El mayor de los jades pasaba de un lado al otro dentro de su habitación con una expresión de angustia y desesperación, no deja de mirar hacia todos lados dejando salir suspiros. ya faltaban pocas horas para que amaneciera y aún no sabía que haría para poder salir durante el día completo, no decidía si el escapar o buscar persuadir a su tío.
Le temía a la idea de que su tío descubriera sus planes, su castigo seria probablemente el confinamiento a las cuatro paredes de esa misma habitación por toda la eternidad o el resto de su vida lo que ocurriera primero, con el surgimiento de esa posibilidad de inmediato pensó en sus padres que por amor sufrieron un destino parecido.
Ahora la luz de los rayos del sol se situaba en las hierbas húmedas por el rocío matinal, Lan Xichen se quedó sin tiempo para seguir pensando por lo que cambio sus prendas de cama a las de diario, blancas y delicadas telas que expresaban una pureza inmaculada, saliendo de su habitación asistió al saludo matinal frente a los ancianos del clan donde permaneció sereno ante los ojos del mayor Lan en lo que escuchaba la lectura de las reglas junto a los demás presentes.
A primera hora del dia ya se encontraba con la mirada de su tio, seguia siendo esa misma llena de desespcion que le habia dado cundo regreso de Yumeng, esa misma mirada que tenia cuando Wangji eastaba cerca, recordo ese día de su regreso el como le habia gritado por su comprtamiento, como lo tacho de loco y sentenció esos sentimientos a perecer antes de que pudieran florecer, acusando a ese amor de ser solo obra de los encantos que producian las sirenas en quienes escuchaban sus cantos.
Sabía que eso no era en lo más mínimo cierto, nadie conocía sus sentimientos a la perfección como el mismo al sentir su corazón acelerar y vibrar como los cascos de un caballo salvaje, entonces lleno de valentía su espíritu y empezó avivar un fuego que en sus llamas incinerada una a una todas esas estrictas reglas hasta formar un fogón caliente e intenso
Se levantó ante todos para empezar a retirarse lentamente entre todos y ante todos los presentes, en calama continuo con el rostro en alto sintiendo la mirada de los ancianos que aseveraban sus rostros siguiéndolo hasta verlo abrir las puertas a la par.
—¡Lan Huan regresa y siéntate!– Grito con intensidad demandando el mayor Lan Qiren.
Más sin embargo Lan Xichen no detuvo su paso puesto al contrario aceleró su caminar, primero salió del Hall, después del clan y finalmente llegó al límite del clan Lan mirando al frente y hacia atrás, sintió esa sensación de presión que lo debilitaba, inconscientemente se intentaba sabotear para regresar, temiendo de las represalias, aún así tomando todo el aire que pudo dentro de sus pulmones cruzó un pie afuera sintiendo ese primer paso al exterior como el primero, lijero y diferente.
Dio un paso al frente y luego uno más hasta encontrarse caminando hacia el río esmeralda.
Entonces una vez pasadas las horas llegó al puente de piedra con los pies cansados y la mente inquieta, se acercó lento a la orilla con incertidumbre en el corazón hasta entonces escuchar un canto.
A medida que se encontraba más cerca el cansancio y los temores desaparecían, siguió incluso cuando sus pies se adentraron al agua y está siguió subiendo llegando a la mitad de su cuerpo.
— ¡A-Cheng!, aquí estoy, volví por ti– persiguió la voz hasta ver a su origen.
En medio del río la sirena corto el canto tan pronto vio al hombre de ropas blancas que con desesperación le llamaba, nadando hacia el con una sonrisa y ojos brillantes se lanzó a sus brazos, los amantes se sujetaron fuertemente sintiendo el cuerpo del otro comprobando que nada de eso fuera un sueño o ilusión, Jiang Cheng había madurado sus rasgos finos por unos un poco más legibles, en su cuerpo se podía ver la fuerza y el poder que ahora poseia sin perder la belleza delicada que lo caracterizaba.
— A-Huan, te extrañe tanto, no estaba seguro si volvería a sentir tus brazos –
— Yo.. También te extrañe demasiado, todos los días pensaba en que tal vez no podría verte de nuevo y.... Y eso me asustaba tanto por que yo, yo te amo A-Cheng te amo y quiero estar a tu lado sin importar lo que los demás digan–
Tras cada palabra una lagrima se derramaba de sus ojos recorriendo su rostro, callendo y muriendo en el río junto a toda esa cantidad de agua salada, Jiang Cheng sentía derretir su corazón al ver a su amado llorar debido a su reencuentro.
Hasta hace tiempo pensaba que las lágrimas eran insignificantes y sin importancia pero ahora mismo que veía las lágrimas de Lan Xichen y que estas estaban llenas de sus sentimientos se sentía algo egoísta y celosos por lo que las tomó con sus manos y boca.
— Te amo, A-Xichen, así que no llores más, tu lágrimas no merecen morir en este río helado–
Tan pronto terminó de hablar sus dedos fueron atrapados por la mano de Lan Xichen y sus ojos se dirijieron hacia el, ahora esos pequeños cuernos de antes se alzaban con alabanza sobre su cabeza, fuertes y elegantes.
— Vamonos, juntos, vayamos a un lugar donde haya un río con aguas claras y... – Jiang Cheng lo interrumpió poniendo un dedo en sus labios.
— No puedo, los míos me necesitan y los tuyos también... Mi hermana esta embarazada debo protegerla, volveremos a Yumeng hasta la primavera así que... –
—Una vez más nos vamos a separar– señaló lo obvio Lan Xichen
—Las aguas necesitan calmarse después de todo el disturbio, la calma viene después de la tormenta... Tu ¿esperaras por mi?–
Lan Xichen sonrió de manera algo melancolía quitando la cinta de su frente para entregarla con una ligera reverencia a Jiang Cheng.
—Esperare cuánto sea necesario así que lleva esto contigo–
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.Hola, bueno estoy escribiendo una historia aparte sobre Jin ling y A-Yuan muy divertida en otra página, ya va muy larga y en la mejor parte, ¿les gusta la pareja? Pará empezar a editar y subir los capítulos ✨✨🌻
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Al Sonido De Las Olas Del Mar. (ABANDONADO)
FanfictionDurante mucho tiempo el joven líder del grupo de sirenas en Yumeng a vivido negándose por completo a la idea de enamorarse o abrir su corazón a alguien, cada noche cantando pensando en sus hermanos, su ordinaria y cotidiana vida algo sorprendente su...