Formado el ejército regular y con un objetivo en mente, las dos legiones fueron enviadas a las tierras del Norte a someter a todos los salvajes que seguían inmersos en sus guerras civiles lo que sería aprovechado por los evangelistas cuya sed de sangre solo fue apaciguada debido a la necesidad de mano de obra barata.
Seis mil hombres cruzaron el Río Luperca, con camino a lo que hoy serían las ciudades de Milán, Nápoles y Turín, su trayecto a través de los robustos bosques que se alzan cual edificios, protegidos por un manto de niebla simulando el sexto anillo del infierno a donde son arrojados los herejes, sectarios e idolatras, hizo que muchos regulares se perdieran en la marcha tardando días en reunirse con la cabeza del ejército, otros simplemente no lo consiguieron.
Los apóstoles que asumían el rol de jefes de campaña ordenaron montar un campamento en las colinas Mulnam (Milán) a sabiendas de que estaban siendo rodeados por los salvajes que creían oportuno atacar a los invasores cuando el sol se apagara y toda la visibilidad dependiera de la limitada luz de las antorchas.
Posiblemente la estrategia de los evangelistas sería aguantar a como diera lugar, todos eran conscientes de que el ataque sería cuando menos confiados estuviesen, incluso resultaba perplejo que los infieles les permitiesen descargar todo el armamento bélico y de montar sus tiendas, Samarión, dotado de ese intelecto que le caracterizaba, se puso al frente de la defensa ya que la propuesta había sido suya lo que de resultar en éxito le conseguiría ascender en la cadena de mando.
En principio el estratega dibujo una especie de circulo con una idea demasiado descabellada, en primera línea se colocarían a los lanceros que, mediante sus largas armas, mantendrían distancia con los asaltantes, detrás se encontraban los arqueros y la carne da cannone en compañía de la caballería quienes cual horda descontrolada, asesinarían a voluntad toda la resistencia restante.
La estratagema se discutió en una reunión y aunque fue subestimada, ninguno de los presentes propuso una mejor defensa.Cuando la luz del sol se sumió en el manto de la noche, los salvajes se lanzaron con gritos, cuernos de bestias, antorchas y caballos sobre los invasores que siguiendo al pie de la letra las instrucciones de Samarión, detuvieron la férrea avalancha hereje que paso a ser disminuida bajo el fuego constante de los arqueros. No había pasado ni una hora de iniciado el ataque cuando la voluntad de los atacantes comenzaba a flaquear con las incontables bajas que se acumulaban en una pila de cadáveres alzándose cual montaña, pero, cuando decidieron emprender una retirada desorganizada fueron abatidos por las cargas de los caballos y las frescas tropas de la primera columna que mostraron una descontrolada furia contra sus agresores que solo culmino al alba.
1200 salvajes fueron encadenados y enviados por una escolta hasta Romel, se presume que otros 2000 fueron asesinados durante la batalla, mientras que las pérdidas de los invasores fueron mínimas, el éxito llevo al ejército a someter más tribus alcanzando el saldo de 6000 mil prisioneros con el doble de muertos sin sufrir severas perdidas que no fuesen repuestas por los incesantes triunfos que comenzaban a sonar en la capital y en el resto de los mundos de las cuatro familias.
La conquista traía una holeada de mano de obra barata que pasaría llamarse servidumbre con la que levantarían la capital del gobierno cuyo dirigente sería el Creador.
En cuestión de meses, en Romel se habían erigido dos templos, el de Triunfo exclusivo para los militares que sería como un tipo museo de las campañas, donde se exhibían: Armas de la región, ropas, decoraciones, tapices e incluso, con el permiso del Clero, se habían llegado a colocar una especie de salas dedicadas a la religión de las zonas anexadas.
El Templo de Gracia, por el contrario, era puramente religioso, en este se encontraban imponentes estatuas en honor a los arcángeles y al Creador, incluso se colocaron reliquias como el Cáliz de Vino, la Vera Cruz, entre otros objetos de incalculable valor saqueados de las tierras anexadas (aquellos que estuviese bañado en oro, ornamentado con joyas o que fuese importante para la religión extranjera) todo con tal de mostrar el ascendente poder de los conquistadores.
ESTÁS LEYENDO
El Imperio del Hombre
FantasyEl Imperio Angelical yace en llamas, los cielos que jamás conocieron la noche, arden con la intensidad de un millar de soles mientras la fratricida guerra entre celestes, se libra calle por calle en el Reino Prometido. El Creador, Señor de los Ángel...