Los primeros meses viviendo juntos fueron buenos, aún cuando muchas veces Gideon tuviera que darle cachetadas cuando hacía o decía algo que no correspondía. Dipper aprendió, a base de miedo y terror, que desafiar a su alfa no era algo bueno ni algo que pudiera permitir, no si quería terminar con su rostro sin golpe alguno y siendo violado sobre la cama matrimonial para remarcar la supremacía del alfa sobre su omega.
Pero para su propia fortuna, cuando quedó preñado, las cosas parecieron cambiar un poco: Gideon podía ser agresivo con él, pero no era tan abusivo como para pegarle o abusar de él estando con un bebé en camino. Después de todo, los Alfas amaban tener a sus omegas preñados, demostrando que cargaba con su cría y le pertenecía por completo.
A Dipper realmente no le importaba, no hasta que sintió las primeras pataditas de Tyler, y su instinto maternal conectó con el bebé, haciéndolo sentir feliz, cálido, contento, de tener algo a lo que aferrarse.
Incluso Gideon suavizó la forma de tratarlo, cumpliendo sus antojos, berrinches y llantos como si nada, entendiendo que todos esos cambios venían del hecho de llevar a Tyler en su vientre, aunque si Dipper lo pensaba en retrospectiva, su alfa le cobró después su comportamiento por puro placer.
—Dipper, debes dejar de trabajar en el jardín —había dicho Gideon una tarde que llegó del trabajo, mirando a su Omega inclinado sobre el rosal, con su abultado estómago de cinco meses notándose por debajo de las enormes ropas que llevaba—. Puedes lastimar al bebé.
Dipper asintió, distraído, entrando al comedor luego de limpiar sus zapatos para no ensuciar, y tomó asiento al lado de Gideon. Su instinto omega buscó protección del alfa a pesar de que no le quisiera.
Porque todo el mundo siempre le dijo que un omega necesitaba de un alfa, así que estaba acostumbrado a comportarse de esa forma, por mucho que odiara a Gideon en el fondo.
El alfa pasó un brazo por sus hombros, acercándolo, y Dipper ronroneó por el gusto, sintiendo la sonrisa de orgullo que esbozaba el alfa.
Bien. Tenía que mantenerlo feliz y contento.
—¿Cómo le pondremos al bebé? —preguntó, llamando su atención.
—¿Crees que me importa? busca tú un nombre —respondió Gideon como si nada.
Arrugó los labios, disgustado, pero trató de no mostrarlo, porque sabía que eso no le haría mucha gracia al alfa.
—Tyler. Queda bien con Alegría —hizo una pausa—. Tyler Alegría. ¿Te gusta, Gideon?
El albino suspiró, pensativo.
—Suena bien.
—Además, es un nombre unisex —prosiguió como si nada—. Puede usarlo una niña o un niño, solo habría que cambiarlo un poco para que quede como Taylor. ¿A ti qué te gustaría que fuera?
Gideon le observó.
—Un Alfa. Quiero un bebé alfa.
Qué idioma, era muy claro ¿acaso no previo esa respuesta?
Todo el mundo quería bebés alfas, porque así tenían su vida asegurada.
Asintió con una sonrisa correcta.
—Será alfa, estoy seguro de ello —acarició su vientre, sintiendo una patadita, y se rió—. ¿Lo ves? A Tyler le gustaría ser alfa.
Gideon hizo una mueca.
—¿Qué te he dicho sobre reírte, Dipper?
Borró su sonrisa y bajó la cabeza, sintiendo su garganta apretada.
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Kilig ❝Billdip❞⇺Adaptación⇻
FanficDonde Dipper es un Omega con un bebé y Bill quiere ser su nuevo Alfa ❣•❣•❣•❣•❣•❣ Adaptación de la historia Kilig de @CapitanaMomo ❣• BL (Yaoi) ❣• Derechos reservados para la autora original.