Salió corriendo del castillo y con la sonrisa más hermosa jamás vista, envolvió en sus brazos a Manuel.
Había pasado ya una semana en donde Manuel estuvo visitando reiteradamente el castillo a conocer al padre de Anastasia. También estuvieron conociéndose más mutuamente, ella se daba cuenta de que Manuel miraba con ojos avariciosos, sin embargo pensaba con inocencia que era normal aquello, puesto que él no era poseedor de grandes riquezas.
Con los brazos posados en las estrechas caderas de Anastasia, Manuel le dio un tierno beso en la frente, haciendo a la omega suspirar.
Para la coneja hoy sería un día en conmemoración ya que dejaría el palacio y se dirigiría a la manada Under The Moonlight, lugar donde vivía su preciada pareja.
—Nos vemos, —Anastasia tenía los ojos enrojecidos por haber estado llorando, besó las mejillas de Georgina y luego la de su padre —adiós papá, te extrañaré muchísimo —decía mientras abrazaba fuertemente a Fernando y éste le correspondía con mayor fervor.
—Vuelve para la coronación de tu hermana —miró a su prometido. —Quiero confiar en ti y pensar que la protegerás con tu propia vida, de lo contrario ya puedes darte por muerto. Haré que caves tu propia tumba y luego te tiraré dentro descuartizado —amenazó, encorvándose hasta la altura del beta.
Aquel lobo el cual su hija llamaba pareja, para el Rey, era un chiste. Verlo y escuchar su corazón acelerado por el miedo sólo lo hacía pensar en lo inútil que era ser un beta.
En realidad, lejos de ser por la descendencia del mencionado, el desagrado evidente que sentía el Rey hacía Manuel, era más por la facilidad con la que él se asustó al verle.
Él no la protegería bien y eso se podía predecir a metros. Se veía demasiado delgado, incluso para ser un beta.
—Papá...
No espero mucho y decidió entrar a su castillo.
Aquel chico al Rey no le daba confianza, pero a él, en realidad ningún lobo le daría paz, al menos este sabía que lo podría matar si osaba de hacer cualquier desfachatez que pusiera en duda el honor de su preciada hija.
Conocía a su especie, los salvajes que podían ser. Y Anastasia no se había criado en un entorno tan natural, al contrario creció rodeada de criaturas más débiles incluso que ella.
Él sabía que necesitaba una pareja. Es una omega y además coneja, necesitaba algo sólido. Pero eso no evitaba hacerlo temer por su hija.
Su madre, la cual también era una coneja siempre fue demasiado amorosa y piadosa. Y como él, los lobos son territoriales y manipuladores, temía que su hija se sintiera asfixiada y la llevara a traicionarlo y que él, como la criatura aberrante y agresiva que era le hiciera daño físico.
Las conejas no le tenían tanto respeto a sus destinados cuando estaban en su fecha de apareamiento, y lo tenían frecuentemente. Pero él confiaba en que junto con su esposa la educó bien. Ella había luchado con sus más bajos instintos muchísimas veces para llegar a controlarse, para no caer ante sus propios impulsos naturales.
Anastasia era el mayor orgullo de Fernando y él no aceptaba que la discriminaran, porque aunque nadie lo admitiera, ignorar lo que te pide tu cuerpo por el bienestar de tu pareja es algo que sólo alguien como Anastasia podría hacer. Sólo una princesa tendría la valentía de sacrificar su libertad para no manchar la reputación de su reino.
Muchas otras especies como los lobos, felinos... vampiros incluso, denigraban a los conejos por no tener escrúpulos a la hora de copular. No conocían tabúes ni restricciones. Tampoco respetaban parejas, ni edades, especies o razones cuando querían seducir.
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Fangs. [R]
FantasyUno de los principales purasangre encontró a su pareja y no descansará hasta tener a su coneja, aunque eso signifique la desgarradora muerte de muchos. Under the moonlight manada con el alfa más sanguinario, aterrador y corrupto. Hero sólo se seguí...