❣ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 16 ❣

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Tyler no soltó en ningún momento durante dos horas completas a Dipper, aun cuando quisiera dormir, aun cuando sus ojitos estuvieran a punto de cerrarse por el sueño. A pesar de ello, se sentía plenamente feliz de estar en los brazos de su mami, algo que no podía evitar, el miedo de cerrar sus ojos para luego despertar y no encontrarlo era latente.

Dipper acariciaba su cabello, manteniendo una sonrisa a pesar de todo, evitando la calculadora mirada de Bill frente a él.

—Te amo, te amo, te amo... —tarareó Tyler, sin dejar de mantener su aferro a su cuello y frotando sus cabellos contra el cuello de Dipper.

El Omega le daba varios besos en su frente, y antes de poder hablar, Bill ganó la palabra:

—Larguémonos —le dijo en voz baja, captando su atención. Dipper lo miró repentinamente, mostrando una expresión de sorpresa en su rostro —. Adelante, Pino, iremos a otro lugar y...

—¿Iremos? —cuestionó con frialdad—. Ya no hay un nosotros, Bill. Jamás volverá a haber un nosotros.

Tyler se quedó en silencio, sin girarse, sólo abrazando por el cuello a Dipper, quien se puso de pie. Observó por la ventana, mirando el auto de Robin estacionado fuera aun esperándolo, y algo se rompió dentro de él.

—Dipper...

—Me engañaste —su voz estaba quebrada, pero se obligó a permanecer fuerte a pesar del dolor latente dentro de él—. Te acostaste con mi hermana y la dejaste embarazada. Me mentiste. Aseguraste que no me iba a dar cuenta y lo escondiste... —se giró, observándolo, y notó los llorosos ojos de Bill—. Pero lo peor de todo esto, es que rompiste tu promesa, Bill. No defendiste a Tyler. Te lo... te di toda mi confianza, te entregué todo lo que tenía, y no pudiste defendernos a los dos —dio un paso, dudoso—. Por favor, por favor, marca a Mabel y regrésame a Tyler.

Bill negó con la cabeza, tratando de contener sus deseos de abrazar a Dipper y decirle lo mucho que lo amaba, lo tanto que lo necesitaba, porque sabía que eso sólo agravaría las cosas.

Una parte de él, esa parte racional, quería asentir y obedecer, prometerle que esa noche marcaría a Mabel, pero su Alfa interno se volvía loco con la imagen de enterrar sus dientes en el cuello de alguien que no fuera Dipper.

Bill no se sentía capaz de marcar a otro Omega, sin embargo...

Sin embargo, ¿no consideraba que engañar a Dipper era algo que no podía hacer? Pero aun así lo hizo, se acostó con otra Omega y provocó todo ese desastre.

—¿Eso es lo que anhelas? —cuestionó con sufrimiento en su voz.

Dipper soltó un sollozo, sintiendo su marca arder con el pensamiento e que Bill rompiera el enlace, sin embargo, ¿qué más podía hacer? Mavel lo tenía entre la espada y la pared.

—Márcala y dame a Tyler —suplicó, desviando la vista para no llorar.

Bill quiso hablar, pero antes de eso, escuchó una risa baja viniendo del comedor.

Mabel estaba de pie con expresión aburrida, aunque sus ojos fulminaban con enojo al ver a Dipper.

—Oh, rayito de sol —bramó Mabel, entrando —, Tyler no te pertenece más, ahora es de mi propiedad.

Bill gruñó.

—Dijiste que si te marcaba, le regresarías a Tyler —espetó.

—Cambié de parecer —objetó Mabel—, quiero a Tyler, ahora es mío y de nadie más —miró a Dipper, con sus ojos llenos de crueldad y burla—. ¿Acaso no ves que esto es lo mejor para ti, bastardo? —soltó una risa áspera—. Te voy a decir lo que pasará contigo si te llevas a este engendro llorón: otro Alfa te verá, te va desear, te marcará y matará a Tyler. ¡Y ya! Estarás enlazado con otro Alfa que te tendrá como su maldita mina de bebés y Tyler estará cinco metros bajo tierra por tu culpa.

Kilig ❝Billdip❞⇺Adaptación⇻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora