Sokka sabe que su hija quiere algo. A momentos le mira por varios minutos y mueve sus manitos demasiado, a veces es como si hablara muy despacio pero al final no se atreve a decir nada de lo que piensa.
Cree que se debe a alguna travesura que hizo, es decir, él mismo rompió un montón de cosas cuando era más joven, podría entender a su hija. A menos que le hubiese hecho una broma a alguien más. Por eso mismo, está decidido de que es hora de hablar con ella, si ha estado inquieta es por algo y como padre que es, necesitaba saber que su hija está bien.
A la hora de la cena, Zuko termina siendo arrastrando porque un señor está en pánico sobre el maestro tierra que se ha mudado a su lado, pese al nuevo mundo que se alzaba, aún había gente muy quisquillosa con las ideas del Señor del Fuego actual.
Así que están solo ellos dos en la mesa. Sokka entre cierra los ojos, viendo con cuidado cualquier señal que denote alguna cosa que no había visto antes en su pequeña hija.—¿Qué pasa, Airi? Sabes que puedes decirme lo que sea, ¿No? —alza una ceja, interrogativa, el hecho de que sea tan expresivo, quita la tensión del pequeño cuerpo.
Ella asiente, llevándose a la boca un pedazo de carne, con su pequeña mano termina sujetando el tenedor desde el medio con cada uno de sus dedos. Mastica un poco, justo cuando su papá está por hablar ella suspira, juntando ambas manos entrelazadas sobre la mesa.
—Quiero una hermanita.
Habló con calma, sin embargo Sokka suelta su propio tender cayendo al piso. Tiene la boca abierta y una mueca de pánico. Hubiese preferido mil veces que su hija hubiese roto alguna vasija.
No esté inusual pedido. Ríe tontamente, por ella solo tiene cinco, pronto los seis, no necesita saber que él no desea pasar por lo mismo otra vez, además el actual quehacer a hecho que tanto él como Zuko no piensen en tener más hijos. —Aunque les guste el proceso—.—Pense que estabas bien siendo solo tú. ¿No es genial tener el doble de amor? —interrogó, acercándose a ella, en busca de que olvidará lo que había dicho.
Le miró con ojos acuosos. Negando.
—¡Bumi tiene a Kya! —exclama, cruzándose de brazos. Parece realmente dolida. — Y tú a tía Katara, quiero una hermanita. ¡Seré buena, lo juro! —exclama alto, para que se note lo importante que es su mención.
Sokka traga saliva. Quizás el hecho de ver a los hijos de Katara jugar juntos, incluso cuando no estaba su prima con ellos, hizo que su hija se sintiera triste. El palacio era grande, la mayoría del tiempo llenó de gente que caminaba de un lado a otro, y no había niños cerca, menos la princesa. Qué se la pasaba pregúntale al resto : ¿Qué es esto?
Incluso Zuko había tenido la compañía, algo tensa y maliciosa de Azula. Pero no.
No era tan fácil, además Airi quería una hermanita, como si fuera simplemente a escoger incluso como quería que fuera su personalidad.—Lo pensaré. —concluyó, dándole un beso en la frente.
—¡Y que sea una guerrera Kyoshi! —añadió, con mejillas rosadas por la emoción.
___
Zuko se lanzó a la cama después del baño, tendido boca abajo, suspirando por fin en tranquilidad. Había esperando todo el día poder quitarse su traje y ponerse un pijama cómodo para poder solo descansar, dejar ir todo rastro de preocupación para estar en tranquilidad. Pero el curioso silencio lo desconcertó como para elevar un poco su cabeza, buscando a alguien en el resto de la habitación. Alzó una ceja, confundido, Sokka no había llegado aún.
Y tampoco veía a su hija en algún lado, como costumbre, ella a veces dormía en la habitación de sus padres. Se levantó de la cama, mientras los huesos de sus hombros crujían un poco, estaba a punto de salir en busca de su pequeña familia hasta que la puerta fue abierta y cerrada con rapidez. Zuko sonrió aliviado, su esposo estaba allí pero tenía una expresión de cansancio, Zuko se preguntó porqué.
ESTÁS LEYENDO
ᴀᴠᴇɴᴛᴜʀᴀs ᴅᴇ sᴏᴋᴋᴀ ʏ ᴢᴜᴋᴏ.
Fanfiction"ℙ𝕖𝕢𝕦𝕖𝕟̃𝕒𝕤 𝕙𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒𝕤 𝕣𝕒𝕟𝕕𝕠𝕞 𝕕𝕖 𝕖𝕤𝕥𝕠𝕤 𝕕𝕠𝕤". [ℤ𝕦𝕜𝕜𝕒/ ℤ𝕦𝕜𝕠 × 𝕊𝕠𝕜𝕜𝕒] -ᵖᵉʳᵈᵒ́ⁿ ᵖᵉʳᵒ ⁿᵉᶜᵉˢⁱᵗᵒ ˢᵃᶜⁱᵃʳ ᵐⁱ́ ᵈᵉˢᵉᵒ ˣᵈ