Epílogo.

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Narradora

Jimin llegó a la casa, dejó la mochila en el sofá y caminó directo al baño para bañarse. Su trayecto fue interrumpido por un cuerpo en el pasillo. Levantó la vista y se encontró con el rostro molesto de su novio. Sabía porque estaba molesto y lo miró con un puchero, sobre todo por el cansancio que traía encima por la jornada de trabajo.

—¿Estás cansado no?—le dijo y Jimin resopló—No te pongas así, ahora aguanta mi regaño—Dijo con el dedo índice levantado.

—Quería terminar esa coreografía Yoongi—Dijo con un pequeño berrinche.

—Podías terminarla mañana. ¿No te sirvió de nada las veces que hemos ido al hospital?—Jimin se se sintió mal. Lo que decía Yoongi era cierto, había ido a parar al hospital más de una vez por sobre exigirse demasiado pero aún así no quería parar, era algo que no estaba en él.

—Lo siento—Dijo con ojos de corderito.

—Ya, claro, lo que pasa siempre ¿No? Lo siento, no lo hago más y al otro día haces exactamente lo mismo—Yoongi estaba bastante molesto y Jimin lo sabía por la expresión de su rostro—Estoy cansado de esto Jimin. Estoy en casa de la rubia por si reflexionas.

Yoongi tomó las llaves y salió del lugar. El y aquella rubia se habían hecho muy amigos, incluso el golpeo al ex novio de está por lastimarla. Jimin sabía que no había problema con eso, igual la chica no gustaba de Yoongi y bueno... Yoongi era gay. Pero ese día no pudo evitar molestarse consigo mismo. Le dolió haber lastimado a Yoongi y sabía que Olivia lo regalaría por ser tan cabezón y hacer al final lo que Yoongi le dijo que no hiciera.

Entró a bañarse y salió a la media hora. Yoongi aún no regresaba, así que fue a buscarlo. Ya estaba atardeciendo y el cielo estaba teñido de arrebol. "¿Y si todo se acaba cómo empezó? En un atardecer" Entró por el portón de casa de la chica, camino por el pasillo, acarició a los perritos Husky Siberiano que descansaban en el patio y tocó la puerta de metal dos veces. Enseguida salió aquella rubia y sonrió pequeño.

—Tardaste—Dijo, y Jimin pensó que ya había perdido a Yoongi "Estoy cansado de esto Jimin" le había dicho y probablemente ya había hablado con la rubia par que le buscará a otro novio—Antes de que te montes una película, pasa, èl, Kamila y Olivia están en mi cuarto.

Jimin no entendía la razón de que todos menos el se reunieran sin el, sobre todo después de esa pelea con el Min. Entró detrás de la dueña de la habitación y Yoongi se paró muy serio frente a él.

—Yoongi, lo siento, soy un estúpido no debí quedarme más tiempo del nece...—Yoongi lo beso para que callara y poder hablar él.

—Jimin, llevamos saliendo ya dos años, hemos vivido más de tres cosas juntos ¿Y aún piensas que te voy a dejar por esta tontería?—El menor se sintió avergonzado—Yo vine aqui porque ellas me ayudaron, no estaba seguro de si era el momento pero...ahora lo tengo más que claro—Yoongi estiró la mano y Kamila le dió algo que Jimin no alcanzó a ver, Olivia se mordía el labio para no llorar y la rubia grababa—Jimin, sé que quizás no estemos preparados, pero estoy seguro que podremos con esto...Park Jimin, ¿Quieres convertirte en Min Jimin?—Abrio la pequeña cajita mostrando dos anillos con sus nambres. Los ojos del menor se aguaron con rapidez, la rubia casi suelta la cámara de la emoción y Kamila ya lloraba.

—Yoongi....¡Si! ¡Claro que quiero!—Yoongi le puso su anillo y luego se colocó el suyo. Ambos se abrazaron y se besaron bajo la mirada de las chicas y dejando eso captado en video. Un amor puro y hermoso como lo fue ese tenía que quedar plasmado para siempre...y de eso se encargaron.














Tres años después

Jimin y Yoongi se habían casado hace dos años...celebraban su aniversario con la chicas que le tenían una sorpresa tremenda. Habían preparado una fiesta enorme en casa de la rubia y les habían regalado algo para fomentar su responsabilidad como pareja.

—¡ES UNA TERNURA!—gritó Yoongi y Jimin supo que ahora tendría que competir por su atención.

—Bien, ahora tendré que competir con un chucho—Dijo Jimin fingiendo molestia, aunque por dentro se moría de ganas de arrebatarle el perro a su esposo y huir con él.

—No le digas asi a Holly—Dijo Yoongi, le había puesto nombre muy rápido.

—Yoongi, es macho—Dijo Olivia, pero el mencionado le restó importancia.

—Me gusta y así se va a quedar—Dijo y acarició al perrito para luego besar a su novio en el puchero de celos que había formado. 

Lo extraño de esto era, que la fiesta era en casa de la rubia, pero ella no estaba...

—¿Dónde está esa loca?—pregunto Jimin. Olivia y Kamila se miraron cómplices.

—¿Que están tramando?—cuestionó esta vez Yoongi.

—Buenas—Llegó la perdida con una bolsa de nylon azul en manos—¿Pensaban que me iba a perder la fiesta desagradecidos?—preguntó y abrazó a la pareja felicitándolos—Tarde en venir porque fui a buscar vuestro regalo—Levanto la bolsa y se la tendió a Jimin. Este la abrió y sacó un libro...pero no cuelquier libro. Tenía la tapa dura y de portada, seis fotos adornaban el frente. Dos eran de Yoongi y otras dos de Jimin, las restantes eran, una del malecón cuando el cielo se pintaba de arrebol y la otra, dos manos entrelazadas.

—P-pero....¿Cómo?—preguntó Yoongi atónito. Aún no había leído el título de aquel libro por lo que no entendían nada.

—Esto tenía que pasar a la historia. La gente de Cuba y del mundo tiene que entender que la homosexualidad no es el agujero por donde se tiene placer, si no la historia que hay detrás de cada pareja, el amor que se profesan y la habilidad, como la de todos los humanos de amar. Por eso, planes vuestra historia en este libro, para que el mundo entienda que el amor, es igual de cualquier forma que se demuestre y que, por tanto, no debemos ponerle nombres.

Entonces fue, cuando los dos chicos, que ahora felizmente casados, miraron el título del libro.

Todo pasó en un atardecer en el malecón.

Fin

Todo pasó en un atardecer en el malecón (YoonminxCuba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora