En YoonGi vio un ancla y un confidente pero un día el ancla desapareció en la profundidad del océano o entre la arena o quizás Seokjin confundió a YoonGi con un ancla y en realidad YoonGi era el barco.
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La señora Min seguía llorando desconsoladamente y las tías de YoonGi, estaban de la misma forma, la madre de Seokjin no se apartaba de su amiga al igual que Seok jung no dejaba solo a Geum-jae ¿Y Seokjin? Bueno Seokjin encontró compañía con una de las primas Min que ahora iba de su brazo mientras él no dejaba de ver a YoonGi.
Min YoonGi había llegado en un coche negro acompañado de un chico que presentó como Jung Hoseok. Seokjin no supo cómo ni cuando pero sus ojos jamás se apartaron de ellos. De cómo los abrazos de Hoseok eran correspondidos, YoonGi no abrazaba a nadie voluntariamente, nunca lo había visto buscar un abrazo de su madre o su hermano pero sin embargo veía como sutilmente buscaba volver a ser abrazado por este chico desconocido. Al parecer Seokjin era el único que nunca supo ser un amigo.
Eran las siete de la noche, acababan de entregar la urna con las cenizas de la abuela Min, cuando YoonGi abrazó a su madre, despidiendose.
-¿Ya te vas? - preguntó su madre con voz gangosa por su nariz congestionada. -Yoon
-Tengo que irme, mamá. Hoseok y yo tenemos que trabajar. De verdad me gustaría quedarme pero...
-No puedes quedarte... -terminó de decir su madre, y sin saber porqué Seokjin habló.
-No has ido a ver a tu familia en tres años y ahora que muere tu abuela y tu familia te necesita ¿sólo puedes estar un día? - seokjin se ganó la mirada sorprendida de todos aunque también veía en sus miradas apoyo, ellos estaban de acuerdo.
-YoonGi hyung-Hoseok se acercó a su amigo y tiró suavemente de su saco -hay que quedarnos- le habló al oído.
-No, tienes que descansar - lo regaño su mayor, ellos habían hablado de ir sólo un día. YoonGi ya no tenía nada en Daegu, ni en Gwacheon.
-Todavía está tu recámara - ofreció uno de sus primos, Hoseok lo miró con ojos suplicantes, su amigo sabía de lo que YoonGi estaba huyendo.
-De acuerdo, Eun ¿podrías llevarlo?-le preguntó a su primo. A lo que este asintió.
YoonGi no quería estar adentro, sofocandose en tristeza y obsesión. Salió al patio y encendió un cigarrillo. No pudo disfrutar bien del tabaco cuando fue jalado bruscamente por el brazo, iba a protestar y maldecir pero fue empujado en la cabina de un auto.
YoonGi vio a Seokjin muy molesto, rodear el auto para subirse, las manos de YoonGi volaron hacia la puerta cuando el sonido del seguro sonó.
-Seok
-Cállate - con miedo, el pálido volteo a ver al conductor del auto y no le gustó en lo absoluto la expresión sombría que adornaba el rostro de Seokjin.
Condujeron cerca de una hora, en una dirección que YoonGi puede que conociera y no le gustó en lo absoluto. Seokjin se detuvo en medio de la nada y YoonGi creyó que lo mataría, en cambio sacó su celular, tecleo sobre su teléfono durante diez minutos, después lo guardó y volvió a encender el auto.
