Pedir perdón ; 10.

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Bueno, recapitulando.. Se suspendió la clase de la mañana, junto con el examen. Todos estaban felices, ya que esto normalmente era una situación que no ocurría y era mayormente un alivio para los estudiantes que no habían estudiado, claro que eso no significaba que lo harían de todas formas, más aún si se suspende una clase, ellos van a divertirse y hacer lo que quieran. Pero Suiren era otro asunto, ella lo tomó como una oportunidad para estudiar, así que mientras todos conversaban felices, algunos se iban del salón, otros iban al baño, otros a comprar algún dulce, ella se mantuvo en su asiento, buscando en su mochila los apuntes.

— Suiren, Suiren. Voy a comprar algo ¿Vas a querer alguna cosa? ¿Pan de melón? — Yumehara le llamó la atención, bastante alegre, se miraron y la mencionada negó, Yumehara asintió y se despidió con una mano, sonriendo. — ¡Entonces nos vemos! ¡Ya vuelvo!~

Y dando brinquitos, salió del salón.

Suiren la miró hasta que desapareció por los pasillos, tranquilamente volvió a buscar los apuntes en su mochila. Le empezaba a resultar extraño que no los encontrara, sabía que los había dejado ahí. Frunció el ceño, tomó la mochila y la dejó en el pupitre. La abrió bien y metió hasta la cabeza para buscar, hurgando algo ya asustada.

Los que notaron eso, fueron los pocos que se quedaron en el salón. Pero no se preocuparon o lo vieron como algo extraño, les resultó adorable. Sin embargo Saiki, supo que algo andaba mal. Nendo estaba haciendo una apuesta con Kaido de algún video juego así que apenas la notaron, los chicos se quedaron en salón junto con Saiki, quien miraba a la chica de reojo, curioso.

Por otro lado, Suiren dejó tranquila la mochila y se acomodó en su asiento. Mirándola con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Pensando si su mochila era un agujero negro, si debería cambiarla, si era de esos cofres trampa, o si tenía algún tipo de agujero que hacía que sus cosas se cayeran.

Pensó y pensó, pues su libreta de apuntes había desaparecido.

La única conclusión a la que llegó, fue que ni de broma le diría diría Yumehara, se pondría triste o decepcionada si sabía que Suiren había perdido un regalo que le había hecho hace apenas dos semanas. ¿O fue hace una semana? No quería pensar mucho sobre eso, se sentiría peor. Suspiró, aferrándose a su mochila como almohada y hurgando en sus recuerdos, tratando de recordar donde había estudiado últimamente.

Solo había estado en el salón, quizás en la biblioteca, pero no había salido de ahí. Sólo para ir al baño. En casa también había estado estudiando, pero no quería suponer que estaba ahí.

Ya que la última vez, tampoco estaba lo que creía estar en su cuarto. Lo único que encontró fue una araña, qué desagradable momento en el que su vida se sintió tan miserable.

Bueno, sin exagerar, de verdad ella se sentía devastada. "No es mi semana" Pensó, o incluso, "No es mi año." Sus cosas se habían estado perdiendo demasiado recientemente, como si alguien se las estuviera llevando...

Se sentó erguida de golpe, sobresaltando al chico que la miraba.

Vamos a olvidar eso y comencemos a buscar.

Suiren se levantó con rapidez y salió del salón, en dirección a su primera parada. El baño.

—  ¿Qué pasa? ¿Viste una araña? — Aren se sorprendió cuando Saiki se sorprendió, confundido y algo divertido, le resultó gracioso ver eso. Él, algo avergonzado aunque intentó mostrarse neutral, le dio una mirada de reojo y bufó, negó y desvió la mirada.

❝ℬutterfly.❞ ; Saiki Kusuo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora