8.

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maratón 1/2

— ¿Jugar videojuegos?— Edward rio — ¿Eso hiciste todas tus vacaciones?

Lucas se encogió de hombros.

— Sí... A veces, cuando no tenía ganas de salir— juntó piedritas en un montoncito frente a sus piernas — Otros días íbamos al parque y leíamos... Bueno, yo leía y él escuchaba en silencio, luego comíamos sandwiches y tomábamos jugo de uva— puso la ultima piedra cercana en la pila — En general, solo pasábamos todo el día juntos. 

Sonrió y aplastó la montaña de piedras. Comenzaba a extrañarlo, sobre todo por el contexto de la noche; estar en el parque sentado en el césped, el olor a crème brûlée del vape de Edward, las hojas moviéndose por el aire. Le recordaba a la primera semana de vacaciones, cuando tuvieron un picnic en el parque. Recostó su cabeza en el pecho de John y leyó en voz alta un libro de poemas de John Doe que encontró en oferta mientras él cerraba los ojos y sonreía. Solo los dos, en paz, nadie más. 

— Eran muy cercanos tu y este amigo— dijo Edward inhalando de su vape.

No era su amigo, era su novio. No sabía por qué no lo había llamado novio, simplemente no había tenido la oportunidad quizá. Suspiró al saber la verdadera razón que tanto le dolía admitir; aún le daba vergüenza. Aún se avergonzaba y se temía un poco por lo que sentía, y sabía que si John se enteraba estaría decepcionado. Quería ser como él y gritar al mundo que lo amaba. 

— Es mi novio— dijo con el color subiendo a su rostro. 

Volteó a ver a Edward que lo miraba serio, luego sonrió y sacó el humo con olor dulce. Apoyó sus manos detrás de su cuerpo y miró al frente. 

— Sonaba como tal— dijo casualmente —¿Llevan mucho juntos?

Lucas miró las piedras en el piso y las acomodó en un cuadrado. 

— Un año. 

Edward sonrió más. 




— ¡No soy estúpido, Kevin!— gritó tomando al chico de la playera — ¡Quiero ser inteligente! ¡Ya no quiero ser como Harry!

John se sentó en la banqueta y metió la cara entre sus manos. Jeremy hipó y se tambaleó hasta que se sentó al lado de su amigo. Kevin se quedó viendo al par mientras uno encendía un cigarro y el otro se tiraba en el suelo con los brazos abiertos. 

— Debería estar en ese estúpido jardín botánico de la universidad de niños ricos mirando las estrellas con mi novio... Pero no lo estoy— levantó las manos al cielo, como si quisiera tomar algo — ¡Porque soy un idiota!

Sus manos cayeron sobre su cara y Jeremy le palmeó la pierna con un "ya ya" en apoyo. Kevin se sentó a su lado y suspiró. 

— No eres un idiota— dijo sin mirar a su amigo — Y no eres Harry, aún estás a tiempo de arreglar tu vida— se acostó a su lado — Todo pasa por algo, debe haber un motivo que no entiendes por el cual no fuiste a Cambridge. 

— Se me ocurren un par— dijo Jeremy y se acostó a su lado. 

Kevin se estiró para golpearle el brazo y el chico se quejó. John se quedó mirando al cielo con ojos preocupados. Quería un cigarro. 

— Me arrepiento de cada momento que me llevó a este punto— dijo serio haciendo que Jeremy volteara — No importa cuanto intento las cosas, o que tanto me esfuerzo, siempre me sale todo mal... No quiero seguir siendo un idiota, solo que ya me cansé de no poder cambiar.

Sad BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora