❣ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 6 ❣

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Bill arrugó los labios cuando la alarma del móvil sonó, y se revolvió en la cama, apagando su celular para luego suspirar.

Sus ganas de ir a trabajar era inexistentes, y se sintió peor cuando de pronto Dipper lo abrazó por la cintura, acurrucándose a su lado, dándole un pequeño beso en el cuello. Bill lo miró, chocando con sus ojos castaños, sonriéndole al notarlo amodorrado aunque con una ligera sonrisa.

Era la primera noche que Dipper pasaba a su lado como pareja, durmiendo en su cama, luego de mudarse definitivamente. Y la sensación era más que perfecta: era única.

-¿Tienes que ir a trabajar? -murmuró Dipper antes de darle un pequeño beso.

-Sí -susurró Bill revolviendole el cabello.

-No... -Dipper escondió su rostro en su pecho, como un niño pequeño-. Quédate conmigo y sigue durmiendo. Eres muy cómodo.

Bill soltó una pequeña risa ronca, negando con la cabeza, para luego mirar el techo pensando en lo bien que se sentía Dipper en sus brazos. En lo cómodo que era tenerlo así, protegido totalmente, sin nadie que pudiera hacerle daño.

-Mi amor... -murmuró Bill frotando su mejilla contra el cabello de Dipper.

-Bueno, está bien, me levantaré e iré a prepararte el desayuno...

-Pinito -se miraron a los ojos, y Bill le besó en los labios con lentitud, llenándose con ese simple gesto-, puedes quedarte durmiendo, ¿sabes? No es necesario que te levantes conmigo a esta hora.

-Pero...

-Nada de peros -le dio otro beso, sonriendo de lado-. He vivido solo desde los dieciocho años, Pinito, sé prepararme un desayuno.

Sin un poco de convicción Dipper asintió para luego abrazarlo, besándole la mejilla de paso.

-Te quiero, Alfa gruñón -le dijo cariñosamente.

-Yo también, bebé -Bill se quitó las mantas de encima para luego revolverle el cabello- Iremos a cenar fuera, ¿te parece? Para celebrar tú llegada a casa.

-Eres demasiado lindo conmigo -Dipper sonrió, dejando que Bill lo arrebujara entre las sábanas-. Siento que no... que no merezco esto de ti.

Bill le pellizcó las mejillas, sin soltarlo un poco, para luego besarle la punta de la nariz.

-Te mereces esto y más -Dipper sonrió tímidamente-. Ahora duerme, te llamaré durante el día, ¿bien?

-Está bien -Dipper se acurrucó entre las sábanas, sin dejar de mirarla-. Te quiero, Bill.

Bill le respondió con un beso para luego ir al baño.

Minutos después, salió de la lucha, notando que Dipper se había quedado dormido, y se quedó unos minutos admirándolo, notando su suave perfil perfecto, su desordenado cabello castaño, sus mejillas abultadas, su labio inferior sobresaliendo en un puchero inconsciente, los pequeños resoplidos que soltaba.

Dios, Dipper era hermoso. Era el Omega más hermoso que había visto alguna vez en su vida, y se sentía demasiado afortunado de haber sido elegido como su Alfa.

Quería tenerlo siempre en sus brazos, riendo, siendo el único lugar al que Dipper iba a mirar siempre.

-Voy a protegerte de todo, lo prometo -le susurró antes de marcharse del cuarto.

-Voy a protegerte de todo, lo prometo -le susurró antes de marcharse del cuarto

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Kilig ❝Billdip❞⇺Adaptación⇻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora