Habían pasado ya cinco meses, cinco meses desde esa fatídica noche y de lo último que me acordaba era del padre de mi hijo, o hija, quién sabe.
No quería saber el sexo de mi bebé ¿por qué?
No lo sé, pero creo que para poder gritar que sea lo que sea, aunque esté sola, lo amaré con mi vida.
Y puede que sea la peor madre del mundo, (puede que las halla peores, yo no dejaré a mi bebé de un contenedor) pero me esforzaré día a día para que crezca rodeado de amor.
Holly siempre estará ahí, ella me da la mano, me acompaña a las consultas cada vez que puede (hay quien se está empezando a imaginar lo que no es, cómo la recepcionista).
Su hermano Jordi me cuida con locura, me lleva a pasear incluso el desgraciado se apuntó conmigo a unas clases de yoga.
Sí, de yoga, imaginadme con una barriga de cinco meses, intentando hacer el puto saludo al sol.
Y encima el profesor es un viejo octogenario de 160 años como mínimo que viene del Tíbet y que se debe de poner hasta el culo de opio por qué no deja de decir gilipolleces sobre la paz interior y el equilibrio.
¡Equilibrate tu con este bombo pasa tibetana!
Además cada vez me es más difícil ir a trabajar, estar embarazada cansa muchísimo.
Y las hormonas...hay las hormonas, el otro día me pase 25 min mirándole el culo al camarero cada vez que atendía una mesa, pero una mirada intensa, incluso giraba la cabeza mirando ese lustroso pandero desde diferentes perspectivas.
Conclusión, Holly me regaló al día siguiente un amiguete morado que tiene una toma de carga en el huevo izquierdo.
Si, me regaló un pene.
Y no, no lo he usado.
¿Qué tal que le doy al bebé en la cabeza con él?
"Señora su hijo ha quedado tonto porque el falo con el que se masturbó le dio en la cabeza"
Sería la peor madre del mundo.
Y no queremos que pase.
Por otro lado estoy obsesionada con cosas de bebés.
El otro día compre un sacaleches con unicornios dibujados.
Si, no pude resistirme, también compré un cochecito, una cunita preciosa de madera clara, un dorsel de patitos y mucha ropa de colores neutros, para el o ella.
Me esfuerzo en comer sano pero seamos honestas, es una mierda, era feliz con mi dieta de futura obesidad mórbida.
No he vuelto a saber nada de mi familia, no, ni siquiera de mis hermanos o mi madre, tengo que admitir que pensé que se pondrían en contacto conmigo, almenos para saber como estoy, es decepcionante, la familia no es eso, y mi bebé no tendrá ese concepto de familia.
Pero oye, no necesitamos a nadie más, tenemos a Holly y a Jordi, sus felices titos que le compran helado y juguetes.
Mi jefa es un verdadero encanto, me llama a diario para preguntarme como estoy y me aconseja en todo, es un cielo de mujer, incluso me ha buscado un ayudante para que me sea más leve.
Le conoceré el lunes, espero y sea un buen tipo, solo sé que se llama Jeff, jajaj que curioso, tiene nombre gay.
Por otro lado me desagrada que el tema de la ruptura con mi familia ya sea tema de conversación.
Mi familia no es famosa, ni millonaria ni nada por el estilo, simplemente tiene buena posición social.
Mi padre es un coronel retirado herido en combate, ha dirigido importantes expediciones de guerra contra Irak, Corea y recientemente contra Rusia y Ucrania.
Es conocido y respetado.
Por eso su nombre a veces sale en la prensa o en invitado a recepciones, desfiles o incluso fiestas.
No me agrada que se haya mencionado en la prensa el amputamiento de uno de sus miembros.
Pero él es muy reservado y no hizo declaraciones, lo último que el desea es que su familia sea objetivo de vergüenza.
Yo, como la culpable de su hundimiento social.
Acaricio mi barriga mientras cambio de canal a Bob esponja, no puedo ver las noticias.
Estoy extremadamente sensible, el otro día salió una noticia sobre la muerte de trece personas y estuve horas llorando, fotos de niños desnutridos o de cadáveres en la guerra de Crimea, lloré como una magdalena y Jordi me prohibió ver las noticias.
"Al bebe no le hace bien que te pases el día como Mirthel la llorona"
Asique ahora estamos viendo Bob esponja, y digo estamos porque le hago a mi barriguita un seguimiento de quien es cada uno, una breve presentación de los personajes y le cuento lo que pasa.
-Ese pulpo tan feo es Calamardo, es un gruñón de aquí te espero, muy narcisista y un amargado de la vida, como el vecino del cuarto, un asco de señor, de esos que te apetece mandar a freír espárragos.
-La estrella mongola es Patricio y, tranquilo tu no te caerás de la cuna, no acabarás como él.
-El de amarillo es Bob esponja, y no, no creo que fume hierva a pesar de tener ojos de fumeta, es el típico entusiasta supongo.
Una patada fuerte en mi útero me hace dar un brinco.
-Vale, vale, siento darte la lata te dejaré dormir.
Sí, mi hijo aún no había nacido y ya estaba quejándose por todo.
Patea por qué tiene hambre o porque tiene sueño.
Es un pequeño gruñón, espero que no sea un bebé amargado.
Me acuesto sonriente con las manos en mi pancita quedándome dormida con las pequeñas patadas de él pequeño pateador.
Sin darme cuenta que mi insistente móvil no para de sonar, ignoro la llamada y me quedo dormida sintiendo a mi hijo dentro de mí.
Mañana tendría que lidiar con las tres llamadas perdidas de mi hermano.
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I never want to grow up
RomansaUna joven fuerte y divertida que se abre paso en los caminos de la vida pero, justo cuando las cosas no podían irle mejor, el trabajo de sus sueños, una aspiradora que aspira todo el pelo de su gato con complejo de calvo. Jeremy Levine su cruza en s...