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capitulo 26 - cuesta abajo y sin frenos

Vuelve a ser domingo.

No me gustan los domingos.

Bueno almenos hoy no tengo resaca, no como el domingo pasado.

Miro a mi lado y sonrio como una boba.

Cierto rubio esta ahí, rodeandome con sus brazos.

Acaricio su pelo con cuidado de no despertarle, él debe notarlo y aprieta el agarre como si tuviese miedo de que yo me pudiese ir.

Tranquilo, nunca me voy a ir.

Rato después él suelta un pequeño gruñido y se revuelve sobre si mismo

-mmm - logra decir y frota su ojos para acostumbrarse a la luz y me atrae más hacia él - buenos días eh
-buenos días idiota - río y beso su mejilla
-¿hum solo ahí? - dice burlón y señala sus labios
-argh te odio- digo y él ríe y después de besarme vuelve a hablar
-eso no es ninguna novedad Barreiro
-ah no, no me cambies de tema, me has robado un beso señorito - finjo estar ofendida

-y tu no te has apartado - responde

Touché.

Arrugo la nariz como siempre que me enfado y el sonríe
-Barreiro no te puedo tomar enserio así, estás muy mona cuando te enfadas ¿sabes? - dice - siempre lo he pensado
-¿hasta cuando me odiabas?- bromeo

-ay Barreiro, yo nunca te he odiado, no puedo, ni aunque quisiera

Muerdo mi labio nerviosa
-¿enserio?
-mucho - responde
-¿entonces porque coño eras así conmigo? - pregunto yo
-me hacía gracia cuando te enfadabas y aparte una chica nunca me había respondido como tu lo hacías, y haces; aparte de Sam claro, Samantha es incluso peor- rie - me divertía ver que no te quedabas callada, incluso algunas veces si me enfadaba de verdad, me sacabas de quicio

-¡argh! eres imbecil - río y le doy un pequeño golpe en el hombro y él finge que le ha dolido - pero Hugo ahora enserio ¿va enserio?
-que si, eres jodidamente diferente a todas las chicas y aunque suene muy cliché es verdad, ese puto carácter que tienes que nunca te quedas callada, que a la mínima saltas, tú impulsividad, tu mala hostia - rie - no sé, esa rebeldía que yo tambien tengo, me estabas volviendo loco y me generabas muchísima curiosidad

-eso se lo dices a todas seguro - digo y él niega rotundamente
-no, todas las chicas a las que me acercado babeaban cuando me acercaba a hablar con ellas y se volvían pequeñas, como si yo fuese un ser superior solo por mi apariencia y eso hacía que mi ego subiese a un falso pedestal, tú no, tu frunces el ceño, ruedas los ojos, aprietas los puños y te muerdes el labio inferior con rabia preparada para responderme la primera burrada ofensiva y ingeniosa que se te ocurra en ese momento y me bajas de un plumazo del pedestal en el que yo mismo me había subido segundos atrás

Sonrio, eso es cierto, nunca me he vuelto pequeña cuando él estaba cerca, solo tuve un pequeño crush con él en la primaria pero nada más allá de eso, una pequeña tontería de pre adolescente que todos cometemos alguna vez en la vida, es algo vital se podría decir.

-te he dejado sin palabras ¿huh? Eso es un gran logro para mi - dice utilizando su tono burlón y yo río negando con la cabeza
-eres muy idiota
-pero me adoras - rie
-pero te adoro - rio
-a parte, nunca tuve que utilizar palabras para conquistar a todas las demás, eres a la primera que le digo algo así Eva - dice - ¿me crees?

Me ha llamado por mi nombre, casi nunca me llama así, sé que prefiere mi apellido.

-te creo - sonrio
-¿y sabes que? Eres la primera y espero que también seas la última a la que le digo algo así
-te has puesto profundo en dos segundos eh - digo bromeando- ¿quién eres tú y que has hecho con Hugo?
El rie y yo me uno a él