma.

Ambos alientos tibios se mezclaron.

—Vamos adentro—Jungkook terminó susurrándole casi sobre los labios sin saber cómo soportó la tentación, cuando Yoongi separó sus labios buscando besarlo.Su cuerpo estaba tibio y ansioso por más contacto,pero debían hablar,mucho.

Min resopló derrotado y volvió a revolver su cabello.

—Hay un desastre allá arriba.

Jungkook apenas pudo sonreír al entrar con él de la mano.Pensar que Yoongi tuvo una sensación tan dolorosa e insoportable al saber que él se iría,la misma que lo orilló a hacer a un lado su orgullo por buscarlo,le apretaba el pecho y lo hacía sentir feliz al mismo tiempo.Él había sentido lo mismo que Yoon.Esa sensación de pérdida y dolor había amenazado con desgarrar su alma y lo había hecho volver a buscarlo, arriesgándose a volver a sufrir.Había sabido que,de cualquier forma,ese dolor que pudiese venir no sería peor que lo que sintió al dejarlo de lado.

Cuando cruzaron el umbral de la puerta,cientos de pequeños vidrios destellaban en el suelo,reflejando la luz proveniente de la ventana, mostrando lo poco que quedó de la bonita mesa de centro.A un costado de la cama había una lámpara ladeada y diversos objetos sin romper sobre la alfombra,acompañando a éstos,también había ropa tirada, seguro había caído cuando Yoongi se cambió,pues reconoció el pijama que había portado.

—Te dije que no era buena idea dormir aquí—dijo él al verlo mirar en silencio su pequeño desastre. Jungkook era tan ordenado que seguro eso podría darle jaqueca—Aún podemos...

Consecuencias «YK» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora