|Capítulo dos: comer saludable|
Día libre de misiones, una alegría para muchos, pero un fastidio y perdida de tiempo para Sasuke.
Metió en la canasta de mimbre que colgaba en su blanquecino brazo unos tomates de la estantería. Hoy aprovecharía a hacer las compras para las comidas de la semana, o lo hacía el o nadie y no viviría a base de ramen como Naruto.
Zanahorias, lechuga, cebolla, sigue metiendo unas cuantas mas hasta llenar el canasto y va a la caja donde le dicen el precio y paga. Las carnes le habían sobrado de la semana pasada por lo que no debía comprar, igual los lácteos.
Agradecía eternamente esas pequeñas tiendas donde le permitían entrar y comprar, ya que en la mayoría no le dejaban por llevar el apellido Uchiha, estar ligado a ese clan era como un delito.
Camina tranquilo, no tiene porqué apresurarse, por las calles de Konoha camino a su hogar. Algunas personas le miran mal, hay otras chicas que eran compañeras de el en la academia y se le quieren acercar a hablar por los que les mira mal para alejarlas.
Claro, que esa mirada no afecta a algunos, entre ellos a Sakura y Naruto. Aunque los dos venían de caminos distintos, al parecer lo notaron a la vez y fueron corriendo directamente a él sin notar su cara de disgusto.
– ¡Sasuke-kun! – Chilla la chica pelirrosa, tomándole del brazo y mirando recelosa a las otras chicas. – ¿Mmh? ¿Qué haces?
– ¡Teme! Venga, estás comprando...¿Verduras? – Naruto achina sus ojos con una pequeña sonrisilla.– ¿Estás a dieta? ?eh? ¿Eh? – Le codea burlón.
– Apartence, estorban.– Cubre la canasta con su mano para que no se caigan los tomates, aprovechando a safarse del agarre de Sakura. De vez en cuando -todo el tiempo- le fastidiaba el contacto que tenía la chica con él, llegando a ser más extrovertida que el mismísimo Naruto.
Los dos compañeros miran al amargado azabache con un toque depresivo, al menos esperaban un "hola" y Naruto no se queda atrás reclamándole.
– Hola Naruto todo poderoso, ¿Cómo estás? Oh sí de maravilla gracias teme. – Imita de forma ridícula la voz de Sasuke, haciendo que se le forme un tic en la ceja.
Y tampoco decide seguir perdiendo tiempo con esos dos, por lo que los ignora y pasa olímpicamente provocando un desconcierto mayor en Naruto, mientras que Sakura se rinde pegando la vuelta hacia su camino inicial.
– Ne Sasuke ¿Que tanto compras? – Intenta agarrar un tomate de la cesta solo para fastidiar a Sasuke o que al menos le preste algo de atención.
¿Para que quería llamar la atención de Sasuke? Simple, su compañero siempre hacia una compra general esa semana y por lo que le había contado Sakura cocinaba muy bien. Esta era su oportunidad para no tener un gasto en cena, aunque era decespcionante no comer ramen.
Claro, que era la primera vez que Naruto planeaba algo tan largo.
El azabache solo le mira con molestia cambiando de brazo la cesta, Naruto debía agradecer que hoy estaba de humor y no le rompía la mano en el momento. Aunque al parecer no de dió cuenta y siguió insistiendo en saber que compraba, solo faltaban unas cuadras para su casa y por fin la paz...
Ignorando a su hiperactivo compañero llegó su destino y entró a su hogar pensando que el otro daría la vuelta y se iría pero al parecer hoy no estaba de suerte.
– ¡Con permiso! –pide el rubio y entra a la casa, mirando con fascinación el lugar. Sin duda era más grande que su departamento.
– No te doy permiso, vete. – Ordena fuerte y claro para que entendiera lástima que esa voz ya no afectaba a Naruto.
– Por favor teme, estoy en bancarrota déjame cenar aquí.– Junta sus manos, rogando, no era un clásico en él pero sabía que si insistía mucho Sasuke se ablandaría y cedería. – por favooor
– Cállate y ayúdame a guardar usurantonkashi.– No va a delatar que tal vez le agrada un poco cenar con alguien esta noche, tampoco que acepta que el rubio entre a su casa. Hizo lo que mejor sabe hacer, decirle que se calle y que es un inútil.
Naruto no retiene la sonrisa en su rostro y empieza a guardar algunas frutas en dónde creía que podrían ir mientras Sasuke guarda los vegetales, no se dieron cuenta cuando pasó el tiempo ni en qué momento empezaron a hablar de trivialidades, pareciendo que se conocían hace años, lo cuál tenía su verdad.
– Voy a cocinar algo, tu quédate quieto por allí. – Señala un rincón en la cocina y la cara de Naruto se deforma en un rotundo no.
El gruñón rueda los ojos y se dispone a cocinar, toma un plato, cuchillo, salsa de tomate, más tomate, verduras... Las corta con una agilidad que hace temblar a Naruto ¿Tan bien maneja el cuchillo? Echa todo en el agua que había puesto a calentar mientras guardaba los alimentos y un delicioso aroma se empieza a sentir en la cocina provocando que Naruto babeara.
Aprovecha que Sasuke se distrae buscando quien sabe que y se acerca con un tenedor a la olla, sacando la tapa haciendo que todo el vapor le cayera de golpe en la cara.
– ¿Se puede saber que estás haciendo? – Pregunta con una ceja alzada una voz espeluznante en su espalda y se da la vuelta encontrando al causante con las manos en la cintura mirándolo con el ceño más fruncido que nunca.
– Creí escuchar algo teme. – Se abofetea mentalmente por su ocurrencia.
El azabache le golpea en la cabeza con un cucharón y le ordena poner los platos y los cubiertos, Naruto resonga un poco diciendo “Soy tu invitado” recibiendo “Tu te invitaste solo, dobe.”
Ya lista la mesa con los platos servidos los dos se sientan uno frente al otro, algo incómodo quizás, dan gracias por la comida y prueban.
– ¡Está delicioso, t'tebayo! – Dice emocionado Naruto, su acompañante jura que se le iluminaron los ojos y sonríe orgulloso de su producción.
– ¿Que esperabas? A mí todo me sale bien, dobe. – Tal vez estaba siendo un "poco" engreído, pero que más da.
– ¿Sabes? Me gustaría comer esta comida todos los días, deberas. – Susurra bajo, cenar acompañado y con comida cacera le daba una sensación reconfortante al corazón, luego se le viene a la mente su amor platónico, el ramen. – Mejor no.
Un capitulo de mierda y media para matar el tiempo, matenme
Ysi
ESTÁS LEYENDO
Nadie que nos explique.¡! Narusasu.
FanfictionNaruto y Sasuke son jóvenes entrando en la adolescencia, no tienen quién les explique los cambios en sus cuerpos. Encontrándose por la duda deciden ayudarse mutuamente. ¿cómo afectará esto en su relación? Portada en proceso. (🍅!¡ Historia Narusasu...