— ¡Saiki! ¡Al menos escúchame!
— No.
Aquel pelirosa caminaba con muchísima rapidez hacia el instituto, intentando alejarse de un sujeto lamentable y asqueroso, que lo perseguía como si quisiera algo de él, acosándolo.
Exactamente. Era Reita, el pervertido.
— ¡Es sobre la chica nueva de la que todos hablan! — Gritó jadeante, había corrido demasiado intentando perseguir al amante de la monotonía, y ni siquiera fue capaz de alcanzarlo. Estaba tan cansado que no pudo más y se dejó caer al frío suelo, dejando cerrar sus pesados párpados, preparándose para morir en ese frío lugar. Pero no tanto como el corazón de quien lo dejó así.
— ¿Qué dijiste? — Oh, hablando del rey de roma... Reita levantó la mirada en cuanto escuchó la voz de dios- digo, Saiki. Él se había parado al lado de su cabeza, mirando hacia abajo para observar al derrotado muchacho, quien se tomó unos cuantos segundos para cuestionarse su razón de vivir y así tratar de levantarse, mirando extrañado a Saiki.
Le resultó curioso, Saiki estaba interesado en saber de ella al parecer.
— No es así. — Negó inmediatamente, frunciendo el ceño y mostrándose disgustado, había escuchado su pensar. Reita había olvidado por un segundo que su contrario podía leer mentes, así que se descuidó un poco. Pero en vez de mostrarse arrepentido o sorprendido, se vio curioso y confundido.
— ¿Hah? Pero si-— Saiki le dio una advertencia con una mirada feroz, él entendió de inmediato que olvidara el tema si es que quería seguir viviendo. Tragó saliva y río nervioso, pasando una mano por su cabello y sintiendo que en cualquier momento moriría en manos del psíquico. - B-Bueno, cambiando de tema...
¿Qué pasa? El ambiente se sintió pesado de la nada y el rostro del nervioso chico, había cambiado a uno completamente serio, no parecía ser una broma. Saiki se miró confundido.
— Los fantasmas me dijeron algo de su pasado, es serio.
— Oh, vaya.
Y se dio media vuelta, caminando tranquilamente y sin expresión a la escuela. Dejando atrás a un Reita completamente ignorado. Se agarró los cabellos y exclamó, frustrado ante la falta de interés de Saiki.
— ¿¡Vaya!? ¿Sólo dirás eso? ¡Me puse serio para nada!
🦋
Al llegar al instituto, aquella alma en desgracia seguía pegada de mi asi que, aquí estamos. Demonios, ya aléjate. Es desagradable. En vez de entrar al salón, Reita espiaba a la famosa Takane no hana desde la puerta entre abierta, no me dejaba pasar. Bueno, de todas formas no quiero que me vean con un sujeto con el rostro babeante y una expresión extraña.
— ¿Terminaste? quiero sentarme, maldición. — Chasqueé la lengua, cruzándose de brazos. Desviando mi mirada a la ventana, no quería seguir viendo al idiota junto a mí. Hoy hace un buen dia.
— Solo un poco más.. Uhuhu.~ Takane-san es hermosa.~ — Soltó con una risa y un rostro repugnante. Este tipo tiene problemas serios, voy a dejarlo solo y me iré. — Tienes suerte de estar en el mismo salón que ella. Me pregunto como se verán sus pan-
Mi buen día fue arruinado.
No soporté más sus estupideces y le di un buen golpe en la cara a mano abierta, como una cachetada. Algo que, no salió bien.
Para él.
— Uh. — Creo que me sobrepasé, voló hasta chocar contra la pared de atrás. Lo vi lloriquear y sobarse la cabeza. Ah, sigue con vida. Me encogí de hombros y finalmente, abrí por completo la puerta, entrando a mi salón, mientras de fondo escuchaba los quejidos de Reita. Tú te lo buscaste, idiota.
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❝ℬutterfly.❞ ; Saiki Kusuo.
Fanficꦽꦽꦼ➮Suiren no quería ser el centro de atención, nunca quiso llamar la atención de nadie, Kusuo tampoco quería llamar la atención. Sin embargo, ambos notarían algo peculiar en la mirada del otro, fijándose en sus ojos. ❝...