Rojo Escarlata (CANCELADA)

5. Yo sola podía

Al día siguiente me levanté, me puse un vestido sencillo verde y me recogí el pelo, como siempre, en una trenza. Una vez lista me dispuse a bajar a desayunar. Me senté con Aragorn y Arwen, aunque al rato llegaron Legolas i Gimli.

- Buenos días elfita- dijo Gimli al darme un fuerte golpe en la espalda que por poco me tiro el agua por encima.

- Buenos días- le revolví el pelo.

- Buenos días chicos- dijo Legolas sin apenas mirarme.

Legolas se sentó enfrente mío y notaba como me miraba de rojo, aunque cuando lo miraba el apartaba la vista de mí. ¿Qué le pasa al elfo este ahora? Lo de ayer no fue para tanto… ¿o sí?

- No puedo creer que vaya a encaminarme a una misión suicida junto a dos elfos y encima uno de ellos mujer- dijo Gimli algo molesto.

- La elfa es más fuerte y pelea mejor que todos nosotros juntos- dijo Aragorn- así que yo no la haría enfadar- reí.

- Eso ya lo veremos- dijo el enano.

- Vamos, no seas tan cascarrabias- dije mientras le cogía de los mofletes.

- Debo irme- habló por primera vez Legolas mientras se levantaba.

- ¿Y a este que le pasa?- pregunté algo molesta.

Nadie contesto por lo que seguí desayunando. No sé que le pasará al elfo ahora pero espero que no tenga nada que ver conmigo ya que nos esperan muchos días juntos. Fui hacia mi habitación y de camino me encontré con un elfo que nunca había visto antes. Me pareció algo sospechoso pero yo seguí mi camino.

- ¡Eh!- gritó- espera.

- ¿Qué quieres?- dije seca.

- Vaya, para ser una princesa no eres muy amable eh- dijo acercándose demasiado.

- No soy una princesa- dije alejándome de él.

- No tengas miedo Mía, lo pasaremos bien- me besó en el cuello a lo que lo aparté.

- Vamos no te resistas, bonita.

Este no sabe lo que está haciendo...

Le di un fuerte golpe en el estómago pero él seguía queriendo agarrarme. Me dio un golpe en la cara que seguramente me dejaría marca. Justo en ese momento apareció Legolas que le dio un fuerte golpe en la cabeza dejándolo inconsciente.

- ¿Estás bien?- me preguntó con preocupación mientras me miraba fijamente.

No me había fijado en sus bonitos ojos azules, en sus labios y su melena rubia. La verdad es que es una de los elfos más guapos que he visto…

- ¿Mía?- me sacó de mis pensamientos.

- Sí, estoy bien. Aunque yo sola podía eh- le golpeé en el brazo y río- Oye, voy al bosque, ¿quieres venir conmigo?

- Claro- dijo contento.

- Primero voy a mi cuarto a cambiarme, si quieres puedes venir conmigo.

Fuimos a mi cuarto y mientras yo me cambiaba en el baño, el me esperaba sentado en mi cama.

- Sabes, me gustas más cuando vas así vestida, como una guerrera, que con vestido- dijo sin apenas mirarme.

- Gracias, supongo- reí- cuando quieras, elfito.

- Vamos, el primero en llegar gana- salió corriendo.

Inmediatamente empecé a correr. Me sacaba un poco de ventaja pero parece mentira que no sepa que yo he crecido aquí y tengo mis atajos. En pocos minutos ya lo había atrapado.