Capítulo 26

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– ¿Qué haces aquí? –preguntó Ulrik, tratando de ganar tiempo para que Sara o alguien más llegase.

– ¿No es obvio? Te estaba buscando desde hace bastante, aunque la sola presencia de la Enkeli esa interfería la señal de tu paradero –replicó Vassilliyr encogiéndose de hombros sin dejar su sonrisa, refiriéndose claramente a Lyanne–. Corey me ayudó un poco esta vez.

– ¿Y tú propósito es destruir Mundos a cambio de matarme? Es ridículo, ni siquiera te atreves a desafiarme directamente, solo vienes aquí con la intención de causar disturbios –contestó Ulrik apretando sus manos en puños, enterarse de que lo que le dijeron era cierto y su hermano le estaba buscando, realmente le enfadaba.

–Bueno –alzó una mano y luego agitó a Dødsoversetter hacia el frente, desafiante–. No tendría problema en pelear con el viejo Ulrik –el susodicho miró tras Vassillyr cómo los Svart Sjel entraban uno tras otro a través del portal, él no era el único ganando tiempo.

Ulrik apretó los dientes e inspiró con fuerza antes de estirar sus pies sobre el césped, poniendo sus manos al frente en la posición que parecería formar un triángulo. No tenía armas, solo quedaba el combate usando su cuerpo.

El Enkeli Oscuro se lanzó al frente con un golpe dirigido al mentón, así que Vassillyr lo recibió de lleno con la empuñadura con forma de alas de Dødsoversetter, luego se agachó un poco, girando y pateando el abdomen de Ulrik, enviándolo lejos.

–Vamos, vamos. Me aburro –dijo Vassillyr con un bostezo.

Ulrik suspiró, y con ese aire apareció una niebla negra a sus pies, formando un portal por donde salieron esqueletos rápidamente, arrojándose a su hermano menor. Este entrecerró los ojos y chasqueó los dedos, los Svart Sjel llegaron de inmediato para amortiguar el ejército de muertos. El Enkeli aprovechó el momento mínimo de confusión para pisar el suelo con fuerza y avanzar directo al frente con el torso agachado, cuando llegó hasta Vassillyr levantó el puño, golpeándole la mandíbula, y luego, antes de recibir un golpe de lleno en su costado izquierdo por parte del arma divina, usó su mano para tomar el filo de la misma y reprimirla el instante suficiente para golpear de nuevo el rostro de su hermano, esta vez aplicando sus poderes y haciendo que él fuese forzado a resistir el incremento de gravedad bajo su pies.

–Kjeder –dijo Vassillyr, y entonces de Dødsoversetter salieron cadenas renegridas que sujetaron a Ulrik por el cuello y brazos, inmovilizándolo.

Esto era el límite de lo que Ulrik podía hacer sin un arma... Que tonto era... esperaba al menos haber ganado tiempo para que Sara pudiese crear las barreras correctamente y entonces dejasen de entrar más Svart Sjel. Eso pensaba, sin embargo, no podía evitar colarse la idea de desear ver a Lyanne una última vez más.

Vassillyr giró el arma divina y clavó la punta de Dødsoversetter con fuerza hacia el frente.

Cuando Ulrik abrió los ojos que con tanta fuerza había cerrado ante la idea inminente de su muerte, miró el cabello de Lyanne inmóvil ante la ausencia de viento, allí frente a él y con Dødsoversetter atravesando su pecho, impidiendo que este llegase a Ulrik.

– ¿Qué...? –dijo sin creerlo. Sobre todo, cuando la Lyanne de ojos azules giró a un lado su rostro, mirando si Ulrik estaba bien.

–Bueno... eso duele, imbécil –comentó la mujer antes de escupir hacia la izquierda, lo que en lugar de saliva fue fuego azul. Ulrik se quedó inmóvil procesando el significado de aquello.

Un momento después el lugar entero en un área de cien metros a la redonda había sido cubierto por llamas cerúleas, quemando a Vassillyr, quien rápidamente se alejó con sus alas. Ulrik en cambio solo sentía un mínimo de calidez, quizá por su inflamabilidad de Enkeli. El agujero causado en el cuerpo de la Lyanne de ojos azules por Dødsoversetter se llenó de llamas hasta hacer desaparecer la herida, dejando solo una pequeña cicatriz. Era increíble cómo no tenía sangre, o quizá sí, y también fuese fuego azul.

Alas de Oro y CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora