Bien ahí vamos, Britney Carter, has olvidado cómo se habla.
Con todo lo que me costó aprender.
Me aclaré la garganta antes de pensar a toda velocidad algo que decir.
-¿Esta ahí? - dijo la voz femenina al otro lado de la línea del teléfono.
-Emmm, sí, aquí estoy..- patético, una respuesta sumamente triste.
¿Cómo demonios me van a contratar si solo se decir, "si, soy yo", "sí, sigo aquí "?
Respiro hondo, y me esfuerzo todo lo posible por sacar mi lado profesional, debe de salir de debajo de la cama ya, o me moriré de hambre.
-Disculpe mi desconcierto, dígame- Digo de la manera más amable que puedo, aunque la mujer seguramente ya asume que soy retrasada.
-Queríamos hacerle una entrevista, ¿podría pasarse por aquí mañana? - Gracias al cielo, un trabajo, al fin y al cabo no tendré que comerme al gato, en caso crítico.
-Sí, seria perfecto, ¿sobre qué hora exactamente?- preguntó sin disimular la alegría en mi voz, algo nada inteligente desde el punto de vista profesional.
-Mmmmm...- imagino que esta buscando un hueco en la agenda, y rezo internamente de nuevo para que no se haya arrepentido de haberme llamado.
-¿Sería posible sobre las diez?- pregunta ella.
Me tomo mi tiempo para pensar como lo haría alguien que desea ser contratado.
Regla número 1, nunca te arrastres.
-Mmmm sí, creo que sobre las diez me viene bien- Digo con falso desinterés.
Nos despedimos y nada más colgar el teléfono.
Doy un salto de felicidad con giro de 360 grados y le piso la cola a mi gato que suelta un grito de enfado y sale corriendo.
Tenía que pasar, estamos hablando de mí.
Me paso el resto del día cantando y haciendo bailes de la victoria por toda la casa.
Decido terminar mi amado libro en el sofá junto a una taza de café.
Me deleito con ese libro que ha conseguido atraparme, "El perfume" y aunque en un principio me pareció sumamente asqueroso y de mal gusto, debo decir que la forma en que Jean Bautipse consigue captar la esencia de esas mujeres es sorprendente.
Doy un trago a mi taza de café y hago una mueca de asco.
Sabe a pis de gato, ni siquiera se preparar un café.
Suspiro y voy a la cocina para tirar por el desagüe ese líquido marrón que sabe a porquería.
El señor Peluso lleva todo el día sin dirigirme la mirada, sigue enfadado porque le pise la cola en un acto de felicidad por mi entrevista de trabajo, y Holly me ha llamado para decirme que su reunión fue estupendamente.
Me voy a la cama sin pensar en nada que no sea mi esperada entrevista de mañana.
Pero no es hasta las dos que consigo conciliar el sueño.
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Buenos días Los Ángeles, espero que tengan una muy buena mañana, el tiempo es de 17c y..
Mi manotazo apaga la radio del despertador, me levanto somnolienta y caminó hacia el baño.
Me meto dentro y enciendo el agua.
-¡Puta madre!- se me olvidó que el calentador esta roto y tarda unos minutos en salir caliente, pero para entonces estoy bien despierta y tiritando.
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I never want to grow up
RomanceUna joven fuerte y divertida que se abre paso en los caminos de la vida pero, justo cuando las cosas no podían irle mejor, el trabajo de sus sueños, una aspiradora que aspira todo el pelo de su gato con complejo de calvo. Jeremy Levine su cruza en s...