Al Sonido De Las Olas Del Mar. (ABANDONADO)

II. Obsequio.

Días habían transcurrido después de aquel incidente cercano en embarcadero, durante ese tiempo Jiang Cheng pasaba el día en su cueva cantando una y otra vez esa misma canción de aquel día sintiendo su corazón acelerar, su cara enrojecer y como su mente traía el recuerdo de aquel desconocido, de quien no sabía ni siquiera su nombre pero probablemente ya le había robado el corazón en una noche, su hermana mayor Shijie había regresado apenas hoy de su visita con su prometido, tan pronto llego fue a ver ha su hermano menor para saber que era lo que le pasaba con esa nueva actitud que todos hablaban pero tan pronto entró lo que vio le dejo un sabor dulce en la boca.

A-Cheng nadaba al rededor girando con ternura igual que un pequeño pez arcoiris, irradiando su alegría, parecía como si su alrededor desapareciera para él, así que se quedó en silencio mientras oía ese canto tan especial hasta que se detuvo y al verla su cara cambió a un rosa salmón tan fuerte, Jiang Yanli nado hasta él para abrazarlo y girar emocionada mientras sujetaba sus manos.

—Finalmente... Finalmente ha sucedido, el pequeño A-Cheng se a enamorado, habrá que decirle a A-Xian lo antes posible, andando–

A-Li lo llevó consigo de inmediato para salir a las rocas cercanas a la orilla donde había árboles que daban sombra al río, dejando que sus hojas cayeran en este, estando en la superficie su hermana tomó unos pequeños caracoles para arojarlos entre los arbustos, de ellos unas alas se extendieron y de ellas un joven de piel pinta con ojos brillantes como el sol quien sonreía ampliamente, se acercó volando hasta una roca cercana mientras sumergia sus pies al agua.

—Mi Shijie regreso de su ardua tortura, es bueno saber que al menos uno de mis hermanos se cuerda de mi– Despectivo miraba a Jiang Cheng quien ahora tenía una expresión un tanto agria.

—Cállate, últimamente habías dejado de venir así que asumí que ya no vendrías más debido a tus travesuras– La linda chica sonrió mientras veía la pequeña riña de sus hermanos.

—Tuve problemas con uno de los hermanos Lan ¿sabes?, me atrapó y encerró después de uno de mis juegos, quien diría que sería tan difícil hacerlo sonreír–

—Deberías de dejar de molestar a los ciervos Lan, los atraerás aquí, suficiente tenemos con los pescadores que han intentado cazarnos y colgarlos como un premio– Después de eso un silencio se apodero de él, ¿acaso no era lo mismo que hacia él? hasta que la voz de la tercera surgió.

—A-Xian ¿Cuántos años tienes?, Debes de intentar ser amable con las personas, que no esté a tu lado haya fuera no quiere decir que puedes ser caprichoso, además A-Cheng se a enamorado– Wei Wuxian estaba sorprendido que incluso sus alas se extendieron en un instante.

—¡¿Eso es verdad?!, ¿Cómo sabes que es ese tipo de amor?... Digo tal vez solo estas confundiendo las cosas– Después de haber dicho eso escondió sus alas detras de él.

—No es así y no es ese tipo de sentimiento– Antes de que pudiera continuar alguien extraño lo interrumpió casi en un grito.

—Wei Ying, vuelve a Gusu conmigo– Aquel hombre de piel blanca lechosa y de mirada fría vestía de solo color blanco mostrando un par de cuernos largos, mientras que detrás había una figura similar, parecía que fueran dos estrellas brillantes bajadas del firmamento nocturno.

—Lan Wangji tengo alas, no me puedes pedir que me quede encerrado en un lugar así– Wei Wuxian amplio sus alas y voló al cielo mientras Lan Zhan tomaba su camino hacia la misma dirección.

A-Cheng miró a quien estaba detrás de aquel hombre, era el desconocido, su corazón se aceleró de nuevo como el aleteo de un colibrí, el descocido al verlo sonrió, con una cara amistosa empezó ha acercarse con movimientos suaves hasta estar frente a él, entonces sacó de su manga el pañuelo que envolvía aquel peine, pero A-Cheng se negaba a recibirlo.

—Tómalo por favor dulce belleza, te busque todas las noches para poder entregarte esto, tómalo por favor, me llamo Lan Xichen así que se amable de decirme tu nombre también–

A-Cheng ignoraban totalmente el echo de que podría ser su peine, sólo pensaba en que si aceptaba aquel obsequio después de haber unido sus voces en una sola canción, sus vidas se volverían una sola como decía la tradición, Jiang Yanli miró a su hermanito que estaba negado a decir o hacer algo, parecía que escondía lo que sentía por miedo a lo que podría pasar si lo hacía.

—Jiang Cheng ese es su nombre, vuelve esta noche y podrás volver a hablar con él– Tomó nuevamente las manos de su hermano para llevarlo con ella de vuelta al fondo del agua.

Lan Xichen se quedó ahí con su corazón en la mano hasta que el agua se dejó de mover, se retiro mientras repetía una y otra vez el nombre de aquella belleza quien anhelaba volver a ver, ya habían sido dos veces en la que se quedaba así, con la mano extendida.
‹Jiang Cheng... Que nombre tan hermoso, tan perfecto para él, nunca pensé que sucedería esto cuando me pidieron venir a exorcizar el rió›