—Le he dicho a Hiram que estás enfermo y no podrás asistir por un tiempo a las carreras. —el moreno se encontraba acostado a su lado con la sábana solo tapando de su cintura para abajo.
—Gracias por hacerlo, seguro me mataría por no haber ido, había mucho dinero apostado por mí, seguro que si pierde eso soy hombre muerto. —cruzó sus manos por debajo de su cabeza usándolas de apoyo y mirando el techo.
—Tranquilo, el cartel del evento dicen que lo van a posponer. —lo miró mientras pensaba—Tienes tiempo para prepararte para ganar.
—Cierto que es mi única opción —dijo con algo de entusiasmo fingido.
—Lo es, Derek, sabes que he apostado todo mi dinero por eso, si no ganas, pienso asesinarte. —le sonrió ampliamente mientras se acomodaba a su lado—Debo admitir que extrañaba esto. —acarició su pecho desnudo—Gracias por los servicios prestados.
—De nada, sabes que puedes recurrir a mí cuando quieras, mi pene siempre estará dispuesto a servirte. —bromeó.
—Es bueno saberlo —se sentó en la cama mientras se estiraba—Mierda, me duele muchísimo la espalda —Derek sonrió al oír el comentario y estiró su brazo para tomar su celular y revisar sus notificaciones. Tenía unas veinte llamadas perdidas de su hermana y muchísimos mensajes de ésta. Algo no estaba bien y ahora comenzaba a preocuparse.
Marcó el número y esperó mientras sonaba.
—¡Derek! ¡¿Dónde demonios estabas?! —gritó una voz femenina desde el otro lado de la línea.
—Lo siento, yo... —hizo una pausa—estaba durmiendo —tragó saliva—¿Qué es lo que sucedió?
—Papá, estamos en el hospital, debes venir ya mismo, pide ayuda a alguien, por favor. —suplicó y Derek alzó una ceja.
—Está bien, ahora voy —colgó y miró a Liam—Necesito que me lleves a un lugar.
El castaño asintió y se vistió rápidamente mientras ayudaba a Derek a vestirse. Después de eso, lo ayudó a bajar y ambos se subieron al auto de Liam.
Al llegar al hospital, entró como pudo arrastrando las muletas hasta que llegaron a la sala de espera, lugar en el que pudieron ver a Cora.
—Debo irme Derek, lo siento —dijo Liam mientras miraba a la chica de reojo—Me llama mi madre y seguro necesita algo de mi, vendré en cuanto me desocupe —le sonrió y salió de allí, dejando a Derek solo con su hermana.
—¿Qué... —no pudo terminar de hablar porque Cora se arrojó a sus brazos a llorar— pasó?
—Papá tuvo un paro cardíaco o estuvo cerca de tenerlo, no lo sé —se secó las lágrimas pero aún así sentía que seguían cayendo y mojaban la camiseta de su hermano.
—Mierda, ¿qué fue lo que pasó? —se separó un poco de ella y la arrastró hasta unas sillas para que pudieran sentarse.
—Eso debes decirme tú. —le pegó con el puño cerrado en el hombro.
—Auch —sobó la zona golpeada ya que no lo había hecho de manera muy suave—¿Y ahora qué es lo que hice mal además de haber nacido?
—Papá me llamó diciendo que alguien le contó que tú corrías carreras ilegales por las noches, al parecer un colega suyo de la comisaría. —se cruzó de brazos molesta mientras lo observaba con el ceño fruncido.
—¿Qué? Yo no hago nada de eso. —intentó hacerse el desentendido, sabía que no iba a funcionar con ella pero aún así estaba dispuesto a arriesgarse a que le creyera aquella mentira.