❝ℬutterfly.❞ ; Saiki Kusuo.

Ella; 02.

Segundo día de clases y aún estaban pegados a Shibazeki Suiren como un montón de mosquitos molestos. Mientras la tan admirada desde el primer día de clases caminaba hacia su salón junto a su amiga, un chico pelirrosa seguía luchando contra sí mismo, seguía curioso por la chica, pero se había prometido a sí mismo que no la iba a seguir, o sea, no era para nada un acosador. ¿Verdad? en cuanto la llamativa Shibazeki Suiren entró al salón, todos la miraban atentamente, como en una exhibición de algún animal, esperando que haga un truco. Ella se miraba algo molesta, sin embargo no tanto como el primer día. Yumehara llamó su atención, le estaba haciendo señas para que se acercara.

— Suiren, Suiren. Ven aquí. — La voz alegre de su amiga se escuchaba algo bajita, pero logró escucharla bien. Suiren asintió, algo feliz de las acciones de esa chica, sin duda le había caído bien.

— Bueno Suiren, nos vemos luego. Cuídate. — Kaori, la pelinegra, se despidió de Suiren con la mano, mientras que la mencionada sólo asintió.

Suiren se dio media vuelta para acercarse finalmente a Yumehara, aunque de reojo miraba a algunas personas. Un chico que parecía un chihuahua tembloroso hablaba con otro chico de cabello morado y lentes, parecían reír de algo, sin embargo no escuchaba bien la conversación y tampoco estaba interesada en saber, luego, notó como la chica del primer día, aquella de mirada extraña y cabellos azules, la que era bastante linda, la miraba también de reojo, en cuanto cruzaron miradas, esa chica se sobresaltó y sonrió nerviosa, saludando con la mano. Suiren se sorprendió un poco, pero sólo saludó con la cabeza, inclinándola levemente, con su rostro neutral. También había una muchacha de trenzas y lentes, babeando mientras leía una... ¿revista de comida? No, no era una revista, era un menú de algún restaurante ¿Lo habrá robado? 
No le resultó del todo extraño, ya que su hermano hacía algo parecido. Luego, notó como los chicos de los que se había fijado segundos atrás, más uno de aspecto energético y cabello rojo, se acercaban a un tranquilo muchacho de cabellos rosa, ese que estaba sentado enfrente de ella. Comenzaron a hablar entre ellos, pero no sabía si ese chico hablaba, ya que no se escuchaba su voz. Bueno, nunca la escuchó así que tal vez fueron imaginaciones suyas.

En cuanto se sentó en su lugar correspondiente, al lado de Yumehara, ella le sonrió y comenzó a hablarle incluso más feliz que la vez pasada, supuso que su personalidad sólo era así.

— Tengo una pregunta, me la estuve guardando desde que llegué a casa ayer. — Parecía curiosa, Suiren sonrió ligeramente, le gustaba que ella fuera así de curiosa, de cierta manera le alegraba que esa chica se sienta curiosa por ella, se sintió algo especial. Asintió, esperando su pregunta.

Aunque también había otro chico que esperaba la pregunta. Así es, Saiki Kusuo estaba siendo entrometido.

¿Qué? escuchar los pensamientos y conversaciones de los demás de vez en cuando se me hace inevitable, además, están detrás de mi. Esa era la excusa del chico.

— ¿Por qué tu apellido es diferente con el de Nendo? — Okey, eso fue algo grosero, al menos lo habría preguntado en privado. Pero tampoco lo gritó, Suiren la miró unos segundos, aún neutral. Se tardó un poco en responder, poniendo nerviosa a Yumehara.

— Bueno.. — Saiki casi se asustó, lo bueno es que hablaba suavemente y bajito. No vio venir que ella hablara, aunque sabía que lo haría, de todas formas se le hizo algo imposible de acostumbrarse. Suspiró y volvió a prestar atención a la conversación. — Yo-

— ¡Hermanita! — Ah, esta vez si se asustó, pero nadie lo notó, por suerte. Nendo abrió la puerta de la nada y se acercó a su hermana, ella se sobresaltó un poco al sentir cómo su hermano la abrazó de golpe, sin embargo estaba acostumbrada. Se calmó y él dejó de abrazarla.