Se estiró mientras sentía los rayos de sol golpear en su rostro al entrar por la ventana. Bostezó y se sentó en la cama para mirar a su alrededor. No era su habitación, aún así le resultaba familiar. Se miró a sí mismo y estaba vestido, esa era una muy buena señal, nada que él no quisiera había pasado la noche anterior. Decidió mirar a su derecha y pudo ver a Derek. Alzó una ceja algo desconcertado, estaba durmiendo en la misma cama que Derek, ¿a qué había llegado para que eso pasara? Él no recordaba aquello para nada.
—Mmm —oyó a Derek mientras pestañeaba un poco al despertar. Vio a Stiles y una sonrisa se formó en su rostro acompañada por sus ojos hinchados—Buenos días —su voz sonaba algo ronca pero aún así era demasiado sexy, mierda.
—Buenos días —respondió Stiles mientras sentía que Derek estiraba su mano y le acariciaba la cintura—¿Qué sucedió anoche?
—Bueno —se estiró un poco y se sentó para mirar a Stiles a los ojos—Primero que todo, nos besamos muchísimas veces —sonrió—Después me dijiste que estabas cansado y que necesitabas urgentemente dormir así que te pregunté si querías venir a mi casa y me dijiste que sí, no querías ir a tu casa por nada del mundo. Te traje y te dormiste, ¿realmente no lo recuerdas? No estabas ebrio ni nada por el estilo.
—Creo que era cierto eso de que tenía demasiado sueño —ahora se relajó un poco y sintió cómo Derek escondía su cabeza en su cuello haciendo su respiración chocar con este mismo.
—Al parecer sí —su voz aún continuaba ronca y podría pasar una eternidad oyéndolo hablar así, le estaba encantando en ese mismísimo momento.
—Y entre nosotros, ¿qué fue lo que te dije? —preguntó tragando saliva y oyendo cómo Derek soltaba una risita contra su cuello antes de besarlo allí y alejarse un poco para mirarlo.
—Dime tú, si te hiciera la pregunta ahora, ¿qué es lo que dirías? No debo decirte qué me respondiste quiero que me lo digas tú —le sonrió dejando a la vista sus perfectos y blancos dientes.
—Creo que... —lo pensó por un momento bajo la expectante y curiosa mirada de Derek—Creo que te diría que sí.
—Estás en lo correcto —dijo Derek y se acercó para besarlo—Por alguna razón amo la parte de ti que no piensa demasiado y se deja llevar un poco por las circunstancias.
—¿En serio? Yo odiaba esa parte de mí —dijo mirándolo fijamente.
—Bueno, a mi me encanta que seas así, pero debes serlo solo si tú quieres —rozó sus narices e intentó pararse de la cama.
—¿A dónde vas? —Stiles lo miró mientras Derek se apoyaba en sus muletas.
—A bañarme, suelo hacerlo antes de ir a la escuela —dijo y lo miró juguetón—A menos que quieras venir y bañarte conmigo.
Stiles miró hacia otro lado sintiendo sus mejillas enrojecer en extremo. Oyó una risita proveniente de Derek y después pudo oír cómo se alejaba de allí.
—Si cambias de opinión, te espero en la ducha —dijo antes de meterse por una puerta que había ahí en la habitación.
Stiles respiró profundo tratando de calmar sus hormonas que acababan de alborotarse por culpa de Derek. Tan solo una imagen mental había bastado para que se encontrara perdido pensando en la situación de él y Derek bañándose juntos. Mierda, ¿por qué se había negado?
Después de unos minutos de estar mirando a la nada, oyó la voz de Derek gritando desde el baño.
—¡Stiii! —gritó primero para asegurarse de que lo estaba oyendo.