Iba camino al campamento junto a Aragorn. En el centro habían encendido una hoguera y alrededor de ésta ya se encontraban todos los demás durmiendo. Estaban tranquilos, envueltos en mantas a causa del fresco de la noche. Aragorn y yo nos sentamos en las raíces un un árbol cercano a aquel lugar y empezamos nuestra guardia.
- Aragorn- llamé su atención- ¿tu te acuerdas de tus padres?
- Bueno, a veces me vienen pequeños recuerdos de ellos, pero no es gran cosa. Con tan solo dos años mi madre me llevó junto a Elrond, ya que... -suspiró entristecido- mi padre murió.
- Yo a veces me pregunto que es mi padre realmente, sabes. Apenas conocí a mi madre y la única familia que me queda es Arwen.
- Tu padre debió ser un buen hombre, solo hace falta verte- me sonrió.
- Supongo...- suspiré y miré al cielo.
El resto de la guardia nos lo pasamos en silencio, pero no en uno incómodo, sino uno de reflexión; y yo tenía mucho sobre lo que reflexionar. Este era un tema que siempre me había preguntado. ¿Quién es mi padre? ¿Cuál es mi verdadera familia? Con todo este asunto de salvar la Tierra Media, que me tenía algo ocupada, hacía mucho que no pensaba en ello. Si todo esto sale bien y sobrevivo, intentaré averiguar mi pasado. Solo de esa manera, podré seguir mi futuro en paz. El cual espero que sea junto a Legolas...
- Mía- habló el montaraz al cabo de un buen rato de reflexión- quiero que sepas que ahora mismo mi única familia sois Arwen, los chicos y tu. Eres como una hermana para mí.
- Aragorn- sonreí- tu también eres un hermano para mí. En realidad, eres como un héroe para mí.
Nos sonreímos y seguimos en silencio hasta que llegaron Legolas y Gimli para sustituirnos. Gimli se sentó rápidamente en la raíz, mientras bostezaba. Legolas se acercó a mí y me dio un dulce beso de buenas noches. Me levanté de allí y me dirigí junto a los demás para poder dormir algo. Estaba muerta de cansancio.
Me tumbé junto a Aragorn para resguardarnos un poco del frío y nos tapamos con una manta. Estaba más cansada de lo que creía ya que no tarde ni dos minutos en dormirme.
Me desperté algo sobresaltada. Algo me había dado un bueno golpe en el pecho y me costaba mucho respirar. Me puse en pie y miré a mi alrededor. Estaba sola, todos se habían ido, pero cuando me fije mejor en donde estaba no era donde habíamos acampado. Joder, ¿dónde narices estoy? ¿y cómo he llegado hasta aquí? Vamos Mía, esto no puede estar pasando. De repente escuché unos gritos en la lejanía.
- ¡Celebrían, corre!
Un momento, ¿Celebrían? ¡Esa es mi madre! Corrí hacía la voz y vi a mi madre con un bebé en brazos junto a otro elfo. Este estaba luchando contra una especie de orcos extraños. Pero lo que más me chocó fue que luchaba con una espada en su mano derecha y con la izquierda lanzaba una especie de hechizos.
¿Qué narices está pasando aquí? Esa no puede ser mi madre, ¡ella está muerta! ¿Quién es ese tío? Joder, esto es muy raro, hasta para mí. Joder, joder, tengo que hacer algo, los van a matar.
- ¡Corre! ¡Te he dicho que corras!- seguía gritando aquel hombre.
- No pienso dejarte aquí- lloraba mi madre- no puedo dejarte aquí.
- Vamos, tienes que ponerte a salvo- hablaba el elfo sin dejar de luchar- debes salvarte a ti y a nuestra hija, ¡corre!- ella le hizo caso.
Esas palabra me cayeron encima como una jarra de agua fría: "Debes salvarte a ti y a nuestra hija". O joder, a caso... ¿Es él mi padre? Oh, mierda, esto es demasiado.
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Rojo Escarlata (CANCELADA)
Fiksi PenggemarMía es una poderosa elfa y muy buena guerrera. Lo ha pasado un poco mal en su vida pero ahora forma parte de la comunidad del anillo. Durante el camino tendrá que enfrentarse a sus sentimientos por un elfo, Legolas. Mía afrontará diversas aventuras...