Yoongi
Esa noche...¿Cómo describirla?....No se como la gente puede hablar de eso. Lo considero algo privado, sin embargo, diré que fue la mejor noche de mi vida. Lo mejor de todo, fue despertar y encontrarse a Jimin durmiendo a mi lado. Aún conservaba su olor característico el cual resaltaba más al tener su tersa piel desnuda junto a mi. Su acompasada respiración me hacía sentir relajado.
Me levanté con cuidado y me vestí para preparar el desayuno para ambos. Justo cuando ponía a hacer las tostadas, jimin se levantó con solo un bóxer y una de mis camisas de dormir anchas puestas. Se veía muy atractivo...bueno... más. Se restregaba los ojos con sus manitos hechas puños y su pelo iba hacia todas las direcciones.
—Buenos días—Dije y me miró con una pequeña sonrisa.
—Buenos días Hyung—Se sentó en una silla de la isla de la cocina.
—¿Cómo amaneciste pequeño?—pregunté y se sonrojó al instante.
—Muy bien, gracias por preocuparse—respondió. Entonces serví el desayuno...Jimin viró el chocolate caliente sobre mi...grité...mucho...exagerado, si....pero grité. Jimin se levantó enseguida y me hecho agua de un pomo que resultó no ser agua si no vinagre. Al final terminé oliendo a ensalada de cacao.
El caso fue que cuando me fui a bañar y salí para llevar a Jimin a su casa el me detuvo en la puerta del baño con un tierno puchero. Podría comérmelo pero tenía que mantener la compostura.
—Hyung...tengo que ir a mi trabajo—entonces hizo una sonrisa que hizo que sus ojitos se perdieran—¿Me podrías llevar a la casa de la cultura?—¿Cómo decirle que no a ese niño tan lindo?
—Claro que te llevo...—Hizo un gesto con la mano de Victoria y entra al baño para vestirse.
Treinta minutos después yo lo llevaba en el auto hacia la dichosa casa de la cultura. Bajamos frente a ella y entré junto con Jimin. Casi muero de ternura cuando muchos niños se acercaron para abrazo gritando "profe".
—Bien pequeños a bailar—Me hizo un gesto con la mano para que los siguiera.
Terminé sentado en una esquina de la sala de baile viendo a los niños y a Jimin bailando. Me hice una nota mental de no olvidar nunca esa imagen. Jimin se movía como si el viento se lo llevará, como si lo levantara del suelo para ayudarlo a que su baile fuera magnífico.
Otra imagen linda fue la de verlo ayudando con los pasos a los niños y niñas. Los más grandes tendrían unos diez años.
—¡Uno, dos, tres, cuatro y vuelta!—gritaba y los niños le seguían sus pasos con una sonrisa y el les aplaudía no haberse equivocado.
Al final de la clase, vi que la felicidad fue disminuyendo. Uno de los niños hablaba con Jimin poco emocionado y él, era obvio que lo consolaba. Me acerqué con cuidado y escuche un pedazo de esa conversación.
—Me gustaba mucho dar clases de piano con el profe Eduardo—Dijo triste—¿Sabe por qué lo despidieron?
—Bueno..—Jimin me miró con ojos de saber que le había pasado—Tuvo que irse por problemas personales—Sonrió tranquilizador y yo me agaché a su lado.
—¿De que clase era?—le pregunté el pequeño. Quizás era maestro de música y yo podría ayudar.
—Piano—al escuchar el nombre del instrumento una calidez me invadió.
—Ese es un instrumento muy bonito—sonreí. En ese momento me recordé con esa edad cuando mi profesor faltaba a una de las clases y me imaginé lo que debía de sentir ese niño ahora que se había ido para siempre—¿que están dando?
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Todo pasó en un atardecer en el malecón (YoonminxCuba)
Diversos🇨🇺Jimin lleva dos años viviendo en un país que es todo lo contrario al suyo pero lo hace sentir cómodo. 🇨🇺Yoongi llegó hace poco pero se siente a gusto y feliz. 🇨🇺El malecón habanero es el lugar más romántico de La Habana. 🇨🇺Dos chicos, un a...