VÁSTAGOS. [EDITANDO]

CAPÍTULO 19.

¿En alguna ocasión se habían sentido enojados, sorprendidos, devastados o incluso culpables? ¿Todo al mismo tiempo?

Yo suponía que sí.

Era una sensación tan abrumadora que te atrapaba de pies a cabeza y que note dejaba continuar con tu vida. Tu mente se volvía el mismísimo infierno por estar reviviendo miles de veces ese hecho o acontecimiento por el cual te sentías así.

En este caso, para mí, ese acontecimiento por el cual daba alojo a esos sentimientos, era el hecho de haber visto a Damián besando a la chica con cuerpo de infarto y cara tallada por los mismos ángeles.

En el poco tiempo que estuvimos conviviendo, nunca mencionó algo alrespecto, ni siquiera un atisbo de ello. Es más, había supuesto que quería algo conmigo, pero ya vi que eso quedaba completamente descartado.

Desde que había regresado de mi acto expiatorio, no me había podido sacar de mis pensamientos esa escena. El roce de los labios del chico sobre los de Yeline, el cómo los veía disfrutar de tan simple gesto. Era como si mi cerebro fuese un reproductor de video dañado, el cual repetía la misma parte una y otra vez, martirizándome poco a poco, dejándome con un sabor amargo, ácido en la boca, al igual que un pequeño malestar se abría paso en mi pecho, como si alguien lo estuviese aplastando fuertemente, dejándome sin aliento.

¿Porque diablos me sentía de esa manera?

Lo que estaba experimentando, los sentimientos y emociones que percibía, todo era nuevo para mí y no entendía ni una mierda.

No se trataban de celos, ¿o si? Porque al estar celoso de alguien, implica que haya sentimientos de por medio, que sientas algo por esa persona, pero eso es imposible porque yo por Damián no sentía nada, nada más allá de una simple relación de amigos.

Ni siquiera podía considerarlo mi amigo porque no sabía nada de él y por ende no tenía la suficiente confianza para llamarlo así; no sé lo que éramos ni qué relación teníamos, solo sé que somos simples personas que se conocieron por casualidad y que ahora convivían juntos en una rara relación de trabajo. Si, eso somos, solo conocidos y ya.

¡Rayos Alex! ¿Porque le das tanta importancia a algo que deberías dejarlo pasar si se supone que no sientes nada por él? Hablo mi conciencia, empeorando lasituación. O tal vez tienes sentimientos profundos hacia Damián, pero no los quieres aceptar, por eso tu actitud.

Al instante frené mis pensamientos ante tales palabras y negué.

¿Sentir algo por Damián? Él era un chico atractivo, yo una chica aparentemente linda, no era algo imposible, cabía la posibilidad de algo como eso, pero el problema es que me conocía lo suficiente como para negarlo. El gustar de alguien significaba tenerlo siempre presente en tus pensamientos, suspirar cada vez que notas su presencia, crear mundos de fantasías donde estés con él o ella, que haga sentirte nerviosa cuando vez que se acerca a ti y tartamudear como tonta cuando quiera platicar contigo, que, con tan solo verlo, las mariposas revolotearan felices en tu estómago y eso señores, era lo último que me haría sentir ese chico.