La llegada de la Pureza

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La primera conquista finalizaría con la llegada del apóstol Jimena, la preferida de Gabriel, pues sería con ella y su legión de "Aves de la Guarda" que los leales se alzarían con la victoria en contra de los salvajes Turestes, a quienes masacrarían sin piedad y de los 4000 efectivos que contaban, solo 500 serían enviados como prisioneros, el resto bajo órdenes de Hércules, fueron colgados en las ramas de los árboles de una manera peculiar, los habían despellejado vivos y mutilado de tal forma que solo estuviese el tronco y la cabeza, los brazos así como las piernas fueron colocados en forma de cruz en el camino hasta la capital en señal de pleitesía al Creador.

Con los restos de aquellos salvajes, el primer apóstol se encargó de que les fueran dados como comida a los 500 supervivientes, les obligo a marchar encadenados mientras consumían los corazones de los que alguna vez fueron sus esposos, hijos u hermanos, la sangre fue empleada no solo para bebida, los legionarios de Judans se caracterizaban por pintar sus rostros, armaduras y ornamentos con este líquido en muestra de adoración a su padre, se dice que incluso llegaban a llenar en sus Templos piscinas de sangre como ritual de purificación, todavía no estaba en curso la Época Imperial donde nacerían las diversas Ordenes de "Caballeros Caídos" que así como la fundadora de su legión, dieron continuidad a estas tradiciones al punto de distorsionar su propósito agregando ciertos procesos aún más desagradables.

Con el fin de esta primera expansión se habían conseguido fundar tres ciudades, Milán, Nápoles y la más reciente Turín que rebosaban de tesoros, esclavos y arquitectura. Esta última en concreto se convirtió en el bastión del gobierno, más que imponentes monumentos, Samarión, se encargó personalmente de mandar edificar murallas, cuarteles, campos de entrenamiento y caminos tan amplios que el ejército fuese capaz de marchar sin interrupción.

La llegada de Jimena, fue un cambio en la imagen de los Apóstoles, mientras los primeros se habían ganado el miedo y hasta cierto punto el odio del pueblo, la tercera evangelista, trajo el amor, la calma y la esperanza a todos los hombres, no era partidaria de las carnicerías innecesarias, era atenta con sus subordinados, así se le veía cantar en las plazas públicas con una singular voz angelical que alegraba a todo aquel que la escuchase.

Sobre su creación se cita tal cual el documento redactado sobre el origen del apóstol escrito por el Gran Santo Tomas:
"El Tercero de sus servidores debía ser hermoso, perfecto, leal, apasionado y generoso, todo lo contrario de lo que habían sido sus hijos traidores. El Creador mando a Gabriel, volar por todos sus mundos para reclutar a este nuevo elegido, entre los infinitos planetas que albergan su cuerpo.

La encomienda se le dificultaba al Arcángel, todo parecía carecer de las especificaciones dadas, pues los hombres a visión de Gabriel, eran imperfectos, animales bélicos, seres que si no fuera por la escaza adoración que tenían a su señor y por su ayuda contra la Traición de Blakael, el hijo oscuro del Único Dios, el propio Gabriel, les habría erradicado hace ya siglos pero, en su visión de odio una criatura se hizo presente ante el Arcángel, se trataba de una paloma, una pequeña y simple criatura que descanso su cuerpo en la hombrera de la pesada e imponente armadura del celeste.

En ella, el sirviente vio todos los requisitos dados y uno muy particular: Que no era humana. Gabriel, utilizó la magia heredada por su Padre para dar forma humana al animal, le otorgo conocimiento y también un nombre, uno que vagamente utilizó para remediar la negligencia de los leales:
Jimena.

"Si las masas no escuchan, ella lo hará"
Fueron las palabras que el arcángel utilizo ante sus hermanos sobre la mortal que hasta la corte celestial se había atrevido a presentar.

De piel morena la joven apenas se mantenía de pie pues sus alas se perdieron y su figura original había sido alterada para asemejarse a la de una humana.

Gabriel sabía que era pecado engañar a su propio padre, pero, siendo más precavido que sus hermanos e incluso que los mismos Dioses Corruptos, le coloco a Jimena, falsos recuerdos de una vida en las Tierras perdidas, fabricó una familia esclavizada y un profundo amor por la religión del Creador por lo que un error como lo fue aquel fruto de la corrupción (Hércules) no debía de cometerse nuevamente.

Ninguno de los Arcángeles amaba al Hombre, pero, no le darían la espalda a su padre como Lucifer, había hecho, de tal modo que, aunque no escogieron a Apóstoles humanos, si dieron a los animales su forma y conocimiento.

Aun con las especificaciones y memorias hechas, a Gabriel, el más agresivo de los Hijos del Creador, le faltaba por cumplir una última tarea, darle a Jimena una apariencia que inspirara belleza algo que él, un curtido veterano de la guerra por el Reino Prometido y cazador de demonios ignoraba, fue así como el Arcángel sentado junto a Jimena, pensó durante Días la manera en volver a aquella paloma Perfecta a los ojos de su Padre agonizante.

Molesto e impaciente el Arcángel, se extrajo de su imponente armadura un cuchillo con el que corto el longevo pelo café de Jimena, hasta sus hombros, con sus desnudas manos tomo las ramas de un árbol de flores moradas y con ellas fabrico una corona que le coloco sobre su cabeza así de igual forma pinto sus labios rosas con la fresa más fresca que había conseguido sembrar.

Aunque su estatura fuera pequeña, a los ojos del propio Celeste, Jimena, era hermosa, entonces antes de llevarla ante su padre la llevo volando hasta la ciudad humana más cercana y frente a las masas les pregunto:
¿¡Se les hace ella Hermosa!?
Mujeres, hombres y niños de diversas edades dejaron sus tareas por observar a tan divino ser que fue colocada en el techo de un rudimentario templo en honor al Creador, todos sin excepción se postraron ante la joven.

Gabriel, estaba satisfecho, si el plan del Único Dios era mostrar la pureza del próximo apóstol entonces, las masas debían aceptarla consiguiendo con éxito aquella prueba de fuego, el más agresivo Hijo del Creador, se presentó junto a su padre y hermanos con Jimena, aquella a quien dijo haber encontrado en las Tierras Pérdidas, se pintó entonces una inigualable sonrisa en el Único Dios que inmediatamente mando a Jimena, presentarse con su nueva legión que yacía lista para marchar a unificar a la humanidad"

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