Rutina Diaria₄❦ʲᵘʳⁱᶜ

ᴜɴᴏ

ᴏʙʀᴀ ғɪᴄᴛɪᴄɪᴀ, ǫᴜᴇ ɴᴏ ᴘʀᴇᴛᴇɴᴅᴇ ғᴏʀᴢᴀʀ ɴɪɴɢᴜɴᴀ ʀᴇʟᴀᴄɪᴏɴ ᴇɴᴛʀᴇ ʟᴏs ɪᴅᴏʟs
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Cualquiera pensaría que se puede conocer completamente a una persona después de un año de conocerla, Eric era una de esas pobres almas inocentes. Hacía más de año y medio que su amigo Kevin le había presentado a Juyeon, doce meses desde que se hicieron pareja y siete desde que se mudaron juntos.

Siendo el chico extrovertido que era, Eric pasaba los fines de semana de fiesta, saliendo por la tarde con sus amigos y despertando casi al toque del almuerzo. Juyeon, en cambio, prefería quedarse en casa, sentado en el sillón con sus piernas extendiéndose cuan largas eran mientras veía una serie, salía solo después de muchas insistencias y siempre estaba despierto al toque de las ocho en punto.

Eric gustaba de comentar al ver películas, insultar a los personajes por no seguir sus recomendaciones y luego criticar si el final no fue de su agrado. El pelinegro se mantenía en silencio absoluto desde el principio hasta el fin de estas, apenas abriendo la boca para comer palomitas.

Ni hablar de sus planes para una "cita perfecta". Cuando Eric sugirió ir a un parque de diversiones en su tercera cita, Juyeon no se negó e incluso admite haberse divertido bastante. Pero a la cuarta cita lo llevó a un acuario, fue un cambio bastante brusco, pero Eric amó ver la parte intelectual del pelinegro mientras le contaba distintos datos de cada animalito.

Juyeon era estudiante de Biología Marina y Eric de Ciencias del Deporte.

En fin, se puede notar que eran muy diferentes, incluso sus amigos se habían preguntado si congeniarían bien. Y vaya que ellos mismos dudaron mucho al inicio, sobre todo Eric; tenía miedo de alejar al mayor con su constante entusiasmo.

Fue gracias a la gran paciencia y los pequeños detalles tranquilizadores del mayor que pudo aprender a dejar de lado las inseguridades y concentrarse en lo importante: ellos.

Pequeños detalles como esa caricia en el cabello que lo está despertando justo ahora. Eric abre los ojos con pereza y lo primero que ve es una sonrisa demasiado hermosa como para que sea real, afortunadamente lo es y ahora le besa la frente con cariño mientras peina los rubios cabellos hacia atrás.

Eric había cogido un molesto resfriado luego de jugar un partido de béisbol junto a sus amigos bajo la lluvia y de noche.

—Youngjae, tengo que salir a comprar la despensa —la dulce voz acaricia sus sentidos adormilados y Eric sonríe pequeñito a su novio —. Puede que no demore más de dos horas, ¿estarás bien en ese tiempo?

Él asiente, demasiado perezoso para hablar cuando recién se acaba de levantar, el reloj frente a su cama indica que apenas son las siete y media de la mañana.

Es un jodido sábado.

Juyeon lo llena de más almohadas a su alrededor y vuelve a besar su frente, cuando intenta separarse, Eric lo abraza por los hombros e intenta tumbarlo a su lado en la cama para volver a dormir. Juyeon ya está tan acostumbrado que le da el gusto unos minutos, acariciando su cabello para relajarlo lo suficiente que luego no pone resistencia al dejar de sentir el agradable calorcito sobre su cuerpo.

Eric volvió a dormirse luego de eso y sabe que fue mucho tiempo cuando escucha la puerta principal siendo abierta y las voces de Juyeon, Kevin y Jacob llenan el lugar.

—Ric —escucha que le llaman, pero como no es su novio, simplemente lo ignora. La cama se hunde a un lado suyo y acarician de nuevo su cabello —. No me ignores, todavía que te traigo comida.

De ser un perrito, sus orejas hubieran quedado en punta de inmediato. En cambio, asomó la cabeza y se sentó lentamente restregando sus ojos con suavidad. Kevin rio y le tendió una bolsa blanca.

—Te compré un sándwich para desayunar —le dijo.

—¿Hablas del que lleva pan o de una galleta sándwich? —el mayor lo miró seriamente.

—No vamos a tener esta conversación de nuevo —interrumpió Jacob, entrando junto a Juyeon en el cuarto. El mayor de todos le quitó la bolsa y en cambio le tendió una toalla y ropa limpia —. Ve a bañarte con agua tibia para bajar la fiebre, luego vienes a desayunar con nosotros a la cocina.

El menor miró a Juyeon interrogante, recibiendo un simple encogimiento de hombros de su parte. Así que ello hizo.

Quince minutos después, estaba sentado en la cama con Kevin secándole el cabello a su espalda, mientras los novios de cada uno terminaban de preparar el desayuno en la cocina.

—No vuelvo a jugar contigo —reclamó el menor en un puchero, su voz ligeramente ronca —. Solo yo me refrié, no es justo.

—¿Querías que yo me enfermara también? —cuestionó Kevin, pasando a cepillar sus cabellos alborotados.

—No —respondió en voz bajita.

El pelinegro sonrió con ternura y ambos caminaron al comedor.

El desayuno pasó tranquilo, pues quien más alegraría el ambiente entre los cuatro tenía el ánimo por lo bajo debido al resfriado. Juyeon no había terminado de tragar la comida cuando ya estaba poniéndose de pie para dejar los platos en el fregador y lavar todo, la cocina estuvo limpia en cinco minutos.

—Amigo, deberías tomarlo con calma, así no vas a digerir bien —Kevin lo reñía con la boca medio llena de comida.

—No me gusta ver nada sucio por mucho tiempo —le dio como respuesta Juyeon, retirando el plato de Eric una vez se aseguró que había terminado de comer —. Y evita hablar con la boca llena, escupes comida sobre el mantel.

Luego de eso, Kevin se mantuvo puchereando hacia Jacob por lo que había dicho Juyeon.

Esa misma noche, en lugar de tener alguna mejora con el resfriado, la fiebre de Eric empeoró al punto en que Juyeon lo llevó al hospital, preocupado al punto en que se movía torpemente a su alrededor mientras el doctor de turno lo examinaba.

Al final el doctor le dijo que tenía una infección de glándula y debía quedarse en reposo por lo menos seis días, tomando su medicamento y durmiendo a las horas exactas. Lo más importante: sin hablar más que para lo estrictamente necesario. 

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No sé cuántas partes tenga esto, pero trataré de hacerlo cortito uwu sí está relacionado con los otros os de esta saga, pero no tienen gran relevancia, ya que todo ocurre como un año después de los demás.

Rany